Carmen Calvo se columpia y sin darse cuenta dice la verdad

Nadie y mucho menos Carmen Calvo esperaba gran cosa de la sesión de control al Gobierno que se llevó a cabo el día de ayer en el Congreso de los Diputados . Otro día en la oficina, pasen días, caigan panes. La oposición iba a hacer unas preguntas de las que no espera contestación y como todos los miércoles aprovecharían la ocasión para desahogarse y darle toda la cera posible al Gobierno. Como a la vuelta lo venden tinto, los portavoces del Ejecutivo estarían dispuestos a contestar lo que mejor les pareciera, porque el reglamento es tan laxo que se pueden escapar por un millón de agujeros y aprovechando la ventaja que da estar en el poder, devolverían el repaso a la oposición a ser posible corregido y aumentado. Lo vemos todos los miércoles y salvo rarísimas excepciones poco o muy poco se saca en limpio de esas sesiones en las que se supone se controla la acción del Ejecutivo, pero habrá que reconocer que salvo el personal lucimiento de algunos portavoces que dom...