Diario de un confinado

La piloto El confinamiento me pilló bastante entrenado, normalmente salgo poco de casa y salvo la caminata diaria de seis kilómetros que ahora no puedo hacer, poco ha cambiado mi vida tras el decreto de alarma. Aunque después de escuchar los problemas que podían afectarnos a cuenta del encierro y los procedimientos para resolverlos, decidí escuchar a los que aconsejaban que adoptáramos rutinas. Decidí levantarme a las nueve de la mañana, una hora muy decente, desayunar con calma y después entrar en el ordenador para publicar el artículo que todos los días escribo para mi blog. Luego leer la prensa digital y algunos artículos que me mandan mis amigos y tras pasar un rato por Facebook y Twitter, terminar sobre las doce del mediodía y a esa hora leer hasta la hora de la comida. Siempre me ha gustado leer, tengo en casa unos cuatro mil libros, aprovechando el encierro me impuse la tarea de quitar con calma el polvo a los volúmenes y limpiar las nueve estanterías que ...