Por la boca muere el pez

Estamos viviendo tiempos durísimos en los que parece que la tensión y el dolor sea lo único que ande medianamente repartido en este país, en el que no creo que haya demasiada gente que pueda vivir con cierta tranquilidad de espíritu. Una situación que poco va a cambiar hasta que los españoles no seamos capaces de solventar una serie de problemas fundamentales muchísimo más importantes que los económicos. Me sé de memoria lo de “Primum vívere, deinde philosophari”, que no es un adagio latino, aunque esté escrito en latín, que conste. Entiendo que estamos metidos de hoz y coz en una lucha terrible por nuestra supervivencia económica como ciudadanos y como nación y eso lamentablemente nos inclina a justificar acciones que son de todo punto injustificables. Puedo aceptar que primero habrá que atender a lo fundamental, tengo claro que lo prioritario es atender a la supervivencia de las personas para que se recobre un clima de normalidad económica y social ...