Rivera y Sánchez pactan no se sabe bien qué. La investidura no, desde luego

Supongo que debe ser culpa mía, los años no pasan en balde y debo reconocer que soy incapaz de comprender la alegría y satisfacción que expresan por un lado Albert Rivera (a) El Equidistante ¡hay que ver lo educado que es este chico! y por el otro, Pedro Sánchez (a) El Doliente , a cuenta del acuerdo que en principio han alcanzado. A Sánchez le parece muy bien la reforma exprés de la Constitución que Rivera ponía como condición sine qua non para pactar y el socialista ya ha dicho que si eso es todo lo que hay que aceptar, por él de acuerdo y no se hable más del asunto. Tampoco es que Rivera pidiera cosas muy difíciles de aceptar, supresión de los aforamientos, eliminación de las diputaciones provinciales, limitar a dos mandatos el ejercicio de la presidencia del gobierno, eliminación de 10 miembros del CGPJ y rebaja del número de firmas de las iniciativas legislativas populares a 250.000. En lo de las diputaciones, muy probablemente esté el problema al que...