Al sol de Fuerteventura

Ayer domingo se publicaron los resultados de algunas encuestas que no aportaban gran cosa al resultado de las anteriores. Nada nuevo bajo el sol, el PP gana, Unidos Podemos se coloca como segunda fuerza política, el PSOE pincha y Ciudadanos se mantiene esta semana en sus cifras, es lo que decían las encuestas de El País y El Mundo. Aunque a veces uno puede encontrar noticias sorprendentes que animen algo el panorama electoral. Al fin y al cabo las encuestas a las que he hecho referencia las encargan los medios de comunicación  a las empresas demoscópicas y en ocasiones se deja notar en demasía la línea editorial del medio que las publica. Lo que a todos nos gustaría conocer es el contenido de las encuestas que las distintas fuerzas políticas encargan para consumo propio. Entiendo perfectamente que los ciudadanos tenemos buenas razones para no fiarnos de la mitad de la cuadrilla, así que cuando un medio publica algo que tenga que ver con las encuestas internas que maneja...

Desde las pasadas elecciones parecía que el panorama político sonreía a las fuerzas emergentes, es decir a Podemos y Ciudadanos. No es que todo fuera bueno, de hecho ninguna de las dos organizaciones políticas habían sido capaces de alcanzar los objetivos electorales previstos, aunque los fracasos quedaron tapados por el ruido que generaron los resultados  que ya presagiaban las dificultades que habría para conseguir que algún candidato alcanzara la mayoría suficiente como para ser investido por el Congreso. En el 20 D se obtuvieron unos resultados que no contentaron a nadie, por mucho que se empeñaran los candidatos en disimular los batacazos electorales sufridos. Cierto es que el PP ganó las elecciones, pero con unos números que le ponían muy difícil conseguir un pacto; qué decir del PSOE, que pese a la inefable frase de Sánchez de “Hemos hecho historia”, cosechó el peor resultado electoral de la historia de los socialistas, tampoco estaban para tirar cohetes los bolivar...

Rubalcaba y su primo "el de zumosol" Pues sí, una semana tiene cinco días, al menos ésta que hoy comienza. Cinco días de campaña, un día de reflexión y la jornada electoral y se acabó lo que se daba. Así que por mucho que le pese a Rubalcaba, esta semana – la última de la campaña electoral – tiene sólo cinco días. Decía ayer el candidato socialista, el de la triste figura y mucho más triste destino electoral, que una semana   es una eternidad y en esto, como en casi en todo, Rubalcaba también se equivoca. Esta semana, a los efectos que a él le interesan, tiene cinco días y se me antoja un plazo muy corto, para que pueda recuperar los votos perdidos. Esta semana, por muy mal que le venga, tiene cinco días y parece muy poco tiempo, como para que pueda cambiar la tendencia electoral que le condena irremisiblemente a la derrota; esta semana tiene, desgraciadamente para él, cinco días y me parece muy poquito tiempo para que los socialistas consigan asustar a los vo...