Ni se compra, ni se vende…

Por lo visto además les pagaremos un sueldo... Efectivamente así rezaba una copla de hace ya muchos años: Ni se compra, ni se vende el cariño verdadero. Creo yo que con razón la copla contraponía el cariño de verdad con el que se puede comprar y tildaba de falso e inexistente lo del amor mercenario, venal o como ustedes quieran llamarlo. Esta mañana en la ducha se me vino a la mente la copla, cuando reflexionaba sobre las patochadas contenidas en el discurso del todavía presidente Zapatero, que presumía, impasible el ademán, de lo bien que lo han hecho los socialistas en la lucha contra ETA. Es cierto que el cariño verdadero ni se compra, ni se vende, pero también cabe decir que la paz tampoco es algo que se pueda comprar o vender. Lo enseña la Historia, con mayúscula, no confundir con el engendro zapateril de lo de la memoria histórica; a lo largo de los siglos las paces pretendidamente compradas, han llevado siempre al desastre y a la vergüenza a los cobardes “paganos”...