La infame tramoya que se adivina

La izquierda radical se pone el smoking para los titiriteros En este teatrillo del disparate en el que han convertido a las teóricas búsquedas de un pacto que consiga un gobierno eficaz, estable y que se dedique a servir el interés general de los ciudadanos, cada vez queda menos espacio a la esperanza. Para cualquiera que no esté cegado por el sectarismo, lo que se observa es una búsqueda de acuerdos que permitan la obtención del poder y con él las sinecuras correspondientes. Nadie trabaja en función de los intereses de España y sus ciudadanos, lo único que interesa realmente es el partido, los beneficios y la ganancia o pérdida del favor del votante. Está claro que Pedro Sánchez cuando aceptó el encargo de formar gobierno no contaba con los apoyos suficientes para ello, ahora tampoco y está ganando tiempo como puede. Lleva desde el martes pasado reuniéndose con los distintos líderes de los partidos y lo cierto es que no se sabe bien de qué diablos han hablado ...