¡Vaya la que organizó el bueno de Stieg Larsson!

Cuando Stieg Larsson decidió comenzar a escribir una serie de diez novelas - que al final quedaron en tres y media pues el escritor falleció inesperadamente, por lo que su serie quedo reducida a la trilogía de Millennium - no sabía que con la publicación de su obra iba a organizar un auténtico terremoto en el mercado editorial. El éxito de “Los hombres que no amaban a las mujeres”, “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” y “La reina en el palacio de las corrientes de aire” fue tan apoteósico que al socaire de su éxito se produjo una eclosión de autores nórdicos que, al menos en España, eran acosados por las editoriales para publicar sus obras, independientemente de su calidad. La novela negra nórdica contaba con un fantástico historial de autores de tal manera que con el tiempo tuvo la entidad suficiente como para crear un subgénero trufado de éxitos que unas veces se producían a nivel internacional y en otros casos se reducían al ámbito geográfico de Escan...