Ir al contenido principal

“En el nombre del cerdo”. Una curiosa novela de Pablo Tusset


 

Hoy quiero comentarles una novela, “En el nombre del cerdo” de un autor, Pablo Tusset, que en su momento llamó mi atención por distintas circunstancias. En primer lugar porque el autor se escondía tras un pseudónimo con el que ya había firmado una novela en el año 2001 “Lo mejor que le puede pasar a un cruasán” con el que consiguió un gran éxito de ventas y cinco años después volvía con esta segunda novela con un título un poco raro pero que resultaba atrayente. Entonces compré un ejemplar, lo leí con satisfacción y comenté el relato en la tele. Hay que tener en cuenta que “Lo mejor que le puede pasar a un cruasán” fue un auténtico fenómeno literario, Tusset vendió más de cuatrocientos mil ejemplares de la novela y consiguió que se la editaran en diecisiete países, que se dice pronto pero no es fácil de conseguir.

No es que se me olvidara eso de que segundas partes nunca fueron buenas pero como me había gustado el estilo de su primera novela y conocía de su éxito decidí añadir a "En el nombre del cerdo" a la lista de libros que iban a protagonizar una edición de Sólo Libros, el programa que presentaba en una televisión insular. Ya he presentado novelas de algunos autores que tras un éxito sideral se desvanecían en el olvido y esto es en cierta medida lo que le pasó a nuestro autor que con sus dos primeras novelas consiguió un éxito llamativo, pero después perdió fuelle y aunque publicó tres novelas más como Pablo Tusset y otras dos como David Cameo, perdió el apoyo de parte de sus lectores: Sic transit gloria mundi que diría un latino.

Supongo que a muchos de ustedes les picará la curiosidad y quisieran saber quién estaba detrás de los pseudónimos. No es que tenga demasiada información porque el autor protege a muerte su intimidad. Sé que se llama David Omedes Cameo, nacido en el año 1965 en Barcelona, es informático de profesión y vivía hace años en la Costa Brava.

En la obra que vamos a comentar, una rara novela policiaca que conste, Tusset mantiene el sarcasmo y la ironía que utilizaba en su primera novela, aunque los personajes son muy distintos y algo menos desquiciados que en ese relato. Parece que el autor ha hecho un esfuerzo para conseguir que la narración sea más sobria aunque los diálogos siguen siendo una parte muy destacable de la narración. La obra, una novela negra que va adquiriendo el tono de thriller psicológico, tiene un inicio duro, un primer capítulo con un arranque marca de la casa.

Desde luego deben tener presentes los lectores que Pablo Tusset, carga la mano en la descripción de los personajes y emplea levemente la caricatura; ya les anticipo que los personajes y diálogos de la novela se van a entender mal si no comprendemos que son hijos de ese sarcasmo e ironía de la que antes hablaba. Los protagonistas de la novela son dos policías, uno el Comisario Principal Pujol, cercano a su retiro por edad y T un policía que es la versión de Tusset del Doctor Jekyll y Míster Hyde y a través de los que el autor nos va a pasear por un relato que oscila entre los relatos de misterio parecidos a los de Conan Doyle y la novela negra más convencional.

Comienza la novela con la descripción de la aparición del cadáver de una mujer en un matadero de cerdos situado en un pequeño pueblo de montaña en el que ha aparecido el cuerpo sacrificado y despiezado de manera exactamente igual a como se hace con los cerdos. El Comisario principal Pujol asiste al levantamiento del cadáver por pura casualidad, de hecho no va a seguir oficialmente con la investigación del crimen pero, cosas del destino, siente interés por el misterio y lo va a seguir desde su puesto de una manera distante pero interesada.

El autor utiliza la técnica de narrar dos relatos que suponemos paralelos, por un lado nos cuenta la vida del comisario Pujol y por otra introduce al segundo policía que se encuentra en Nueva York un poco antes de los atentados del 11-S. Este policía al que conoceremos con el nombre de T se encuentra en la gran manzana para seguir un curso a través de una beca del ministerio, seguiremos sus experiencias en la ciudad y conoceremos poco a poco el oscuro fondo de su personalidad.

Pablo Tusset desde el comienzo enriquece el relato con un buen número de personajes aunque poco a poco el transcurso del relato nos llevará a Horlá que así se llama el pequeño pueblo de montaña donde se produjo el asesinato y allí es donde definitivamente el autor nos va a presentar una amplísima galería de personajes. Incluso nos presenta un escritor Quique Aribau, yo creo que contrafigura del propio autor, que aparece en la comisaría de Pujol con la intención de documentarse para la realización de una novela policíaca.

Puede ser que algunos personajes pequen de estereotipados, pero desde mi modestísima opinión entiendo que junto a los chispeantes diálogos, el trabajo de creación de personajes es sobresaliente, quizás un poco deformados por ese prurito de la caricatura, pero ciertamente sorprende la cantidad y calidad de los personajes secundarios de la novela. Por otra parte Tusset nos describe la vida de una pequeña sociedad, en un ambiente claustrofóbico, hija de la lejanía y de las consecuencias físicas de vivir en la alta montaña. En ese pueblo viven por una parte los naturales de la zona que raramente se mezclan con la gente de fuera y por otra una serie de personas que tras el naufragio de sus vidas han ido a refugiarse en ese pueblo.

La burguesa vida del comisario Pujol y la atormentadísima vida de T se nos irán mostrando y llevándonos poco a poco a través del relato hasta el desenlace, un desenlace francamente sorprendente que deja al lector bastante perplejo. Añadan a todo esto una endecha, un poema inacabado, publicado en la prensa de Horlá que sirve de pista para conducir la investigación hasta el seno de esa sociedad cerrada, hermética, impermeable que habita en la zona.

Puede que haya lectores a los que no les guste la novela, yo la recomiendo, es una novela policíaca distinta a las que estamos acostumbrados; pero tiene un ritmo muy vivo y describe un misterio interesantemente presentado, en el que las connotaciones psicológicas, el sexo, el consumo de estupefacientes y la sociedad homosexual tienen una importancia sobresaliente. A todo esto añadan un estilo eficaz, unas descripciones vívidas, unos personajes bien resueltos, con unos diálogos conseguidos y encontrarán como resultado a “En el nombre del cerdo", una novela extraña, distinta, pero muy recomendable.

Por hoy hemos terminado, espero que si Dios les da  a ustedes paciencia y a mí salud nos volvamos a encontrar por aquí el próximo martes. Hasta ese momento cuídense mucho.

Un abrazo.

Como probablemente sepan la mayoría de ustedes, acaban de publicarme una novela negra que se titula "Al madero no le gusta la ropa vieja", cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!

 










Comentarios

Entradas populares de este blog

A pesar de todo: ¡Feliz año 2025!

  Quedan muy poquitas horas para que este 2024, que ha hecho bueno el refrán que advierte que “año bisiesto año siniestro”, nos abandone. Un año que ha sido, para qué vamos a engañarnos, malo de solemnidad: Hemos sufrido desastres naturales, con unas consecuencias terribles en el plano económico, que parece hagan olvidar las pérdidas en vidas humanas y el triste destino de las víctimas que siguen necesitando la ayuda, que increíblemente les llega con cuentagotas. Si hablamos de economía parece que en términos macroeconómicos en España la cosa funciona bien, al menos eso nos dicen; pero paradójicamente a los ciudadanos nos va francamente mal. La cesta de la compra disparada, qué decir del precio de la vivienda o de los alquileres, la presión fiscal asfixiando a los asalariados, los precios de la energía eléctrica por las nubes, la pobreza infantil creciendo, el ahorro familiar y la productividad bajando y el empleo, bueno del empleo es difícil hablar porque ya se encarga el gobi...

El Día de la Madre

  Este artículo lo publiqué originalmente con otro título el día 5 del mes de marzo del año 2011, así que ya ha pasado mucha agua bajo el puente; no es un escrito que ponga de relieve las virtudes de la maternidad, pero tiene que ver con la festividad de hoy y no he podido resistirme a la tentación de publicarlo otra vez. En su día me hizo gracia publicarlo y hoy quiero añadir algo de humor a este Día de la Madre que hoy celebramos Espero que me perdonen por la ocurrencia.   Decía en marzo de 2011: "Antes de comenzar a escribir y por no hablar de memoria me he pasado por la página del CIS y he consultado los resultados del último barómetro que corresponde al de enero del presente año. Allí queda claro cuáles son los tres principales problemas que, en opinión de los ciudadanos encuestados, sufrimos en España. El primero es el paro, le siguen los problemas de índole económica y en tercer lugar los españoles perciben como problema importante a la clase política. Estoy convencido ...

¿Feliz año 2024?

  Quedan apenas unas horas para que liquidemos el 2023 y asistamos a la llegada del nuevo año. Tal y como se han encargado de contarnos insistentemente en las redes sociales finiquitamos el año en curso en domingo, por lo que hoy a las 24,00 horas terminaremos el día, la semana, el mes y naturalmente el año. No es que ese hecho cambie nada, pero ahí dejo el dato, harto de leerlo una y otra vez en las RR.SS. El 2023 que dejamos atrás, para que vamos a engañarnos, no ha sido un buen año. En nuestro país la inflación, la subida de precios de la cesta de la compra, de la energía, de los carburantes, de la vivienda y de muchísimas cosas más se han encargado de hacernos muy difícil la vida a lo largo de sus trescientos sesenta y cinco días. A eso habrá que sumar la situación política que resulta a cada día que pasa más preocupante si cabe y dejemos el asunto ahí. Y si miramos más allá de nuestras fronteras, por desgracia hemos sufrido una cantidad de desastres naturales muy preocupan...