Buenas noticias para el empleo


Decía en sus tiempos San Agustín, que nadie puede equivocarse siempre y estoy totalmente de acuerdo. Es más, me van a permitir que amplíe  el ámbito de la afirmación, añadiendo que consecuentemente tampoco nadie puede acertar de manera permanente.

No sé yo si comenzar este comentario con la cita de un obispo, pudiera molestar a alguno de los zurdos que me hacen el favor de su atención. Que es nombrarles algo que tenga que ver con lo católico y  se ponen de los nervios, pero me van a permitir que la utilice porque estoy menos familiarizado con citas que provengan del lado izquierdo del pensamiento. 

La cita pretende simplemente justificar que lo que afirmo en este comentario no tiene la menor intención de jalear los presuntos éxitos de nuestro gobierno en materia laboral y por eso subrayo la imposibilidad  metafísica de que alguien, sea sólo o en compañía de otros, se equivoque  o acierte siempre.

El proemio viene a cuento de unas noticias sobre el empleo publicadas estos últimos días que, en mi modestísima opinión, parecen moderadamente buenas y esperanzadoras y que sin embargo tienen a la zurda mediática, a las redes sociales y a los opinadores que navegan por la amura de babor, más inquietos que una gallina sin nidal y cabreados como si mismamente les hubieran mentado a la madre.

Nos decía la prensa que se habían creado en España en el presente año más de 100.000 empleos netos y la afiliación a la Seguridad Social obtenía en el pasado mes de marzo 116.000 afiliados más que en el mismo mes del año 2013. No voy a caer en la trampa de hablar del paro registrado o de la EPA.  No me meteré en el proceloso mar de la estadística, donde cada cual estudia y analiza las cifras con la clara intención de arrimar el ascua a su sardina partidista. Simplemente reflejo dos datos que me parecen esperanzadores y sencillos de manejar. Por una parte el crecimiento del empleo y por otra el aumento de la afiliación a la Seguridad Social.

Es cierto que estamos muy mal y el paro es un cáncer que nos devora. Hay que acabar  de una vez por todas con el desempleo, claro que sí. Nos dicen que tenemos una cifra de paro insoportable y desgraciadamente lo es. Pero eso que decimos todos, o casi todos y que es muy cierto, dibuja una realidad en la que lo lógico sería esperar que cualquier noticia medianamente decente se recibiera, con todas las precauciones del mundo, pero se comentara de manera constructiva.

Sin embargo la zurda se empeña en verlo todo negro y ha logrado crear un clima de pesimismo que puede resultar peligroso. Es muy cierto que las cifras de las que hablamos son modestísimas, aunque sin duda señalan una tendencia; es cierto que el empleo que se produce no es todo lo bueno que desearíamos todos, pero habrá que considerar que ni siquiera aquel gobierno de Zapatero que vendía optimismo antropológico y brotes verdes, mientras era jaleado por los que hoy lo ven todo negro, digo que  aquellos irresponsables que recibieron el gobierno de España  en el año 2004 con 2.014.218 parados, necesitó casi ocho años para conseguir dejar la cifra en 4.599.829; que esos eran los números del paro en las  fechas que menciono, según el INEM.  Ocho años necesitaron y creo que nadie podrá negar, que resulta mucho más sencillo destruir empleo y vender humo, que crearlo.

No comparo gobiernos, estoy muy mayor para eso. Lo que subrayo es la diferente tesitura de los que entonces aplaudían, jaleaban  y lo encontraban todo bien, mientras el desempleo crecía en 2.585.611 españolitos que se iban de cabeza al paro y ahora cuando crece la afiliación a la Seguridad Social y comienza  lentamente la creación de empleo, lo encuentran todo mal.

Habrá quien piense que estoy pidiendo tiempo para que el gobierno haga su labor, pues se equivocan los que piensen eso. Simplemente muestro mi repugnancia por los hipócritas que cuando gobernaban los “suyos” tragaban con lo que les echaran y ahora aprovechan el miedo y las dificultades de los españoles para negar lo evidente. Estamos muy mal, pero hay cifras esperanzadoras y por lo tanto estamos en veremos.

Y para los que les haya molestado lo de San Agustín, ahí va otra cita que seguramente sorprenderá a mucho marxista a la violeta y progre de salón. Decía San Agustín: Las riquezas son injustas o porque las adquiriste injustamente o porque ellas mismas son injusticia, por cuanto tú tienes y otro no tiene, tú vives en la abundancia y otro en la miseria.

Está muy claro que no hacía falta esperar a Marx, para hablar de la realidad de la justicia social. Agustín de Ipona lo dejó más que claro, cristalino.

Comentarios

  1. Bueno parafraseando a D. Baltasar que decía que lo bueno si breve, dos veces bueno, supongo que puedo afirmar que lo malo, si breve, la mitad de malo.

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