Haremos lo que haga falta, donde haga falta y cuando haga falta



Más vale una imagen que mil palabras
Llevo unos días escribiendo sobre la crisis del coronavirus, no es que esté obsesionado con el tema tal y como me ha acusado alguno de mis lectores que ideológicamente navega amurado a babor; por desgracia la pandemia, así acaba de declararla la Organización Mundial de la Salud, creo que nos tiene profundamente preocupados a todos. 

Desde aquellos tiempos, juraría que era el 31 de enero del presente año, en el que el inefable Fernando Simón aseguraba que España no tenía por qué  tomar medidas extra frente al coronavirus  y añadía que "creemos que España no va a tener como mucho más allá de un caso diagnosticado” (sic); decía que desde aquellos tiempos hasta hoy, han pasado muchas cosas, entre otras y por desgracia, más de dos mil cien infectados y  cincuenta cuatro muertos a cuenta del coronavirus ese que no nos iba a afectar.

Habrá que reconocer que las declaraciones de Fernando Simón director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, "el hombre que quieres tener al lado" ante una epidemia, como llegaron a definirle los medios de comunicación, demuestran dos cosas, que el coronavirus ha sido muy peligroso desde siempre y no se supo valorar su amenaza y que el experto que nos ofrecía su cara amable, con todo su currículo, con toda su experiencia o se columpió lamentablemente o nos intentó colar una milonga tamaño catedral de Burgos.

La pandemia nos cogió a todos por sorpresa y de manera muy relevante al Gobierno, lo que ha creado una situación muy peligrosa. No es que a mí me guste crear alarma, pero está muy claro que nuestro gobierno ha fallado más que una escopeta de feria, en eso está de acuerdo hasta la prensa internacional y lo ha hecho antes y durante el desarrollo de la crisis del coronavirus en nuestro país y me temo que seguirá haciéndolo cuando esta pandemia sea sólo un mal recuerdo. 

Creo y conmigo muchísimos ciudadanos que los ministros y su jefe se han puesto de perfil ante el problema, hoy mismo el ministro de Seguridad Social confirmaba mi aserto, afirmando que ellos se habían limitado a cumplir las instrucciones de las autoridades sanitarias y aunque uno respete a D. José Luis Escribá - que estaba sudando tinta china en Onda Cero en una entrevista con Carlos Alsina, que se empleaba con el ministro en un tono amable, irónicamente suave y  distante, porque la verdad es que D. José Luis no daba para mucho más - cuando el ministro habló de autoridades sanitarias pensé que si entre ellas estaba Simón, viejo conocido de todos los españoles que lo ven a diario en los medios lanzando mensajes tranquilizadores, estaba claro que lo raro es que no estuviéramos peor.

Nunca pensé que vería a un ejecutivo que ante una crisis importante abdicara de sus obligaciones y les cediera el timón a unos expertos, porque los gobernantes necesitan que se les informe y ayude en cuestiones que les son ajenas, pero las decisiones ante una crisis de esta relevancia, sólo las puede tomar el ejecutivo de la Nación.

Ahora ha vuelto de su refugio en la Moncloa Pedro Sánchez y nos ha dicho que "Para combatir esta emergencia de salud pública, haremos lo que haga falta, donde haga falta y cuando haga falta” y yo seré un tío retorcido, con muy mala leche, un fascista, tal y como me definen algunos de los zurdos que me leen, pero en el mismo momento de escuchar decir a nuestro presidente la frasecita de marras, automáticamente pensé  si todo esto no nos iría mucho mejor si el narciso socialista hubiera podido decir “hemos hecho lo que ha hecho falta, donde ha hecho falta y cuando ha hecho falta”. 

Y además no es cierto lo que afirma, la realidad se encarga de desmentir a Pedro Sánchez el Desaparecido, no han hecho lo que ha hecho falta, ahí están las noticias para demostrarlo, ahora nos enteramos que España necesita urgentemente respiradores artificiales en un mercado que no puede suministrarlos, este es un ejemplo pero si observamos lo que sucede en Madrid, el escenario de la manifestación del 8M, donde se espera un pico que puede duplicar el número de infectados, resulta que los hospitales están al límite, con las UVI a punto del colapso. No hicieron lo que había que hacer porque nadie se molestó en crear escenarios virtuales que les advirtieran de los puntos flojos de nuestro sistema. 

Estamos un poco hartos de que se nos hable siempre en futuro y lo mismo sucede con el flamante plan de choque, que llevaban dos semanas preparándolo, pero por ahora todo lo que ha dicho queda en simple declaración de intenciones porque realmente las medidas económicas que ha prometido no están en marcha, primero porque literalmente lo dijo en futuro y en segundo lugar porque todavía tiene que consensuar ese brillante plan de choque con los agentes sociales.

Y entre nuestro sufrido ministro de Seguridad Social que hoy les garantizo que se ganó el sueldo y las declaraciones de Pedro Sánchez me tienen en vilo y no soy el único porque Alsina le iba preguntando a cada futura acción gubernamental que quién asumiría el coste y el ministro decía que la Seguridad Social, que no había problema alguno porque eran cantidades de un monto asumible. 

Yo que quieren que les diga, la intervención del ministro me pareció que tenía por única finalidad tranquilizar a los ciudadanos y que muy probablemente los gastos contra la Seguridad Social de asumibles van a tener más bien poco y que el gobierno va a pasar las de Caín para encontrar el dinero que hará falta para tanto como prometen.

Así que nos encontramos ante una crisis sanitaria que se está extendiendo y que va a provocar una crisis económica y laboral muy importante, sobre las medidas adoptadas para intentar frenar al coronavirus, poco hay que decir, siguen siendo las autoridades autonómicas las que las toman, con la supuesta colaboración del gobierno. Cuando la Comunidad de Madrid, ante lo que estaba sucediendo el pasado fin de semana, decidió cerrar la Universidad y los colegios, se encontró con la negativa de Illa, el ministro de sanidad, que sólo cedió, cuando el País Vasco sin consultar con nadie, ventajas de ser nacionalistas, decidió cerrar su sistema educativo.

He criticado al gobierno que a mi entender ha actuado tarde y mal, pero no vayan a pensar que estoy sólo, hoy mismo la OMS decía que estaban profundamente preocupados tanto por los "alarmantes" niveles de propagación y gravedad como por los "alarmantes" niveles de inacción de los países. 

Y aunque en esta ocasión no se hablaba de manera explícita del gobierno de España cualquiera que tenga capacidad para reconocer la realidad, entenderá que nuestro ejecutivo está entre los gobiernos que se encuentran frente a alarmantes niveles de propagación y con un alarmante nivel de inacción, tengamos presente que Pedro Sánchez desapareció en cuanto la crisis comenzó a complicarse y volvió de sus ejercicios espirituales el pasado lunes empujado por los hechos.

La epidemia, según los últimos datos crece por encima del nivel que sufre Italia, decía ayer que bastaba mirar hacia allí para saber lo que nos pasaría en dos o tres semanas, se me acusó de alarmista pero creo que es importante que el gobierno aprenda de la experiencia italiana para saber lo que tenemos que hacer y sobre todo lo que no debemos hacer bajo ningún concepto.

Hemos tenido mala suerte, nos ha tocado la pandemia en un momento en el que tenemos un gobierno débil, parlamentariamente hablando y dividido, no están en condiciones de afirmar que van a hacer lo que haga falta, donde haga falta y cuando haga falta. 

O dan un golpe de timón y se olvidan de sus peleas partidistas o les va a resultar imposible afrontar la pandemia y tras esa desgracia nos van a llevar a una crisis económica y laboral de una magnitud preocupante.


NOTA: Éste escrito se publica también en el digital El Diestro. Aquí les dejo el enlace a ese medio, que merece la pena leer.

https://www.eldiestro.es/








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