Zaldívar o la miseria moral del PNV y asociados

No busquen la bandera de España, no está


Hace tiempo, cuando escribía a diario, alguno de los zurdos que me hacían el favor de su lectura se quejaban de que nunca criticaba a la derecha. He criticado a la derecha cuando así me ha parecido oportuno pero, no nos engañemos, la inmensa mayoría de mis críticas han ido dirigidas casi siempre a la izquierda de este país.

Sin embargo hoy le toca el palo a una organización política de derechas de toda la vida, me refiero al PNV, porque aunque algunos no lo tengan muy asumido los peneuvistas son más de derechas que yo.

He empezado escribir esto que ahora leen el domingo 8, fecha en la que mucha gente reivindicaba la igualdad de la mujer y ya que el PNV va a ser protagonista de estas líneas, les ruego que me perdonen, pero no me he podido resistir a recoger un par de opiniones que sobre la mujer expresó Sabino Arana, fundador del PNV. 

Decía el animal de bellota al que veneran los del PNV que “La mujer es vana, es egoísta, tiene en sumo grado todas las debilidades propias de la naturaleza humana”, por si todavía tienen ustedes dudas de la catadura moral de semejante individuo veamos esta “¿Qué sería de la mujer si el hombre no la amara? Bestia de carga e instrumento de su bestial pasión: nada más”. 
Creo que queda meridianamente clara la misoginia del fundador del PNV. Y me dirán los buenistas, hombre es que en aquellos tiempos ya se sabe. Pues no es así, estoy de acuerdo en que el siglo XIX no era precisamente el paraíso del feminismo, pero a muchísimos de los hombres que vivieron por aquellas fechas les repugnaban las opiniones de Sabino Arana y ya puestos quiero señalar que a pesar de la catadura moral de ese individuo, el PNV de hoy en día lo adora y la organización nacionalista sigue proclamándose aranista.

No me extraña, el PNV además de ser un partido aldeano, meapilas, misógino y racista -podría recordar lo que opinaba Arana sobre los españoles o los judíos- siempre ha destacado por su capacidad para la traición. El PNV traicionó a la derecha española en los años treinta y tras haber presumido siempre de su condición de católicos pactó con el Frente Popular, por aquello de la autonomía, para traicionar a los republicanos en cuanto comenzó la guerra civil intentando firmar una paz separada con Franco, para lo que requirieron la ayuda de Mussolini y el Vaticano. De hecho sin consultar al gobierno republicano, volvieron a traicionarlo y se rindieron en Santoña a los italianos, en una decisión unilateral que propició la caída de la cornisa cantábrica en manos de los nacionales.

Termina la Guerra Civil y los peneuvistas del “exterior” deciden acomodarse a la situación y ofrecen sus servicios como informadores a los americanos para ayudarles a cazar comunistas en la América española y en los USA, colaboraron durante muchos años muy eficazmente con los servicios de información yanquis y de manera muy destacada con el FBI. En España los nacionalistas vascos vivieron como curas con el apoyo del régimen franquista y no dudaron ni por un momento en ayudar a la policía política al objeto de eliminar a las organizaciones obreras que intentaron resistir en la clandestinidad.

Y al tiempo llegó ETA y decía Arzalluz, hijo de requeté, exjesuita, que presidió el PNV creo que diecisiete años, que “unos mueven el árbol y otros recogen las nueces” lo que define perfectamente la postura del PNV con respecto a ETA: A ellos ya les iba bien la barbarie etarra, porque eran los peneuvistas los que “recogían” las nueces.

Así que ya conocen ustedes algo mejor a estos señores que ahora se dedican a pontificar en el Congreso de los Diputados donde se permiten dar lecciones con esa finchada superioridad que ejercen a cuenta de su racismo ideológico y ese tono de meapilas, que es subir un peneuvista a la tribuna de oradores para que se convierta de inmediato en una suerte de púlpito, laico y parlamentario, pero púlpito.

Y para demostrar que su miseria moral sigue incólume y que la hipocresía sigue conformando su paradigma ético ahí está lo que está sucediendo en Zaldívar, lugar en el que se produjo el derrumbamiento de un vertedero en el que desaparecieron dos trabajadores. Un accidente que a poco que se observe denota una mala gestión que probablemente lleve a los gestores del vertedero y a algún responsable político, ante los Tribunales. 

A lo largo de los trabajos de recuperación nos fuimos enterando que entre esos escombros había residuos tóxicos y peligroso no declarados y que para más INRI, en un principio se ocultó su existencia a pesar del peligro que ello suponía para los miembros de los equipos de rescate, los habitantes de las poblaciones más cercanas, policías, periodistas, etc. etc.

Existen sentencias que señalan la mala praxis utilizada en esa escombrera y que a pesar de ser públicas han sido ignoradas por Urkullu y sus muchachos. Pero lo que clama al cielo es la inacción del gobierno vasco ante la desaparición de dos seres humanos hace más de veintiocho días y que parece no preocupa a nadie.

Urkullu se negó a que interviniera en las labores de rescate la Unidad Militar de Emergencias, dicen los portavoces nacionalistas que por “razones obvias”, debo suponer que se referían a la condición de militares españoles de los de la UME; pero resulta incomprensible que un gobierno que no tiene el material necesario – han tenido que alquilarlo - para acometer el rescate y el desescombro, rechace la ayuda de una Unidad que está en posesión de esos medios. Ha sido tal la descoordinación que un pariente de los desaparecidos señala que en ese disparate ha habido máquinas paradas por falta de palistas y combustible y han tenido que ser utilizados los medios de las propias víctimas.

Mientras tanto los consejeros socialistas del gobierno de Urkullu han guardado un repugnante silencio que se entiende mal porque la zona en la que se ha producido el desastre, electoralmente hablando, es socialista y a pesar de ello nadie del PSE ha dicho esta boca es mía. Un despreciable contubernio por aquello de ocultar lo que tengan que ocultar los nacionalistas vascos en la gestión del vertedero.

Ni siquiera Idoia Mendía la líder del socialismo vasco se ha acercado por allí, está claro que lo que prima en el País Vasco es el interés que sienten los peneuvistas para que nadie, fuera de su control, conozca las verdaderas circunstancias del desastre acontecido en Zaldívar.
  
Qué decir de Pedro Sánchez que el fin de semana pasado se acercó al País Vasco, parece que lo del coronavirus no lo tiene demasiado ocupado,  para apoyar la candidatura de Idoia Mendía. Muchos socialistas vascos esperaban una visita de Sánchez a Zaldívar que no se produjo para no molestar a sus socios de la moción de censura y de la investidura y es que a Sánchez todos lo tienen cogido por donde más duele.

Casi un mes desde que se produjo el accidente y los del PNV y PSE echando balones fuera con dos seres humanos enterrados bajo toneladas de escombros tóxicos. Qué tendrán que ocultar para que, con las elecciones a la vuelta de la esquina, se atrevan a hacer una exhibición tan penosa.

NOTA: Éste escrito se publica también en el digital El Diestro. Aquí les dejo el enlace a ese medio, que merece la pena leer.

https://www.eldiestro.es/




Comentarios

  1. Pues eso, ocultando, ocultando, dejan al aire su traición a unos y a otros. Por lo visto hay tanta, tanta mierda ( con perdón ) entre ellos, que ni se mueven. Mientras dos criaturas están muertas y sin sepultura, en toda la inmundicia que han generado. Tanto silencio es sospechoso al cien por cien y en cuanto a Sanchez, calla porque todos lo tienen cogido por donde mas duele. La farsa continua y esto se pone cada vez peor. Gracias Miguel una vez mas.

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