El 8M y las Residencias de Mayores, el talón de Aquiles de Pedro Sánchez

El pobre Delegado no sabía nada de nada


La otra tarde veía un escena de una serie televisiva que representaba un juzgado colombiano en el que los testigos de la fiscalía se desdecían de todo lo que habían afirmado ante el Fiscal ante el desconcierto del juez que presidía el juicio y se me pusieron los pelos de punta, porque lo que sucedía en la pantalla reflejaba exactamente el misérrimo espectáculo protagonizado por los funcionarios de la Delegación del Gobierno en Madrid que ante la magistrada Rodríguez Medel, a pesar de reconocer que habían declarado otra cosa y que habían leído lo que declararon ante la Guardia Civil y lo habían firmado, se sentían misteriosamente impelidos a declarar que donde habían dicho digo, ahora tocaba decir Diego.

Más de diez funcionarios que habían declarado a la Policía Judicial de la Guardia Civil, que efectivamente habían llevado a cabo llamadas para advertir a los responsables que lo mejor era suspender una serie de actos, ante la magistrada se les aclaró la memoria y declararon con una unanimidad que claramente demuestra que mienten, que las llamadas no habían tenido la finalidad de convencer a los convocantes de los actos para que los suspendieran por el peligro de contagio, la verdad de la buena que tenían que contarle a la pobre Rodríguez Medel, es que llamaron simplemente para informarse si esos actos iban a ser suspendidos.

Una desgracia porque los colombianos que se desdecían ante el juez estaban amenazados de muerte ellos y sus familias por el narco al que juzgaban, no creo que ese sea el caso de los funcionarios que se echaron para atrás, pero desde luego queda muy claro que algún tipo de presión tienen que haber sufrido. Y rajándose han cometido un error, porque mentir a un juez puede tener consecuencias, pero es que además esa gente ya tiene en la Delegación una X como la copa de un pino en su expediente y en cuanto el tiempo haya pasado, van a sufrir las medidas que la superioridad imponga, parece mentira que sean tan ilusos que no sepan que quién amenaza y no pega tonto se queda, así que se vayan preparando porque en el pecado llevan la penitencia.

Pero los funcionarios se retractaron y hubo que archivar provisionalmente la causa, aunque si resulta que el Delegado del Gobierno en Madrid no sabía el peligro que tenía lo de la manifestación feminista, a pesar de haber dado con anterioridad instrucciones a su personal para que se guardaran del peligro del contagio, es que es un perfecto imbécil. Nadie puede creer que no estuviera informado del peligro que se corría, un peligro del que debía advertirle el gobierno central, que es quien era y es responsable de todo lo que tenga que ver con epidemias, no porque lo diga yo sino porque lo dice la Ley Nacional de Salud Pública.

El gobierno habrá respirado tranquilo con el archivo de la causa, porque lo del 8M es un asunto que les va a perjudicar notoriamente. Quizás con la ayuda de la Fiscalía y de las oportunas lagunas mentales de los testigos, logren esquivar la acción de la Justicia, pero por mucho empeño que pongan no van a poder esconder a la opinión pública que el 8 de marzo, el gobierno de Pedro Sánchez prefirió poner en marcha un acto político, a sabiendas del peligro que entrañaba para la salud pública, con tal de sacar los réditos que entendían iban a conseguir con la masiva manifestación.

Aunque tampoco pueden estar muy tranquilos, porque está claro que si el Delegado nada sabía del Coronavirus, el auto de archivo afirma que José Manuel Franco Pardo "no recibió comunicación o instrucción sanitaria sobre este particular y tampoco la recabó de oficio de ninguna autoridad competente en el ámbito sanitario", sin embargo el cierre del problema de la Delegación abre otro, porque si aceptamos que Franco nada sabía y tampoco sintió necesidad alguna de averiguar qué era eso del coronavirus, Marlaska si sabía del asunto, de tal manera que en el mes de febrero implantó en las cárceles un protocolo de protección para evitar los contagios y si sabía que existía una epidemia peligrosa porque así lo afirma en el protocolo de marras, quizás habría que preguntarse, porqué como ministro de Interior no prohibió la manifestación del 8M.

Los social comunistas saben que la manifestación feminista y la tragedia sucedida en las Residencias de Ancianos, en Madrid y en el resto de España, son dos asuntos en los que están perdiendo la batalla de la comunicación. Esos dos sucesos son el talón de Aquiles para Pedro Sánchez y sus mariachis, esas dos tragedias son de las que quitan muchísimos votos en unas elecciones y la gestión de la lucha contra el coronavirus premiará a los que lo hayan hecho bien y castigará, como es el caso de Pedro Sánchez, a los que lo han hecho mal. 

Que nadie otee el horizonte pensando que hablo de las elecciones generales, que también, pero de esas no vamos a hablar todavía, pero sí de las gallegas que anuncian un premio gordo a Feijoo que le ha lavado la cara a Sánchez con la gestión de la epidemia en Galicia.

"Quien pacta con Bildu, se quema", acaba de manifestar sarcástico Ortuzar, después de echarle un vistazo a las encuestas vascas, que también van a premiar al PNV, que supo separarse de las decisiones del Gobierno de España y ha ido a su aire en lo de la epidemia y la desescalada y sin que le haya ido demasiado bien, sí ha obtenido unos resultados mejores que los que han conseguido los social comunistas.

Y con las Residencias de Mayores también tienen un problema que a pesar de las mentiras y de la ayuda de la prensa no van a poder tapar, porque por mucho que se empeñen en señalar a Madrid, las estadísticas dicen bien a las claras que el problema ocurrió a nivel nacional y a pesar de la decisión de Sanidad de medicalizarlas, decisión que las colocaba a las órdenes de la Autoridad Única, el Gobierno nada hizo y la rueda de prensa en la que Iglesias anunció que se hacía cargo de ellas les ha hecho muchísimo daño y lo que te rondaré morena.

Insisto, a lo peor se libran de la acción de la Justicia, pero de ésta saben que van a salir muy tocados, porque lo del 8M y las Residencias no es un problema de izquierdas o derechas, es un problema humano, los muertos y los infectados eran de todas las ideologías y sus familias igual y lo mismo  sucedió con los ancianos que fallecieron a puñados en las Residencias de toda España.

De ahí el empeño y la sobreactuación gubernamental por ocultar lo realmente sucedido, un empeño inútil porque igual que no se puede tapar el sol con un dedo, lo mismo sucede con la verdad, que no se puede ocultar. Por mucho empeño que ponga el Gobierno en mentir y tergiversar, por mucho que las terminales mediáticas se vuelquen en su apoyo, más de 40.000 muertos piden explicaciones y eso no se soluciona acusando de fascistas a quiénes reclaman justicia para ellos.

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