Nadia Calviño dispuesta a acabar con la influencia podemita desde el Eurogrupo


Parece que las cosas que tienen que ver con la fiscalidad empiezan a cambiar en el seno de la coalición social comunista. En la propuesta que el PSOE y Unidas Podemos elevan a la Comisión de Reconstrucción, no aparece el “impuesto a los ricos”, parece ser que ese tributo que pretendía gravar a los patrimonios superiores a un millón de euros y que era una de las figuras fiscales que con más empeño defendían los podemitas, milagrosamente ha desaparecido.

No pretendo sostener que Nadia Calviño gane batallas antes de que siquiera sepa si va a ser nombrada presidenta del Eurogrupo o no, pero me parece que Pedro Sánchez ha querido dar una muestra que garantice lo que puede suceder si Calviño llega a la presidencia del Eurogrupo, cargo que ostentaría durante dos años y medio, un tiempo muy complicado que los organismos económicos internacionales estiman es el plazo mínimo en el que se puede recuperar la crisis europea. Hay que considerar por tanto que la figura de Calviño, como presidenta del Eurogrupo, va a ser muy importante para que la economía europea se recupere lo más rápidamente posible del desplome que está sufriendo.

Será el 9 de julio el día en el que se llevará a cabo la votación que decidirá quién presidirá el Eurogrupo, existen una serie de mecanismos creados a través de la costumbre que nos dicen que de los tres candidatos que se presentan al cargo, el que menos posibilidades tenga de salir elegido, tras las conversaciones que ya han tenido lugar y las que se llevarán a cabo hasta el 9 del mes que viene, renunciará para dejar libre el camino a los dos aspirantes con más posibilidades de alcanzar la presidencia y también es costumbre que llegado el momento y tras comprobar ambos candidatos con que apoyos cuentan, el que sepa que no va a salir elegido, renunciará para permitir que el triunfador sea elegido por unanimidad de los 19 ministros de Economía o Hacienda de la Zona Euro.

Nadia Calviño, se supone que cuenta con el apoyo del PSOE, el de Francia, Alemania y recibirá el apoyo del PP que desea sobre todas las cosas que Calviño garantice la ortodoxia en todo lo que haga referencia a las medidas a adoptar para hacer frente a la pavorosa crisis que ya sufrimos, pero que va a empeorar a pasos agigantados de cara al mes de septiembre.

Todos sabemos, excepción hecha de algunos votantes de la zurda, que a Europa no le gusta lo más mínimo Pablo Iglesias ni sus ocurrencias fiscales y económicas. Quizás por eso se entiende que el camino que lleva a la presidencia a Nadia Calviño está bastante expedito. La UE sabe que no puede dejar caer a España, a cuenta del peso específico de nuestro PIB, pero también entiende de que no puede entregar el dinero de las ayudas y del rescate si no hay alguien que garantice el rigor presupuestario y la ortodoxia económica y ese alguien es Nadia Calviño. Porque resulta duro decirlo pero es que en estos momentos España está tomando una serie de medidas que se oponen frontalmente a las recomendaciones de la Unión Europea.

Es lo mismo que sucedió con los test, todo el mundo reconoció la importancia que para la lucha contra el coronavirus tenían los test, todo el mundo hizo test masivos, salvo España, que decidió que no hacía falta y así nos lució el pelo. Y ahora con la política fiscal estamos haciendo otra vez justo lo contrario que llevan a cabo el resto de los socios de la Unión Europea, por eso en Bruselas necesitan a alguien con la que puedan hablar en el mismo idioma y que abomine de las fatales ocurrencias del populismo bolivariano y que les permita estar razonablemente tranquilos con el rescate a España.

Supongo que será una tarea que acometerá Nadia Calviño con muchísimo gusto, la Vicepresidenta económica ha mantenido una lucha sin cuartel dentro del gobierno con Pablo Iglesias y los ministros podemitas, lo que le ha ocasionado serios problemas y algún disgusto morrocotudo. De hecho aquel acuerdo del PSOE, propiciado por Podemos, firmado con Bildu, le obligó a ponerse seria y advertir que si se llevaba a cabo la derogación de la Reforma Laboral de Rajoy, ella cogía los bártulos y se iba con la música a otra parte.

Supongo que Pedro Sánchez, que ya sabe que la UE nos va a tener que rescatar y eso significa que automáticamente nos va a intervenir, prefiere que quién lleve la política económica de España, que a partir del rescate, se definirá en Bruselas, sea su propia Vicepresidenta Económica y no el irlandés que se presenta, supongo que por ahí Calviño tiene asegurado el apoyo de su partido. Por otra parte el PP y el PPE están encantados con que sea ella la que maneje la recuperación europea, sobre todo en lo que atañe a la economía española.

Así que parece que el nombramiento tiene muchas posibilidades para que recaiga sobre el buen hacer de Nadia Calviño, que cuenta con un currículo muy importante como funcionaria europea y que parece es la única persona que puede garantizar que la economía española y las medidas que haya que adoptar en lo que hace referencia al gasto y a los recortes, estén de acuerdo con la postura europea, que dice que dinero sí, pero con todas las condiciones, control  y garantías de este mundo.

¿Eso significa que Pablo Iglesias se vaya a poner digno y abandone el Gobierno?, pues la verdad es que creo que no. Si para muestra bien vale un botón, ahí tienen ustedes la conformidad de eliminar de la propuesta del PSOE y Podemos a la Comisión de Reconstrucción el impuesto que se ha dado en llamar de los ricos y que según Iglesias le iba a permitir al estado recaudar unos once mil millones de euros. Me temo que los podemitas le han cogido gusto al ejercicio del poder y a la dulcísima miel de los presupuestos de los respectivos ministerios, que supuestamente administran y no los van a poder despegar del Consejo de Ministros ni con agua caliente.

Supongo que harán todo el ruido que puedan de cara a su parroquia y aprovecharán el tiempo y el dinero de nuestros impuestos - sea poco o mucho, siempre es mejor que nada -para ir preparando su campaña electoral. Y de vez en cuando se pondrán ternes en algún asunto concreto y Pedro Sánchez se verá obligado a practicar lo de la geometría variable para pedir el apoyo del PP, al objeto de ganar la votación correspondiente en el Parlamento.

Veremos que sucede en estas dos semanas que nos separan del 9 de julio. Personalmente creo que Nadia Calviño se llevará el gato al agua y después nos tocará observar qué es lo que sucede, porque ya sabemos todos o casi todos que de Pedro Sánchez se puede esperar cualquier cosa, sobre todo si es mala.



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