Una vela a UGT y otra ¿al diablo?...


Zapatero tras negarlo bastantes más veces que Pedro negó a Cristo, llevó a cabo la crisis de gobierno, que los de siempre se empeñan en llamar remodelación gubernamental, por aquello de quitarle hierro al asunto.

Unos cambios que han transformado al Consejo de Ministros en un Comité de Campaña, con repuesto incluido por si ZP al final de los días…… de la legislatura decide dar la espantada y no se presenta a la reelección.

Una decisión de carácter estratégico que no va a satisfacer a casi nadie. Para ello ha echado mano de la vieja guardia felipista, la zapaterista si ha existido alguna vez está a lo que se ve agotada y Zapatero se dispone a hacer frente al mundo, a las circunstancias y al PP en un ambiente decididamente electoral.

Pero este hombre, el presidente de nuestro gobierno, no da puntada sin hilo y con esta remodelación ha conseguido lo que nadie en este mundo. Ha sido nombrar a Leire Pajín ministra de Sanidad y antes que ésta haya podido tomar posesión ya hay quiénes sintiéndose perjudicados han anunciado manifestaciones de protesta por el mencionado nombramiento, esto sí que es concitar entusiasmos unánimes y clamorosos.

Pero Zapatero tiene un problema, tuvo que presentar una reforma laboral, a la que ahora hay que dotar con el reglamento correspondiente y  los sindicatos están en contra de la ley y de su desarrollo. Ante este delicado asunto, delicado para sus intereses claro está, en vez de buscar la solución que satisfaciera el interés general, en esa estrategia de preparar las elecciones para las que necesita el apoyo ciego de la izquierda y consiguientemente la de los sindicatos, ha tomado una decisión táctica, nombrar a Valeriano Gómez como ministro de Trabajo.

Valeriano Gómez en cuanto se conoció la noticia de su nombramiento, justificaba su cualificación para el cargo explicando a los medios que “el había colaborado con los técnicos de Ministerio de Trabajo en la elaboración del Decreto" que implantaba la reforma laboral por la que se convocó una huelga general y que echó a la calle a los sindicatos.

Bien aceptemos la palabra de D. Valeriano, que a lo que se ve colaboró en esa redacción, pero se impone hacer una pregunta, si colaboró en la redacción del Decreto ¿por qué participó en la manifestación contra ese texto que él mismo había ayudado a redactar?

Así que habrá que poner en duda la honestidad de un militante de UGT, Don Valeriano, que colabora con Trabajo para redactar la Reforma Laboral y para tranquilizar su mala conducta, sindical supongo, se manifiesta contra ese Decreto y participa de forma activa en la huelga general. Lo de poner una vela a Dios y otra al diablo le va que ni pintado a la actitud del ya Ministro de Trabajo.

No sé quién era, me parece que Romanones, aquel político que manifestaba “no me importa quién redacte las leyes mientras yo haga los reglamentos”, y parece que esa es la misma idea que sustenta a este nombramiento.

Zapatero ha mandado un mensaje para tranquilizar a los sindicatos con este nombramiento, ya tiene UGT ministro; a éste nombramiento habrá que sumar al Vicepresidente “in pectore” que UGT tiene en el Gobierno de España, nuestro ínclito amigo y compañero del Metal Sr. Méndez.

Ahora, Valeriano Gómez tiene que desarrollar un reglamento que desnaturalice todo aquello que de esa Ley moleste a los sindicatos y a quien Dios se la de San Pedro se la bendiga y si se preguntan ustedes que si eso ayudará a crear empleo, me van a permitir que les diga que, de acuerdo con mi opinión, lo de la creación de empleo se repetirá como un mantra a lo largo de lo que resta de legislatura pero lo único verdaderamente importante para este gobierno, perdón comité de campaña electoral, es intentar aminorar el fracaso electoral que se avecina.

Como alguien ha dicho hoy, Rubalcaba es el del fin de Zapatero, por eso creo que tras maniobrar con la habilidad que le caracteriza Rubalcaba flamante Vicepresidente se ha alzado con el santo y la limosna, quizás la Moncloa no esté muy cerca, el fracaso electoral socialista se lo va a impedir, pero seguro que Ferraz es un objetivo fácilmente alcanzable para Alfredo Pérez Rubalcaba.

Hoy con la toma de posesión se inicia el postzapaterismo, no sé si el interesado se habrá enterado.



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