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Eva García Sáenz de Urturi, una autora con más de dos millones de lectores


Me consta, me lo dijo un lector, que soy demasiado aficionado a utilizar frases hechas y sobre todo refranes, supongo que esta costumbre puede llegar a cansar a algunos, pero a estas alturas del partido - ¡vaya, la primera! - con setenta y seis años a mis espaldas, si soy sincero no estoy demasiado interesado en cambiar un hábito tan arraigado en mi manera de comunicarme y si se me ocurriera proponérmelo en serio, no creo que fuera capaz de hacerlo, así que encarecidamente les ruego me excusen por ello y a otra cosa mariposa.

En alguna ocasión, he explicado los problemas que a veces tengo para decidir sobre que autor voy a escribir pero ya se sabe que cuando menos se espera salta la liebre, y eso es lo que me pasó en la mañana del pasado domingo, cuando se me vino a la cabeza una conversación telefónica que mantuve con mi hermana Margarita. Mi hermana que de paciencia anda bien, tirando a muy bien, lo que no es extraño porque, por una parte me ha soportado con paciencia franciscana durante muchísimos años, y por otra, dedicó su vida profesional a la enseñanza, así que tiene al respecto un entrenamiento sobresaliente, me estaba hablando de una novela que había leído justo antes de emprender la lectura de la mía y de la que no recordaba en el momento de nuestra charla, el nombre de la autora y me decía que seguro que la había leído y para centrar el tema me comentó que la novela transcurría en Vitoria y tenía que ver con un asesino en serie.

Le pregunté si ocurría en la Edad Media y me dijo que no, que en época contemporánea. La verdad es que me sonaba, tenía una idea muy nebulosa al respecto, estaba seguro de que la había leído pero no había manera que fuera capaz de recordarla con exactitud. Continuamos charlando de lo que fuera que habláramos y ahí quedó la cosa. Pero en la mañana del domingo pasado se me vino como un fogonazo a la cabeza el título de la novela, se trataba de “El silencio de la ciudad blanca”, aunque tuve que acudir a Google para averiguar cuál era el nombre de su autora, que no era otra que la escritora vitoriana Eva García Sáenz de Urturi, a la que conocía porque hará dos o tres años me regalaron un ejemplar de su libro que me gustó y si me apuran un poco creo que vi en la tele una película española basada en su texto. Así que incontinenti decidí escribir sobre Eva García Sáenz de Urturi y sobre la Trilogía de la ciudad blanca que escribió entre el año 2106 y el 2018.

En primer lugar me llama la atención, me gusta, el hecho de que escriba una serie negra y en lugar de que los lectores la conozcamos por el nombre de su personaje protagonista – el inspector Unai López de Ayala – como resulta habitual en las series escritas por las gentes dedicadas al género negro, se la conozca por el nombre que le da la autora y muchísima gente más a la ciudad de Vitoria. Recuerdo que les explicaba que una de las características de la novela negra es el papel preponderante de las ciudades en las que se desarrollan las tramas, que de escenario pasaron a la categoría de auténticas protagonistas y este es el caso de nuestra autora y su trilogía.

Eva García Sáenz de Urturi nació en Vitoria el 20 de agosto de 1982, cursó estudios en su ciudad natal, se graduó como Óptico-optometrista, trabajó en el sector hasta convertirse en directiva de una importante multinacional. Tras diez años, decidió abandonar la Óptica y se puso a trabajar en la Universidad de Alicante, donde permaneció hasta que en el año 2014 solicitó una excedencia para dedicarse a tiempo completo a la creación literaria.

En ese momento ya era una autora de éxito, en el año 2009 comenzó a escribir “La saga de los longevos" que publicó en el año 2012 con un gran éxito tanto a nivel nacional como internacional, la novela fue traducida al inglés y obtuvo un resonante éxito en el mundo anglosajón. En 2014 vio la luz la segunda entrega de la saga, “Los hijos de Adán”, y la novela histórica “Pasaje a Tahití” editada por Espasa.

Como decía, a partir de ese año se dedica en exclusiva a escribir, fruto de esa dedicación en el año 2016 publica la primera novela de la Trilogía de la ciudad blanca: “El silencio de la ciudad blanca”, en 2017 ve la luz “Los ritos del agua”, la segunda entrega de la trilogía y en 2018 la cierra con la publicación de “Los señores del tiempo”. En el año 2020 gana el Premio Planeta con “Aquitania” una thriller histórico que lleva ya más de doce ediciones. Estamos hablando de una autora cuyas novelas han estado en las listas de libros más vendidos en España naturalmente, pero también en Alemania, Polonia, Méjico, Estado Unidos, Colombia y Argentina.

Dos millones de ejemplares vendidos nos contemplan, así que aquí es de aplicación aquello de que más de dos millones de lectores no se pueden equivocar. Si hablamos de la trilogía, de la que sólo he leído las dos primeras novelas, lo cierto es que son textos que se leen muy bien, las tramas resultan entretenidas y los personajes están perfectamente dibujados, entre los que cuento a la ciudad de Vitoria que ha visto como la obra de Eva la convertía en objetivo de miles de lectores de la Trilogía, que la visitaban para recorrer las rutas literarias de los escenarios reales de las novelas, situación que ha aprovechado el ayuntamiento vitoriano que las ha organizado perfectamente, lo que supone un éxito muy importante para el turismo cultural.

Como dice la editorial que la publicó “En "El silencio de la ciudad blanca" una extraña serie de asesinatos, que pareció finalizar hace 20 años con la detención del asesino, se reanuda. El presunto criminal, un conocido arquitecto alavés, sigue en la cárcel. Los cadáveres de un chico y una chica aparecen desnudos en la cripta de la Catedral Vieja de Vitoria, en la misma posición en la que solía dejarlos el conocido como 'Asesino de los durmientes'. Hace 20 años que la ciudad no ve uno de estos crímenes, los mismos que lleva en la cárcel Tasio Ortiz de Zárate, condenado por los extraños asesinatos de hace dos décadas”.

Eva García Sáenz de Urturi tiene un estilo muy ágil que atrae al lector, ya he dicho que las tramas están muy bien construidas y Unai, el inspector de la Criminal, especialista en crear perfiles, enriquece con su persona y su manera de investigar al relato. Es un hombre corpulento, viudo, con cuarenta años cuando comienza la primera novela, que ingresó en la policía a los 20 años obsesionado por una serie de asesinatos en serie que ocurrieron en Vitoria y cuyo autor terminó en la cárcel; precisamente el mismo tipo de asesinatos que los que en el principio de la trilogía vuelven a cometerse en su ciudad y que tendrá que investigar.

Trilogía de la ciudad blanca

El silencio de la ciudad blanca, 2016

Los ritos del agua, 2017

Los señores del tiempo, 2018

No se me ocurre recomendar a la autora, creo que sus cifras de ventas, los premios obtenidos por su obra y el reconocimiento internacional que ha recibido harían impertinente mi recomendación.

Hasta aquí hemos llegado, espero que, si Dios quiere y ustedes hacen gala de esa paciencia con la que me leen, nos volvamos a encontrar por aquí el próximo miércoles. Cuídense mucho.

Un abrazo.

Como probablemente sepan la mayoría de ustedes, acaban de publicarme una novela negra que se titula "Al madero no le gusta la ropa vieja", cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que  investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!

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