El Nombre de la Rosa, una muy entretenida novela de Umberto Eco.


 

El nombre de la Rosa es la primera novela de Humberto Eco, como es sabido crítico literario, semiólogo y novelista italiano. Eco se da a conocer en el ámbito universitario en el año 1956 a partir de la publicación de su tesis “El problema estético en Santo Tomás de Aquino”. Posteriormente dio clases en la Universidad de Milán durante dos años, antes de convertirse en profesor de Comunicación Visual en Florencia en 1966. Fue en esos años cuando publicó sus importantes estudios “Obra abierta” y “La estructura ausente”. La publicación de estos importantes trabajos teóricos y otros sobre el análisis de los signos y los significados lo convierte en un especialista muy reconocido en los círculos académicos.

Pero Umberto Eco alcanzó la popularidad gracias a la publicación de dos novelas, Eco se hizo popular gracias al éxito de “El Nombre de la Rosa” que publica en el año 1981, una historia detectivesca que se desarrolla en un monasterio en el año 1327; y “El péndulo de Foucault” que publica siete años después, en la que nos habla de una conspiración secreta de sabios, construida en torno a temas esotéricos y desde una perspectiva ideológica.

En “El nombre de la Rosa” Umberto Eco nos sitúa en el año 1327, año en el que el hermano Guillermo de Baskerville, un monje ya de mediana edad, antiguo inquisidor, y miembro de la orden franciscana, es requerido por el superior de una importante abadía situada en el norte de la península italiana para que descubra al autor de la horrible muerte del joven miniaturista Adelmo de Otranto.   Durante siete días de terror apocalíptico, el asesino golpeará una y otra vez, mientras Guillermo y Adso, su fiel ayudante, investigan las complicadas relaciones entre los monjes e intentan penetrar en los secretos de la biblioteca, piedra angular de la abadía, donde se encuentran los más valiosos manuscritos de la cristiandad y entre cuyos muros, Guillermo sospecha que se encuentra la clave para aclarar los crímenes.

Durante su estancia en la abadía van desapareciendo misteriosamente más monjes, a quienes encuentran muertos al poco tiempo. Lentamente y gracias a la información aportada por algunos monjes, Guillermo va esclareciendo los hechos. El móvil de los crímenes parecen ser unos antiguos tratados sobre la licitud de la risa que se encuentran en la biblioteca del complejo, de la cual se dice que es la mayor del mundo cristiano. ¿Quién es el asesino? ¿Qué hicieron sus víctimas para morir asesinadas? Nadie lo sabe.

“El Nombre de la Rosa”, es una combinación de una crónica medieval y de novela policíaca, en la que nuestro autor efectúa una reconstrucción muy detallada de esa época - mal llamada por muchos “los tiempos oscuros” - que no sólo se centra en la forma de vida de los monjes de una abadía benedictina, sino que también lo hace en la ideología y forma de pensar y sentir del siglo XIV. La teología y el misterio se funden en una sola novela, complementándose mutuamente y dando una sensación de realidad que pocas novelas consiguen producir. Aunque el manuscrito de Adso de Melk, el ayudante de Fray Guillermo de Baskerville, que Umberto Eco nos explica que ha sido la fuente que le ha inspirado el relato sólo contuviera las invenciones de un monje, realmente no importa, porque a mi entender el autor ha conseguido una crónica tan verídica como las de los historiadores de aquel tiempo, que pone al alcance del lector una visión clara de una época tan conflictiva como fue aquélla.

Habrá quien piense que lo escribir una novela policiaca y situarla en la Edad Media no es otra cosa que el recurso que utiliza el autor con el fin de crear una situación original. Quien sostenga eso se equivoca, el propio autor desmiente tal cosa afirmando que: “Ni que decir tiene que todos los problemas de la Europa moderna, tal como hoy los sentimos, se forman en la Edad Media: Desde la democracia comunal hasta la economía bancaria, desde las monarquías nacionales hasta las ciudades, desde las nuevas tecnologías hasta las rebeliones de los pobres… La Edad Media es nuestra infancia”.

De la mano de Eco vamos a conocer la vida cotidiana en un gran convento, la vida de los monjes, de los legos y de los siervos que trabajaban para el monasterio, y asistiremos a través de la narración a las discusiones ideológicas que se suceden en un concilio desarrollado en la abadía dedicado a la discusión  entre franciscanos y dominicos sobre la pobreza de Cristo y la que debiera observar la Iglesia, ante la  suposición de los monjes de la llegada del Apocalipsis deducible por los mortales hechos acaecidos. Y asistiremos a la aparición de la Santa Inquisición que pretende castigar a los seguidores del culto al diablo que, liberado, prosigue con sus asesinatos mientras que los protagonistas de la novela, Guillermo de Baskerville y su novicio, Adso de Melk, se muestran dispuestos a averiguar de una forma deductiva que es lo que está ocurriendo realmente.

La narración de la investigación, creo que por sí sola justifica la obra, pero Eco es profesor y se le nota y nos va a presentar una excelente descripción del mecanismo medieval de acceso a la verdad: la “Disputatio”.

Según Foucault, la “Disputatio" consiste en el enfrentamiento de dos adversarios que utilizan las armas verbales, los procesos retóricos y las demostraciones basadas esencialmente en el principio de autoridad. No se apelaba a testigos de verdad sino a testigos de fuerza. Cuantos más autores pudiese reunir uno de los participantes de la “disputatio”, cuanto más pudiere invocar testimonios de autoridad, de fuerza, de peso y no testimonios de verdad, mayores posibilidades tenía de salir vencedor del enfrentamiento. La “Disputatio” es, en “El Nombre de la Rosa”, el mecanismo de determinación de la verdad, o, si se prefiere, el método de producción de conocimiento.

Y cuando por fin cuando finaliza el relato, cuando parece que el misterio o los misterios han sido aclarados, nos encontramos con la sorpresa de que el final de la novela nos vuelve a situar ante un misterio. Umberto Eco por boca un Adso de Melk ya maduro culmina el relato con esta frase: “Stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus”, expresión que se podría traducir como: “De la rosa original sólo nos queda el nombre”. Y así Eco cierra el libro

Por resumir una magnífica novela, Creo que es una obra que debe leerse, anticipo que su lectura no es demasiado fácil, pero tampoco supone un ejercicio demasiado pesado, me parece que es de las novelas escritas en el siglo XX que merecen una lectura y desde luego una buena relectura.

Hasta aquí hemos llegado, espero que si Dios quiere nos volvamos a encontrar por aquí el próximo sábado. Cuídense mucho.

Un abrazo.

Como probablemente sepan ustedes he publicado una novela negra "Al madero no le gusta la ropa vieja" cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!

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