"El hombre más buscado": La lucha contra el terrorismo islamista de la mano de John Le Carré


 

No sé si lo he comentado aquí, pero no hace demasiado tiempo decidí adquirir la colección de John Le Carré que ofrece "El País" en sus colecciones. Veinte libros del maestro del espionaje que estoy leyendo un poco a salto de mata y que me hicieron pensar en si habría comentado, en aquel programa de televisión en el que hablaba de los libros y de su lectura, alguna de sus obras. Busqué y efectivamente había comentado al menos una que hoy quiero comentarles porque es muy interesante, como el resto de las novelas del autor y porque trata de un tema que por desgracia nos interesa a todos.

“El hombre más buscado”, es la vigésima novela de John le Carré, la elegí en su momento porque el autor es un auténtico maestro del género de espionaje y porque en este relato, como en otros, Le Carré se aparta de sus personajes y temas más icónicos y afronta asuntos que desgraciadamente estaban de actualidad cuando la comenté en televisión y siguen estándolo hoy.

Una novela que como ya he dicho, trata un tema de máxima actualidad, el terrorismo islamista y la lucha que llevan a cabo los servicios de inteligencia occidentales para evitar sus acciones. Un relato que nos plantea los abusos que en nombre de la libertad se llevan a cabo en esa lucha. No sé quién era el que dijo que: “En la eterna guerra contra el terror, no hay espacio para la compasión”. Sin embargo habrá que convenir que el respeto a las normas es el único camino que puede llevarnos a terminar con una lacra como el terrorismo, sea cual sea su calificativo.

Aunque su autor es sobradamente conocido, me van a permitir que haga una somera presentación de su figura. John Le Carré nació en Poole el 19 de octubre de 1931, su verdadero nombre es el de David John Moore Cornwell y es, como saben todos ustedes, un novelista especializado en relatos de suspense y espionaje, ambientados en la época de la Guerra fría.

Estudió en Suiza en la Universidad de Berna y también en Oxford y fue profesor en el Eton College entre 1956 y 1958. Posteriormente perteneció al cuerpo diplomático británico entre 1960 y 1964. Sus personajes, entre los que el más conocido es probablemente el agente Smiley, son realmente complejos y turbios, el autor retrata siempre a unos seres angustiados por su realidad vital que se contrapone paradójicamente a su compromiso moral.

En esta novela el autor vuelve a Alemania, un país que siempre le atrajo y más concretamente a una ciudad que tiene una importante relación con la vida de Le Carré y que además se ha visto relacionada con el terrorismo islámico en más de una ocasión, estoy hablando de Hamburgo, ciudad que ha sido importante en la vida de Le Carré. De hecho, cuando se descubrió, allá por los ya lejanos años sesenta, que el autor de “El espía que surgió del frío" era él, un hombre de la diplomacia británica, el escándalo subsiguiente hizo que sus superiores lo trasladaran de Bonn a Hamburgo, y allí tomó la decisión de abandonar el mundo diplomático y dedicarse por entero a la literatura.

Curiosamente Le Carré se encontraba en Hamburgo el 11 S. Se estaba documentando para un libro, “Amigos absolutos”, que seguro que los fans del autor recordarán, y se había pasado la mañana visionando secuencias de un líder anarquista alemán de los años sesenta. Al regresar al hotel llegó a tiempo para ver cómo se estrellaba el segundo avión contra las Torres Gemelas. No extraña por tanto que la ciudad, es decir Hamburgo y la sociedad que la habita, vaya a constituir otro de los personajes principales de la acción que Le Carré nos describe.

Le Carré nos va a relatar una historia en la que se van a entremezclar una serie de subtramas protagonizadas por una serie de personajes, muchos de los cuales han existido en la realidad, que poco a poco nos llevará a un desenlace muy duro, lo que no sorprenderá a sus muchísimos admiradores. Y para ello creará un conjunto heterogéneo de hombres y mujeres que arrastran un pasado que les ha marcado de manera definitiva. Se sostiene que los hijos no deben pagar la culpa de los padres, en esta novela no es así, todos los personajes y su vida están marcados de manera inexorable por la conducta observada por sus padres.

El argumento de “El hombre más buscado” se nutre principalmente de las relaciones que mantienen los personajes protagonistas del relato: Issa, un solicitante de asilo, mitad ruso mitad checheno, personaje cuyo auténtico propósito en Hamburgo constituye un enigma; Annabel Richter, una atractiva abogada de derechos humanos que lo acoge bajo sus alas protectoras para impedir que sea deportado, en un intento de redención por anteriores fracasos; Günther Bachmann, un veterano agente de inteligencia alemán empeñado en desentrañar una compleja red de financiación de la Yihad y en conflicto con los servicios de inteligencia americanos y Tommy Brue, un sesentón banquero escocés con unos cuantos esqueletos en su armario y también en su almario.

Además de la lucha de los distintos servicios de inteligencia, cuyas vicisitudes relata el autor con la maestría que siempre le ha caracterizado, Le Carré hace una profunda inmersión en el mundo en el que viven su dura realidad los musulmanes que habitan y trabajan en la Alemania de hoy, un mundo que ignoramos y que Le Carré pone a nuestro alcance.

Modestamente creo que en las novelas del autor que utilizaban la Guerra Fría como escenario podían observarse una serie de críticas a los servicios de inteligencia británicos, pero en esta Le Carré ejerce una crítica rotunda a la especial idiosincrasia de los norteamericanos, que parece tengan como paradigma un pensamiento: “Dispara primero y pregunta después” y pone de relieve el desprecio que sienten los yanquis por los “daños colaterales”.

Me parece un buen relato que gustará a los aficionados a los relatos de espionaje y a los que, como yo, esperamos impacientes la siguiente novela de Le Carré. Quizás a algunos no les guste la evolución que supone de pasar de la guerra fría a otras cuestiones. A mí me parece que estos nuevos temas enriquecen la trayectoria de un hombre que ha sabido evolucionar con la historia de nuestro tiempo. Su maestría en la creación de esos personajes ambivalentes nos va a llevar a través del relato, sin sentir. Y el oficio del autor le permite mantener el tempo de la narración, de manera que el lector se sienta atrapado por la historia relatada.

Hasta aquí hemos llegado, espero que si Dios quiere nos veamos por aquí el próximo martes. Cuídense mucho.

Un abrazo.

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Comentarios

  1. Es justo mencionar también la adaptación al cine de dicha novela, en la que destaca la que fue la última actuación de su protagonista Philip Seymour Hoffman. De todos modos, mis opiniones no son muy objetivas pues soy muy fanático de la obra de John Le Carré.

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  2. Buenos días, la verdad es que la obra de John Le Carré me entusiasma, en estos comentarios dejé de comentar las adaptaciones a la televisión o al cine de los libros que comento. Al principio lo hacía pero luego pensé que ya que hablaba de libros me limitaría a hablar sobre ellos y sus autores. Muchas gracias por el comentario. Un abrazo.

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