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"La lámpara de Aladino" doce relatos cortos de Luis Sepúlveda


 

Llevaba ya unos días con ganas de comentar un interesantísimo libro de relatos cortos que lleva por título “La lámpara de Aladino” y que debemos al ingenio y buen hacer literario de Luís Sepúlveda, un reconocido autor chileno del que comenté hace muy pocos unos días una fantástica novela “La sombra de lo que fuimos”. No me he podido resistir a hacerlo en primer lugar porque el autor por su calidad literaria merece cuantos comentarios publique en este blog y porque como ya he dicho “La lámpara de Aladino” es una obra inscrita en el género del relato corto y eso es muy importante para mí.

Así que si soy un admirador del pulso narrativo del autor, de su capacidad para la creación de personajes y de la originalidad de sus argumentos y a eso unimos que en esta obra ha demostrado ampliamente su oficio y habilidad literaria para cultivar el relato corto comprenderán ustedes mi afán por volver a colocarlo como protagonista de una entrada de este blog, esperando de su comprensión que acepten con paciencia franciscana las consecuencias de mi admiración por el relato corto.

En “La lámpara de Aladino” la mano del autor se reconoce por la intensidad sentenciosa del estilo poético y eficaz en la adjetivación y en la utilización de una economía de medios que evoca a los maestros de aquel mágico y denostado realismo. En estos relatos, comerciantes libaneses, viejos anarquistas situados en exóticos paisajes o amores que el tiempo no ha destruido pueblan el mundo de un Luis Sepúlveda que nunca ignorará que sus personajes se han transformado ya en "sombras" evocadas, pero explicado todo ello con ese clarísimo, eficaz y económico estilo del autor chileno, que ciertamente gasta poco en fastos, literariamente hablando.

Ya he comentado que he elegido esta obra, porque el género del relato corto es uno de mis preferidos aunque en España siempre ha arrastrado un calificativo de género menor, cuando en realidad exige un oficio difícil de alcanzar. El propio autor manifestaba en una entrevista que concedió a Publico en septiembre de 2018 que "Me encanta el relato o el cuento. Te exige concisión, es un género de madurez, el más difícil porque te pide oficio y tiene una regla de oro, que es la espontaneidad".

Eso es precisamente lo que vamos a encontrar en los doce relatos que nos ofrece Luís Sepúlveda en esta obra que publicó Tusquets en el año 2008. El chileno rompe el relato con la historia de un viejo, que lleva una vida desordenada, que varía según sean los tiempos malos o buenos, según haya o no comida para la familia, viajando con su viejo perro, enésimo animal con el mismo nombre, cuyas vidas sucesivas se mezclan en el recuerdo. Continúa con la búsqueda de un café que surge del tiempo y el olvido, o la reunión caótica de personajes en un hotel, la conjunción de poetas lustrándose el alma, o la magnífica historia, contada en apenas página y media, de un enano esperando con un ramo de flores y de cómo se ve a través de las miradas de los demás.

Historias que van formando una unidad, que surge directamente de la voz peculiar de su autor. Inquietante el relato “Corazón de María”, donde un espíritu vuelve para saldar sus deudas antes de partir; tierno y hermoso cuento en el que un hombre se encuentra sucesivamente a lo largo de su existencia con la mujer de su vida, para perderla después, hasta la siguiente oportunidad en el siguiente encuentro que se reproduce una y otra vez.

Un relato espectacular “La reconstrucción de La Catedral”; casi perfecto “El árbol”, victorioso ante los elementos, solo en la isla Lenox esperando la muerte, luchando en pie como nadie. “El ángel vengador” que parece el argumento de una novela negra, con personajes perfectamente dibujados, con una trama, de asesinatos, investigación, misterio, y un final sorprendente.

El relato “La Isla” justifica por sí mismo la obra, merecería la pena acercarse al libro aunque solo fuera por este relato nada más. Es la historia de un amor imposible, de una amistad eterna, de un viaje sin final, de dos personas que se buscan y jamás se encontrarán: realmente es un cuento estupendo. Y muchas cosas más que no quiero desvelar, pero “ La lámpara de Aladino” es un magnífico ejemplo de un género fantástico que creo casa muy bien con estos tiempos en los que los lectores dicen que apenas tienen tiempo para la lectura. Esta obra se puede leer en el orden que les parezca, cada relato es una historia completa que nos enfrenta a situaciones y vivencias que nos van a hacer reflexionar y están escritas en unas pocas páginas.

Por lo tanto se puede leer de un tirón desde la cruz a la fecha, si se me permite la expresión, o cuento a cuento, con la tranquilidad de saber que cada uno de ellos es una historia completa con su introducción, nudo y desenlace. Los relatos cortos que contiene la obra de Luis Sepúlveda están perfectamente conseguidos desde el punto de vista narrativo, el autor utiliza un lenguaje claro y directo, pero rico, que una cosa no quita la otra, y están protagonizados por unos personajes que yo diría que hay momentos en los que no es que estén vivos, sino que hasta se huelen.

A ello añadan los múltiples escenarios en los que se mueven esa pléyade de personajes, nos va a dar igual estar en la selva amazónica, en la Alejandría egipcia, en la Patagonia argentina o en el lluvioso Hamburgo, todos esos escenarios están perfectamente ambientados y descritos, fruto todo ello del acreditado currículo del autor como nómada mundial. Un escritor que sin negar aquel viejo concepto del realismo mágico, nos habla del componente mágico que tiene la vida, pero lo hace con los pies bien asentados en la tierra, aunque yo creo que más que la vida los que son mágicos, perfectamente reales, pero mágicos, son algunos de los personajes que vamos a ver desfilar por las páginas de este libro.

Una obra que hace cierto aquello que manifestaba Gracián: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”, y es cierto. Nada sobra en las páginas de “La lámpara de Aladino” pero tampoco falta nada. Un auténtico y brillante trabajo literario, pleno de esa madurez que él declara necesaria para navegar por las procelosas aguas del relato corto.

No creo que haga falta que lo diga, por redundante y hasta obvio, pero lo voy a hacer, la recomiendo encarecidamente, estoy seguro de que va a satisfacer ampliamente a cualquiera de sus lectores, aunque lo que está más que claro cristalino es que en este asunto la última palabra la tienen ustedes.  Me gustaría que si les he convencido con mi comentario y la leen o lo hacen a pesar de lo que he explicado aquí me hagan llegar su opinión, les quedaré profundamente agradecido.

Hasta aquí hemos llegado, espero que si Dios me da salud y a ustedes paciencia nos volvamos a encontrar por aquí el próximo martes. Hasta ese momento cuídense mucho.

Un abrazo.

Como probablemente sepan ustedes he publicado una novela negra "Al madero no le gusta la ropa vieja" cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!

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