El singular caso de Donna Leon




En este blog ya hemos conocido autores ucranianos que escribían en italiano, armenios criados en Turquía que lo hacen en griego y algún alemán que escribe en la lengua de Dante, un fenómeno curioso ; pero el particular caso de Donna Leon me parece un caso literalmente singular. Los autores a los que me he referido forman parte con pleno derecho del género negro italiano o griego porque al fin y a la postre en esos idiomas escribían y escriben. Hoy tratamos de un caso sorprendente tal y como señalo en el título, el de Donna Leon, una autora de género negro, que escribe en inglés y que sin embargo está incluida entre los autores italianos del género negro.

Alguno pensará y no le faltará razón, que Donna escribe en su idioma materno, lo que es cierto, pero escribe en Italia y para mayor abundamiento, sus personajes y temas son italianos y por lo tanto es lógico considerarla una autora “amarilla”, que es como se conoce al género negro en Italia. Y no digo que no, pero lo que me resulta insólito, es el que ella haya prohibido que sus obras sean traducidas al italiano. No es que me parezca mal que se la considere una autora italiana, pero me resulta chocante, toda vez sus obras son prácticamente desconocidas en Italia.

Donna Leon nació en Nueva Jersey el 28 de septiembre de 1942. En 1965 se trasladó a Italia y cursó estudios en Perugia y Siena. Trabajó como guía turística en Roma, como redactora de textos publicitarios en Londres y fue profesora en distintas escuelas norteamericanas en Italia, Irán, China y Arabia Saudita.  Fijó su residencia en Venecia en 1981; es autora de una serie protagonizada por el comisario Guido Brunetti que por ahora cuenta con veintinueve títulos, que han sido publicados en España por Seix Barral. Leon con un tesón y una capacidad admirables ha ido publicando prácticamente una novela al año desde el año 1993.

Además de la serie de Brunetti, ha escrito en colaboración con la mezzosoprano Cecilia Bartoli “Las joyas del Paraíso" (2012), una novela negra ambientada en el mundo de la ópera; un libro de ensayos “Sin Brunetti” y “El sabor de Venecia” un libro de recetas culinarias.

Guido Brunetti, su protagonista, es comisario de policía en la Prefectura de Venecia, veneciano de nacimiento le duele contemplar el cambio que ha experimentado su histórica ciudad que a lo largo de los años se ha transformado en una especie de parque temático para turistas. De origen humilde, está casado con Paola con la que tiene dos hijos, profesora universitaria, excelente cocinera e hija única de un aristócrata; por su parte Brunetti se licenció en derecho, es un hombre culto que lee a los clásicos, amante de la familia y de la buena mesa y que todos los días se sumerge en las páginas del diario veneciano Il Gazettino.

El comisario sabe que con su trabajo no va a poder atajar la corrupción endémica de las instituciones venecianas, lo que le ha convertido en un cínico, aunque ese convencimiento no le impida afrontar sus tareas con total entrega. En la serie Donna Leon nos presenta el escenario profesional de Brunetti, en el que dos grupos de personajes se equilibran entre sí. Por una parte están aquellos que se dedican, por uno u otro motivo, a poner trabas al trabajo de su protagonista, el Vicequestore Patta, el teniente Scarpa y Alvise, forman en el bando de los antagonistas de Brunetti. Con el comisario, aparecen Elettra, la secretaria de Patta, los policías Lorenzo Vianello y Roberto Pucetti y el forense Ettore Rizzardi que forman parte del grupo que apoya al comisario en su tarea, junto con Paola su mujer, que a través de sus relaciones con lo más selecto de la sociedad veneciana, facilita en muchas ocasiones la tarea a Brunetti facilitándole el acceso a unas fuentes que le estarían vedadas debido a su condición social.

La serie me parece francamente buena, en cada caso Donna Leon pone de relieve unas serie de circunstancias más o menos ocultas que sufre la sociedad veneciana que, según lo que ella afirma, no critica, aunque los ponga de manifiesto; de todas maneras me parece que ya se encargan sus personajes de hacerlo por ella. 

Tramezzini

Otra circunstancia que llama la atención es la importancia que tiene la comida en las novelas de la autora. A través del trabajo en la cocina de la esposa de Brunetti conoceremos algunas exquisiteces de la gastronomía véneta. A un nivel más pedestre Leon nos pone en contacto con los “tramezzini”, unos sándwiches muy usuales en la Italia norteña, pero que en Venecia tienen mucha fama, con los que se conforma Brunetti cuando las circunstancias le impiden comer en casa. Parece ser que la palabra tramezzino fue un invento del escritor Gabriele D'Annunzio como substituto de la palabra inglesa "sandwich", por ser más fácil de pronunciar para un hablante italiano.

Resumiendo, una serie muy importante tanto por el número de obras que la componen, como por la calidad de los relatos. Una panoplia de personajes fijos muy lograda, entre los que destaca como es lógico su protagonista, a ello hay que añadir la importante presencia de la ciudad de Venecia y su peculiar fauna social que adornan unas tramas muy interesantes.  Escriba en el idioma que escriba, Donna Leon demuestra que es una gran dama del género negro, creo que les va a gustar.

Y hasta aquí hemos llegado, si Dios quiere, el próximo viernes volveremos a encontrarnos por aquí. Entretanto, ustedes sabrán perdonar mi insistencia, cuídense mucho.

Un abrazo.

 

Coda: Si estuvieran interesados en recibir las publicaciones de este blog en su correo electrónico, no tienen más que clicar en la pestaña que aparece bajo el título del blog en la que puede leerse "Suscribirse" y escribir su dirección de correo electrónico.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 





 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Albert Rivera y su irrelevancia política

El Día de la Madre

In memoriam. Se nos ha ido Alexis Ravelo