Paco Camarasa el librero negro criminal

Hoy no vamos a hablar de ningún escritor de género negro, pero quiero traer hasta aquí a Paco Camarasa al que ya he nombrado más de una vez en el blog. No fue un escritor, aunque escribiera un libro que seguro interesará mucho a cualquier aficionado al género negro criminal. Francisco Camarasa Yáñez fue un extraordinario librero, bueno un librero y muchas cosas más. Licenciado en Económicas, en Barcelona dirigió durante trece años, junto a Montse Clavé, la fantástica librería Negra y Criminal, cuando la inauguró no era un recién llegado al mundo del libro, en Valencia, su ciudad natal, había trabajado como distribuidor, colaboró en los medios de comunicación y también hizo sus pinitos como editor.

Pero independientemente de esas actividades ejercidas brillantemente por Paco Camarasa, el librero fue el mayor divulgador de la novela negra en nuestro país, tuvo un papel fundamental en el boom que experimentó el género en España. Desde su papel como comisario de BCNegra y de muchísimos eventos más, contribuyó en gran manera a popularizar el género en nuestro país. Fue jurado de los principales premios literarios negro criminales, colaboró activamente en la fundación de clubes de lectura especializados en novela negra y ejerció su magisterio como profesor de historia del género en el Ateneo de Barcelona.

Resulta paradójico que fuera precisamente la eficacia de su labor divulgadora la que le obligara a cerrar su librería sita en la calle de La Sal de la Barceloneta, especializada en la novela negra. Su labor consiguió que la novela negra tuviera el lugar que merecía en la atención de los lectores, en las librerías y en la industria editorial y por eso la existencia de esa librería monotemática dejó de tener su razón de ser.

Negra y Criminal no fue una librería cualquiera, merecía la pena visitarla; por el propio local, pequeño, oscuro, abarrotado de publicaciones, de aspecto desordenado y por tener el privilegio de ser atendido personalmente por ese sabio. Un hombre jovial, amable, humilde, que siempre tenía tiempo para hablar con todo el mundo y que ejercía una suerte de magisterio con cualquiera que entrara por la puerta de su librería. Camarasa durante trece años no paró de hablar con los lectores que se acercaban hasta la calle de la Sal, a los que aconsejó y ayudó en la elección de la novela o del autor de su gusto.

Decía que "Mi situación ha sido de privilegio y he tenido la oportunidad de conocer libros y personas, divulgar un género que quiero mucho y que me ha hecho más sabio. Sin haber viajado nunca a Sudáfrica, Pekín o Shangai son lugares que conozco gracias a los libros".

Mucha gente desconocía la existencia de esa librería, pero los “iniciados” acudían a ella, es más, los escritores contemporáneos más importantes del género negro acudían a Negra y Criminal para llevar a cabo la presentación de sus obras. Unas presentaciones muy curiosas, recuerdo muy bien el ambiente y los mejillones -no en vano estábamos en la Barceloneta- y el vino con el que se obsequiaba a los asistentes al acto y naturalmente al escritor de turno.

Paco murió, un cáncer se lo llevó en el mes de abril del año 2018, recuerdo como si fuera ayer cuando, en una conversación telefónica, me informó que sufría la enfermedad que se lo iba a llevar por delante, me lo contó con una tranquilidad de espíritu sorprendente y lo cierto es que fue el propio Camarasa el que me tuvo que prestar consuelo, pero antes de morir escribió un libro “Sangre en los estantes” que me parece una obra extraordinariamente interesante.

No es un relato negro, Paco Camarasa sabía perfectamente cuál era el papel que había escogido para su vida, no le interesó jamás intentar pasar de librero a escritor a pesar de que muchísima gente le empujaba para que escribiera una novela. Paco se limitó a escribir un libro en el que de la A a la Z fue dando su opinión sobre los autores del género que creyó oportuno incluir en sus páginas, un compendio de conocimiento y sabiduría excepcional del que probablemente fuera el experto en literatura negra más querido de nuestro país.

Camarasa presenta en su libro a lo mejor de cada casa, desde Ambler a Zanón, pasando por la noruega Karin Fossum o el escocés William McIlvanney. Su inmensa experiencia y su bagaje lector le permitió evitar que su obra se convirtiera en una simple enumeración de autores, datos biográficos y obras publicadas, aportó al texto innumerables anécdotas y experiencias personales que lo enriquecieron y lo hizo con un estilo claro y conciso que hace muy agradable su lectura.  

Así “Sangre en los estantes” se convierte en algo mucho más importante que una relación de autores negros, el autor pone en su única obra toda la experiencia adquirida en el ejercicio de su oficio de librero, de estudioso y de lector. Creo que la obra tiene un sentido claramente didáctico, tengo la impresión que Paco quiso dejar por escrito las charlas que, sobre la novela negra, sus obras y autores, ya no podría mantener con sus clientes y amigos.

Insisto, no es una enciclopedia, pero sí creo que es un libro que ayudará a muchísimos aficionados a escoger de la mano de Paco Camarasa  al autor y la obra que mejor se acomode a su gusto particular. Lo recomiendo de todo corazón, creo que servirá de ayuda a todos aquellos, que somos muchos, a los que el género negro criminal nos encanta.

Descanse en paz Paco Camarasa, un sabio, un hombre amable y humilde que impartió sus conocimientos sin darse importancia alguna.

Hasta aquí hemos llegado, si Dios quiere, el próximo lunes nos encontraremos por aquí. Entretanto cuídense mucho.

Un abrazo.

 

 

 

 

 

 




 


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