"El testigo" de Juan Villoro: La guerra cristera ocasionada por la persecución religiosa en Méjico.


 

Hoy quiero comentarles una novela que trata de un tema muy poco conocido, me refiero a la guerra civil, conocida como la guerra cristera o la cristíada, que desató a comienzos del siglo XX la persecución religiosa llevada a cabo por el gobierno de Méjico contra la Iglesia Católica. La novela lleva por título “El Testigo” y la firma Juan Villoro, un escritor mejicano hijo de español y mejicana que nació en Ciudad de Méjico en el año 1956 y que vivió durante bastantes años en Barcelona. Escribe novela, ensayo, cuento, teatro, colabora en medios de comunicación y ha trabajado como traductor. Ejerció la docencia en la Universidad de Yale, en la Autónoma de Madrid y en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona

La novela que hoy nos ocupa empezó a crecer en la mente de Juan Villoro a raíz de la visión de un documental mexicano, en el que se describía la peripecia de un investigador que buscaba pruebas para un milagro religioso. El documental le dio la idea primigenia de este relato que hoy comentamos en la que un intelectual mejicano que ha vivido en Europa durante muchos años vuelve a Méjico.

Escribió la novela en Barcelona, esta ciudad que ya había visitado con 11 años – su padre nació en ella - se convirtió en un rincón secreto en su memoria, en un escondite para rumiar sus pensamientos íntimos. Volvió pues a ella y durante tres años se refugió en sus calles y en ellas buscó la lejanía de su tierra y entre los colores y olores mediterráneos de Barcelona cultivó la nostalgia, su nostalgia por Méjico.

El propio autor no duda en calificar a “El Testigo” como una obra obsesivamente mejicana, en ella nos relata la experiencia de un intelectual mejicano, Julio Valdivieso, profesor en la universidad parisina de Nanterre, que aprovechando un año sabático vuelve a Méjico tras la caída del PRI. La obra está dividida en tres partes y 33 capítulos, los treinta y tres capítulos tienen relación con los años que vivió el poeta mejicano Ramón López Velarde, que puede considerarse el primer poeta moderno mejicano, un poeta católico, que representa la dualidad mejicana, enfrentada a una nueva experiencia tras la caída del gobierno del PRI después de más de setenta años de control ininterrumpido del poder.

Villoro divide a su novela en tres partes, en la primera asistimos a la vuelta de Julio Valdivieso a Méjico y en ese bloque se nos relatan las sorpresas que el regreso le depara al protagonista, que más que un protagonista es un relator de lo que sucede a su alrededor. En la segunda asistimos al estudio del pasado, el pasado del protagonista, el de su familia y el pasado de Méjico, y en el tercer bloque se nos cuenta las experiencias de Julio que una vez que ha finalizado su viaje hacia el pasado y al interior de su propio yo, se encuentra ante la disyuntiva de qué hacer en el presente y como proyectarse hacia su futuro.

Julio Valdivieso se enfrenta a un Méjico que se encuentra en un impasse y en el que él mismo, como ya he dicho, se va a enfrentar a una profunda introspección de su propia vida y de su familia, pues un viejo amigo Juan Ruiz alias el Vikingo le propone que trabaje como documentalista para una telenovela mejicana que va a relatar algunos episodios de la guerra cristera.

Este es un episodio de la historia mejicana, muy poco conocido en España y me van a permitir que los sitúe ante uno de los episodios centrales de este relato. Lo que se conoce como Guerra cristera o Cristíada sucedió en el Méjico posrevolucionario entre los años 1926-1929. Una guerra civil que se cobró más de 100.000 víctimas, una guerra sangrienta y cruel de la que se prohibió hablar durante mucho tiempo en México.

En 1910 se promulga en Méjico una nueva constitución que prohibió el culto público fuera de las dependencias eclesiásticas, sería el Estado el que decidiría el número de iglesias y de sacerdotes que habría; se negó al clero el derecho de votar, a la prensa religiosa se le prohibió tocar temas relacionados con asuntos públicos, se señaló la educación primaria como laica y secular, y las corporaciones religiosas y los sacerdotes y religiosos estarían impedidos para establecer o dirigir escuelas primarias.

Hacia mediados del mes de junio de 1926, el Presidente Calles reformó el código criminal vigente. Así nació la llamada "Ley Penal Calles", que imponía penas de prisión para los sacerdotes que criticasen las leyes mejicanas, so pena de arresto por impartir enseñanzas religiosas y por vestir trajes distintivos del culto, e incluso conminó con pena de cárcel el supuesto delito de que los padres de familia influyeran a sus hijos en lo referente al tema de la religión. Ante semejantes atropellos, el Episcopado Mexicano, con autorización del Papa, ordenó la suspensión del culto público.

A mediados de mes de agosto algunos obispos deciden hablar con el presidente a fin de buscar una solución pactada, pero Calles les informó que a la Iglesia sólo le quedaban dos caminos: "El Congreso o las Armas", y como el Congreso rechazó una solicitud presentada por más de dos millones de católicos... el camino hacia la rebelión quedó trazado. Una rebelión que no tuvo, al menos oficialmente, el apoyo del episcopado mejicano ni la aprobación del Papa y que al grito de "¡Viva Cristo Rey!, ¡Viva la Virgen de Guadalupe!", explotó primero en Jalisco, Zacatecas, Guanajuato y Michoacán para que después se sumara la casi la totalidad del centro del país. En 1929 se llega a un armisticio que no solucionó realmente el problema

Hoy en día la guerra cristera es un asunto muy controvertido entre los estudiosos del tema y casi ignorado por el pueblo mejicano, un triste asunto que aunque pareciera cerrado a partir de las reformas de 1992, en que se puso fin al orden de cosas pactado en 1929, ciertas secuelas aún perceptibles en recelos paranoicos y prejuicios atávicos nos indican que todavía queda mucho trabajo pendiente que hacer

El protagonista de la novela se va a enfrentar a su pasado más reciente, protagonizado por su familia, que guarda gran cantidad de documentos sobre esa guerra y el poeta López Velarde, al que intentan llevar a los altares. Se va a enfrentar a una antigua historia de amor, de hecho su única historia de amor, ya que la protagonista de esa historia fue su única mujer hasta que se casó con su actual esposa y se va a enfrentar al clima de desconcierto político que sufre su país tras la caída del PRI.

Una magnifica novela, muy bien escrita, en la que se trata del fenómeno de la verdad, por mejor decir del problema de la subjetividad de la verdad. Una reflexión de cómo puede nuestro yo, nuestra circunstancia, trastocar a la verdad absoluta, convirtiéndola en la verdad relativa con la que nos manejamos normalmente. Una obra que nos pone en antecedentes de unos sucesos extremadamente curiosos y que nos hace viajar a ese Méjico que como dice Juan Villoro, y me van a permitir que le cite: “Este cambio dejó al pueblo mejicano una sensación de ilusión traicionada y les hizo pasar de la dictadura perfecta a la perfecta caricatura”. Es también una reflexión política sobre las heridas mal cerradas que ha dejado en la sociedad mejicana su más reciente historia y una reflexión sobre el poder de los medios de comunicación y sobre todo de la televisión.

Un libro que se lee sin sentir, a pesar de algunos términos excesivamente mejicanos, si se me permite la expresión, para el lector español, pero cuyas dudas sobre el significado de algún término se desvelan a través del contexto narrativo sin necesidad de acudir a ningún diccionario y que trata de un tema muy interesante y que no conocemos.

Hasta aquí hemos llegado, espero que si Dios quiere nos volvamos a encontrar por aquí el próximo jueves. Hasta ese momento cuídense mucho.

Un abrazo.

Como probablemente sepan la mayoría de ustedes, acaban de publicarme una novela negra que se titula "Al madero no le gusta la ropa vieja", cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!

Clique aquí




Comentarios

Entradas populares de este blog

Albert Rivera y su irrelevancia política

El Día de la Madre

In memoriam. Se nos ha ido Alexis Ravelo