Francisco García Pavón inteligente precursor de la novela policial española.


Francisco García Pavón es, como reflejo en el título, el precursor de la novela policiaca, antecedente del género negro, en España. Corría el año 1965 del siglo pasado cuando García Pavón publicaba el primer relato en el que aparecía Manuel González, conocido en Tomelloso como Plinio, que se titulaba “Los carros vacíos”. El protagonista del relato era un policía municipal del Ayuntamiento de Tomelloso y en aquellos tiempos de la dictadura nadie había publicado todavía algo que se pareciera a las novelas de detectives americanas, en todo caso se publicaban relatos en el que el protagonista era un yanqui y lo que se relataba sucedía fuera de España, pero para publicar un relato en el que el protagonista fuera un policía, manchego, aunque fuera municipal, hacía falta bastante valor y una buena dosis de capacidad intelectual.

Ya he comentado más de una vez que los regímenes dictatoriales no son precisamente un buen caldo de cultivo para la novela negra. No hay espacio en ellas para novelas realistas, cargadas de crítica social y hasta política. Y eso es lo que sucedía en aquella España, las investigaciones criminales las llevaban a cabo la Policía y la Guardia Civil - los policías municipales estaban para lo que estaban - y nadie, que no fueran ellos, investigaba crímenes, robos, suicidios, desapariciones, etc., etc.

García Pavón, que por cierto nació en Tomelloso el 24 de septiembre de 1919 y que falleció en Madrid el 18 de marzo de 1989, a lo largo de su vida cultivó la novela, el ensayo y el cuento. Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid, fue docente, crítico teatral y director de la Editorial Taurus durante diez años. Como ya he señalado cultivó con éxito una serie de géneros diversos, pero alcanzó la fama gracias a sus novelas policiacas protagonizadas por Plinio, el jefe de la Policía Local de Tomelloso.

Contaba en su momento que pretendió crear un personaje que se pareciera mucho más a Maigret que a cualquier detective anglosajón. Dueño de un fantástico estilo, fue probablemente el mejor escritor de relatos cortos de España. Cuando se planteó la idea de escribir sobre las investigaciones de un policía, tuvo el acierto de situar sus relatos fuera de Madrid, a pesar de que la idea le tentara creyó que sería mucho mejor, por aquello de la natural precaución, situar las aventuras de su protagonista en un escenario rural, que además no tuviera nada que ver con la España de sol, paella, sangría y pandereta que por aquel entonces vendía nuestro gobierno y decidió que sus relatos transcurrieran en su pueblo natal.

Nace entonces Manuel González, Plinio, que como cualquier investigador que se precie contará con un ayudante, don Lotario, veterinario del pueblo, que era quien ayudaba al jefe de policía de Tomelloso a resolver eficazmente todo tipo de casos que se presentaban en la localidad manchega y alrededores: Asesinatos, desapariciones de personas, robos de jamones. El policía  no era hombre instruido, era el producto de la sociedad rural española; su padre fue capataz de una bodega y él no pudo ir a la escuela más que unos pocos días, porque tenía que trabajar para ayudar en casa.

Plinio es un hombre de pocas palabras, tiene muchísima paciencia producto de su personalidad reflexiva y equilibrada, aunque a veces se le viene el mundo encima cuando se enfrenta a la injusticia y la irracionalidad. Dueño de una inteligencia natural sobresaliente, utiliza su intuición, pálpito la llama el veterinario, para avanzar en sus investigaciones que basa en el conocimiento profundo que tiene de la gente de su pueblo. Casado, con una hija solterona, fuma picadura liada y pasa casi todo su tiempo con su amigo el veterinario, al que la modernización del campo y la aparición de los tractores deja mucho tiempo libre.

García Pavón enfoca el género conocido como novela policíaca como una mezcla de lo estrictamente policíaco con elementos costumbristas y crítica social hasta donde era posible en aquella época, precisamente por eso Francisco García Pavón es un precursor del género negro y ocupa un lugar muy distinguido en la historia española del género.

El acierto del autor es que de la nada absoluta que le precede, consigue crear la primera serie policial de la literatura española. García Pavón afirmaba que él escribía “novelas de suspensión”, que así traducía a su castellano lo del suspense. Plinio va a ser testigo de muchísimos cambios sociales en España, como no puede ser de otra manera sus actividades como investigador chocarán muchísimas veces con la autoridad. El gobernador civil de la provincia no ve con buenos ojos que un guindilla suplante la actividad que debiera realizar la Guardia Civil.

Un elemento que caracteriza a las novelas de Plinio es que en realidad los casos que investiga no tienen apenas componente alguno de maldad, de hecho más de uno y más de dos de los casos que investiga con éxito, tienen que ver con algún malentendido o algún error. Son casos locales que nada tienen que ver con los sucesos que se puedan desarrollar en una gran ciudad, pero analizan y nos presentan facetas de la condición humana, que salvando las distancias son las mismas en un poblacho manchego que en Madrid o Barcelona. Los hombres y mujeres que viven y se relacionan en las novelas de García Pavón, responden a los mismos estímulos que los que viven en una gran ciudad, aunque se expresen de manera distinta, las grandezas y las miserias propias del género humano nos alcanzan a todos independientemente de dónde vivamos.

Las novelas del jefe de la policía municipal de Tomelloso tuvieron en su tiempo muchísimo éxito y después desaparecieron como el Guadiana. Lo cierto es que hasta que Rey Lear Ediciones no decidió rescatarlas habían ido a parar al penoso abismo de la descatalogación. Hoy en día podemos disfrutar de su lectura gracias al buen trabajo de rescate de esa editorial.

Les dejo una lista que se circunscribe a la obra literaria de Francisco García Pavón que tenga que ver con Plinio, Tomelloso y sus alrededores.

 Novelas cortas.

1965. Los carros vacíos.

1968. El carnaval.

1968. El charco de sangre.

Están las tres recopiladas en un libro editado en el 2007 por Rey Lear Ediciones, que lleva por título “Plinio. Primeras novelas”

 Novelas

1968. El reinado de Witiza.

1969. El rapto de las Sabinas.

1970. Las hermanas coloradas.

1971. Una semana de lluvia.

1972. Vendimiario de Plinio.

1973. Voces en Ruidera.

1978. Otra vez domingo.

1981. El hospital de los dormidos.

 Cuentos

1953. “El Quaque”.

1965. “Los jamones”.

1970. “El huésped de la habitación número cinco”.

          “El caso de la habitación soñada”.

          “Echaron la tarde a muertos”.

          “Las desilusiones de Plinio”.

          “Muerte y blancura de Baudelio Perona Cepeda”.

1974. “El último sábado”.

          “Las fresas del Café Gijón”.

          “Los sueños del hijo de Pito Solo”.

          “Fecha exacta de la muerte de Polonio Torrijas”.

          “Sospechas anulares de Plinio”.

          “La esquela mortuoria”.

          “Detalles sobre el suicidio de Arnaldo Panizo”.

          “Un crimen verdaderamente perfecto”.

          “Una tarde sin faena de Plinio y don Lotario”. 

          “La bella comiente”.

1980. “El caso mudo”.

1985. “Pan caliente y vino fuerte, mi muerte”.

          “El roncador”.

Todos ellos fueron recopilados y publicados por Rey Lear Ediciones en el año 2010 en un libro titulado “Plinio. Todos los cuentos”

Creo que se pueden recomendar sin ningún tipo de problema, entretenidas, muy bien escritas nos van a introducir en la sociedad que vive en Tomelloso y  en las tramas que creo les van a encantar. Los cuentos me parecen de un nivel sobresaliente, son auténticas joyas de un género muy difícil de escribir.

Hasta aquí hemos llegado, si Dios quiere, espero que no volvamos a encontrar aquí el próximo lunes. Cuídense mucho.

Un abrazo.

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