Transportes González e Hija: Una estupenda novela de la poco conocida María Amparo Escandón


 

Hoy quiero escribir sobre una novela con la que me topé por casualidad rebuscando en la librería cuando buscaba una obra que pudiera comentar en el programa que sobre lectura presentaba en una televisión de Fuerteventura, lo cierto es que cuando me topé con el ejemplar de “Transportes González e Hija” me llamó la atención la portada y el título, pero he de confesar que la autora, María Amparo Escandón, me resultaba absolutamente desconocida, aunque una serie de detalles me convencieron para que adquiriera un ejemplar para presentar la novela en “Sólo Libros “ que así se llamaba el programa al que hace un momento hacía referencia.

“Transportes González e Hija” estaba editada por Ediciones MAEVA que la presentaba como el libro del año 2005. En aquellos tiempos, ahora no lo sé, MAEVA publicaba todos los años sobre el mes de octubre o noviembre la obra que consideraba como la más valiosa que hubiese editado a lo largo del año correspondiente y que por tanto era un éxito contrastado. MAEVA es una editorial independiente fundada por Francisco Cuadros, que con una gran experiencia en el mundo de la distribución editorial decidió crearla en 1985. En los primeros años, los títulos que publicaron eran traducciones al castellano de ficción y algunos títulos de no-ficción, títulos cuidados y seleccionados minuciosamente y con gran calidad, creo que con esta explicación se entiende perfectamente porqué elegí este libro.

María Amparo Escandón, nació en Méjico en el año 1957, narradora bilingüe, publicó su primera novela, “Santitos” en 1999. Su novela fue el bestseller número uno en Los Ángeles y fue traducida a diecinueve idiomas y distribuida en más de ochenta y cinco países. María Escandón vive en Los Ángeles, es consultora de los laboratorios de Guiones del Sundance Film Institute, de la Fundación Contenidos de Creación en Barcelona y del Latino Screenwriters Lab en Estados Unidos; también da clases de narrativa en la UCLA.

La novela que hoy nos ocupa es una obra que resulta original por el lenguaje que utiliza. María Escandón mejicana residente en los EE. UU y bilingüe, pone a nuestro alcance un relato escrito en un castellano muy curioso, al menos para nosotros los españoles. A lo largo de la narración se utilizan una serie de términos, anglicismos muchos de ellos, y además nos pone en contacto con el español que se habla en Méjico y en los Estados Unidos por los mejicanos. Al objeto de evitar problemas, en las primeras páginas del libro existe un glosario que aclara cualquier tipo de duda.

La obra me gustó mucho - de hecho después de leerla me hice la promesa de leer “Santitos”, propósito que si he de ser sincero no cumplí - pese al contacto con el spanglish hay que reconocer que María Amparo Escandón es una buena contadora de historias, tan buena como la protagonista de su novela la obra resulta interesante y entretenida, está escrita con un estilo original pleno de ingenio y sentido del humor. La autora nos retrata por una parte la sociedad cerrada, casi claustrofóbica que convive en el microcosmos de una cárcel mejicana. Concretamente, nos retrata a un grupo de mujeres que vive mal que le pese en el Centro Penal Femenil de Rehabilitación Social, que si el nombre les parece largo no se pierdan ustedes las siglas, al citado centro se le conoce como CEPEFERESOMEX.

Nos describe a ese grupo y a los personajes que lo componen de una manera muy precisa, de forma que los personajes y el entorno que los rodea, o quizás fuera mejor decir que los aprisiona, nos resultan perfectamente creíbles. María Amparo Escandón da forma a su relato, que es uno, utilizando distintos relatos que se complementan y que inserta en su obra.

Por una parte la protagonista, la hija de ese rótulo de Transportes González e Hija, Libertad González cuenta a las presas y a nosotros su vida en primera persona en unas fingidas lecturas en el Club de Lectura de la cárcel. En esas sesiones de supuestas lecturas Libertad va contando como si leyera del libro que escoge, su vida en el exterior, su vivencia personal que poco a poco nos acercará a los motivos, desconocidos en un principio, de quién es Libertad y cuál es el motivo por el que está presa.

Por otra parte la autora recoge unas conversaciones entre transportistas a través de las emisoras de radio que llevan en sus potentes camiones de carga pesada, en esas conversaciones iremos conociendo detalles de la vida de Libertad y su padre. En modo impersonal se nos relata también la vida dentro de la cárcel, a eso hay que añadir unos comentarios en cursiva que escribe la protagonista, durante las noches a la luz de la luna. Todo un andamiaje de relatos que sustentan a la historia principal.

El relato trata por una parte de la historia de una niña huérfana de madre y su crecimiento en un ambiente absolutamente extraño. Libertad y su padre no tienen casa, viven de forma perenne en el camión, ya saben esos camiones inmensos que todos hemos visto en las películas americanas, Libertad no acude a la escuela y su padre se encarga de la educación de la niña. Por razones que no voy a descubrir Libertad termina en esa cárcel, en la que sus compañeras, la Maciza, la Diva, la Matriarca, la Rata y Nora, una de las custodias, esperan que explique quien es y que ha hecho para estar presa, pero a Libertad esas confidencias le resultan imposibles.

Ante ese bloqueo emocional, decide crear un Club de Lectura, en el que leerá en voz alta a las reclusas analfabetas en su mayoría, una serie de novelas que se encuentran en la paupérrima biblioteca de la cárcel, y en lugar de leer las novelas comienza a contar como si de la novela se tratara su vida en el exterior, cada día un capítulo de esa vida que la ha arrastrado a la prisión.

El relato poco a poco convergirá en un presente, al que asistiremos llevados por el magnífico texto de María Escandón, que con un curioso ritmo narrativo nos va a enterrar en las emociones, vivencias y sentimientos de tantos y tantos personajes, de las vidas truculentas y complicadas de una serie de mujeres víctimas de un mundo que las maltrata. La novela trata de la vida de la mujer en esa sociedad, de la relación difícil a veces de esas mujeres y de la relación entre una niña y su padre, una muy difícil y sorprendente relación. Pero también es un canto a la decisión y el empeño que ponen las mujeres en conseguir lo que al fin y al cabo es suyo.

Bien escrita, en un español que no nos es muy conocido, pero que resulta muy sonoro y con un ritmo casi musical, el planteamiento es original y el tratamiento de personajes muy adecuado. Hay que señalar que la autora hace gala de un fino sentido del humor, lo que completa desde mi punto de vista el alto valor de “Transportes González e Hija”.

Para mí fue un agradable descubrimiento y espero que lo sea también para ustedes, creo que va a gustar a la mayoría, la recomiendo convencido de su calidad y originalidad. Aunque sorprendentemente tras obtener dos éxitos importantes con sus dos novela, María Amparo Escandón no ha vuelto a publicar otra novela, sabrán Dios y ella cuál pueda ser el motivo de ese silencio.

Hasta aquí hemos llegado, espero que si Dios quiere nos volvamos a encontrar por aquí el próximo martes. Hasta ese momento cuídense mucho.

Un abrazo.

Como probablemente sepan la mayoría de ustedes, acaban de publicarme una novela negra que se titula "Al madero no le gusta la ropa vieja", cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!


Comentarios

Entradas populares de este blog

Albert Rivera y su irrelevancia política

"La velocidad de la Luz". Javier Cercas escribe sobre la capacidad del hombre para hacer el mal

El Día de la Madre