Ahora el Senado

El Senado


Dentro de nuestro sistema de democracia parlamentaria una de las instituciones que ha recibido más ataques ha sido la del Senado. Una cámara  de representación territorial con un papel absolutamente menor y que ha ido perdiendo virtualidad y peso específico a lo largo de los tiempos. Por tanto es muy natural que los ciudadanos opinaran que lo mejor para nosotros y para el Senado era que desapareciera, muchos creían y creen que con su eliminación nos evitábamos un gasto  que resulta superfluo y que supone un lujo innecesario.

Sin embargo el nuevo gobierno, en ese programa de reformas que está llevando a cabo con una intensidad y rapidez sorprendente, ha vuelto a demostrar que el Partido Popular llegó a las elecciones con un programa de gobierno muy estudiado y que se ha dedicado a aplicarlo con un empeño y rigor que otros para sí hubieran querido. Llama la atención la capacidad que tienen los de Rajoy para diversificar esfuerzos y atender a infinidad de frentes con un ritmo que puede sorprender, sobre todo si comparamos la actividad de los del PP con la anoréxica capacidad legislativa de Zapatero y sus cuates, ese triste gobierno que entre ocurrencias, promesas incumplidas, previsiones equivocadas y una falta de responsabilidad absoluta, nos llevó a la ruina.

Ahora toca reformar al Senado, es muy cierto que ante el triste papel en el que había quedado la Cámara Alta urgía aplicar una solución, resulta prudente a mi entender mantener el modelo de dos Cámaras que es muy normal en países de nuestro entorno y que por otra parte consagra nuestra Constitución, pero sin duda había que dotar al Senado de un papel específico que sirviera al interés general, más allá de justificar su existencia.

Decía Rajoy en la campaña electoral que “Hay que potenciar la importancia del Senado y convertirlo en un verdadero organismo autonómico, para que nadie dude de su utilidad” y ahora proponen un proyecto que convertirá al Senado en la cámara de representación de nuestros territorios. La principal reforma que incluirá el texto es que, a partir de la aprobación de la nueva norma, el Senado será quien decida en la tramitación de todos los proyectos que tengan que ver con las comunidades autónomas.


Concretamente el proyecto cuyo borrador conoce el Grupo Parlamentario del PP y que ya está en manos del resto de los Grupos está redactado en el sentido de que los cambios en los Estatutos de Autonomía y en la financiación local sólo podrán ser aprobados por la Cámara Alta. Será precisamente en el Senado donde se iniciará su tramitación, para que tras su aprobación por los senadores, el proyecto vaya hasta el Congreso, donde se debatirá y enmendará, para volver definitivamente al Senado, donde se producirá la aprobación definitiva.

El mismo camino legislativo recorrerán la cesión de tributos del Estado a las comunidades autonómicas y otros muchos asuntos, en definitiva se pretende aprobar una Ley que permita que la  tramitación de todos los proyectos que atañan directamente a la Administración Local, es decir aquella que tiene que ver más directamente con el territorio, sea llevada  cabo por el Senado, que será la cámara que aprobará definitivamente la legislación que se produzca relativa a las administraciones locales.

Conforme al proyecto del PP, otra cuestión no menor será la anulación de la medida que autorizaba al uso de las lenguas autonómicas en el Senado que fue impulsada por el Gobierno Zapatero, la adopción de esta medida supondría un ahorro de 120.000 euros anuales, es de suponer que  los nacionalistas se pondrán como panteras hidrófobas, pero habrá que reconocer que lo de los pinganillos y traductores simultáneos en el Senado era un asunto que clamaba al cielo. En otro sentido los populares pretenden potenciar una medida que obligue al Presidente del Gobierno a acudir obligatoriamente una vez al mes al Senado para que sus miembros puedan controlar más eficazmente la acción del gobierno.

Ya sabemos que en España en cuanto se anuncia un cambio, de inmediato antes aún de conocer de qué trata, se producen movimientos en contrario. Parece que quede bien oponerse por principio a considerar, aunque sea en el plano de lo hipotético, cualquier cuestión sin siquiera haberla estudiado en profundidad y debatido de manera constructiva y consecuente. No me cabe la menor duda que la mayoría de los ciudadanos que repiten distintos mantras que tienen que ver supuestamente con el ahorro del dinero público, se declararán en contra del proyecto.

Hemos asistido al nacimiento de movimientos ciudadanos que se mueven entre la iconoclastia y el nihilismo, parece que esa es una postura que adoptan muchos de los que hasta la fecha se proclamaban “progresistas” y que a la vista de lo que está haciendo el PSOE, su referente ideológico, han decidido que hay que estar contra todo lo existente, pues parece que si algo existe es malo por definición y consecuentemente hay que destruirlo y que el sistema parlamentario que marca nuestra constitución no sirve para nada y consecuentemente hay que acabar con él. Eso sí cuidando muy mucho de aportar alguna idea en positivo que ofrezca un modelo nuevo, fiable y capaz que sustituya al existente.

Parece que algunos de los partidos de la izquierda, que desde la caída del muro de Berlín andan perdidos, sobre todo si nos referimos a la ideología que los sustenta, se han contagiado de ese nihilismo, de ese adanismo que si es criticable entre los ciudadanos es absolutamente inaceptable en organizaciones políticas que nacen con voluntad de gobierno y servicio al interés general.

Así que me imagino que asistiremos al pataleo de los que ya se habían hecho a la idea de “cargarse” al Senado como primer paso para acabar con el sistema. Dicen los que saben, que en tiempos de tribulación no es aconsejable hacer mudanza, pues en ese sentido y sobre todo en el de convertir aquello que ya existe y que sirve para poco o nada en algo productivo y eficaz, me parece muy oportuna esa reforma que el Partido Popular pretende llevar a cabo para el Senado que naturalmente habrá que debatir, enmendar y afinar entre todos.

Creo muy puesto en razón el proyecto, porque en estos tiempos en que nos ha tocado vivir, gracias entre otras muchas cosas, a la incapacidad manifiesta del PSOE para hacer frente a la realidad, creo que hay que reformar todo aquello que estando en el marco de lo constitucional, no funciona tal y como debiera al servicio del interés general.

Resulta necesario y por tanto oportuno y me parece que hay que alabar al Gobierno por esa capacidad que demuestra para proponer reformas que hagan que nuestro sistema que tantos trabajos, dolor y sacrificios costó que nos diéramos, vuelva a funcionar de manera eficaz.

Veremos…



Comentarios

  1. Desde luego, si no se está por su supresión, es muy conveniente una reforma precisamente en ese sentido que propone el anteproyecto de ley del Gobierno.

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  2. Lo malo es que si por fin se convierte en un organo de debate autonomico no revertira en que las autonomias se moderen antes bien es seguro que termianra convirtiendose en un altavoz del desconcierto, algarabias y barullos que crean los reyezuelos autonomicos.
    Es cierto que el PP esta haciendo cambios, muchos de los cuales son una bendicion, pero tambien es cierto que con el sistema autonomico no tenemos futuro alguno, el diseño de España es un desastre que nos lastra el presente y nos destroza el futuro
    http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com/

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  3. rojo tirando a morado5 de marzo de 2012, 16:53

    Lo urgente no sería una remodelación del Senado, lo urgente sería buscar una solución con tanto apesebrado que se pasea por la Camara Alta, alta en sueldos, alta en absentismo, en dejadez de funciones, dietas, gastos, viajes, y ¿propuestas?. Dolores de Cospedal habia intevenido una sola vez en 2010 para preguntar noseque zarandaja de una base americana en el aeropuerto de Ciudad Real, eso sí, habia firmado con sus compañeros 150 preguntas en lo que iba de legislatura. De verguenza, y quieren convertirlo en camara de representacion autonomica, cuando nuestro cancer son las comunidades, DISOLUCION DEL SENADO YA, mandar tanto mamoneo a su casa sería regenerar la vida politica, aunque ya no se podrian hacer muchos favores nombrando a dedo a los candidatos a senador. Sr. Rives, si hay algo que me joroba de verdad es que alguien piense que lo de fuera es mejor porque lo tienen, España no necesita dos camaras de representantes, necesita que esos representantes trabajen y sino a la calle. Ya esta bien de justificar lo que es imposible, la gente quiere, pues referendum que te crió.

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