Los socialistas sólo acertaban cuando rectificaban, ahora ni eso.

En el lenguaje gestual taparse la boca significa que se está mintiendo




Este martes el gobierno rectificó dos veces en cinco horas la decisión que había tomado en Consejo de Ministros que establecía las medidas para que los menores de 14 años salieran a la calle. No sé a quién se le ocurrió la idea de que lo mejor para los niños es que acompañaran a uno de sus progenitores cuando éstos fueran a comprar a Mercadona, a la farmacia o a los bancos. Se le ocurriera al genio que se le ocurriera, lo grave es que el Consejo de Ministros aprobó el disparate. Resulta incomprensible que en ese Consejo con overbooking de ministros y vicepresidentes no hubiera alguien con dos dedos de frente que se opusiera a tal medida.

¿En manos de quién estamos? Tenemos todo un vicepresidente a cargo de las residencias geriátricas y el desastre es de tal magnitud que algunos de esos establecimientos recordaban a un campo de exterminio de la segunda Guerra Mundial y nadie se da por aludido. Desde el gobierno alegan que las residencias son competencia de las CC. AA, pero eso fue hasta que se nombró a la Autoridad Única porque a partir de ese día la responsabilidad es del gobierno progresista en general y de Pablo Iglesias en particular. Hemos visto al podemita en la tele amenazando con nacionalizaciones de empresas con la Constitución en la mano, ha hablado de la Renta Mínima Vital, del Plan de Reconstrucción, ha criticado al Rey y tocado muchos temas más, pero de las Residencias Geriátricas, de esas no ha hablado, porque salvo declararlas esenciales, para que en teoría tuvieran el mismo acceso a los equipos de protección que los establecimientos sanitarios, no ha hecho nada y  todos sabemos que esos equipos no llegaron y las residencias se convirtieron en auténticas morgues, sin que Iglesias moviera un dedo para aminorar la tragedia. 
 
Desde que esto comenzó el gobierno social comunista se ha instalado en la mentira y por eso quieren que las noticias sobre la pandemia sólo las puedan manejar fuentes oficiales, con esa medida pretenden ocultar la realidad de lo que ha sucedido. Cuenten lo que cuenten Pedro Sánchez, María Jesús Montero, Salvador Illa o Fernando Simón, nada puede tapar que pesan sobre sus conciencias - en el supuesto que la tengan - más de 25.000 muertos. No serán culpables directos de la muerte de los fallecidos, que eso tendrán que dirimirlo los tribunales, pero son responsables de esos fallecimientos, porque para eso son el gobierno de España, un gobierno que ocupa el último puesto en el tracking del CMA en lo que hace referencia al tratamiento de la lucha contra el COVID-19, Pedro Sánchez ha conseguido que España ocupe el último lugar en el mundo y todavía se atreve a gallear.

Sánchez oculta muchos fallecimientos, eso está muy claro, el gobierno ha tenido que reconocer que no saben cuántos son los muertos que ha ocasionado el coronavirus, nos oculta el número de muertos y también oculta celosamente la brutal crisis que vamos a sufrir. Los expertos de verdad - no los suyos, que por lo visto hicieron el curso de expertos en una escuela de palmeros - advierten que nuestro país sufrirá al menos dos años de una auténtica hecatombe económica, con miles de empresas - de esas que tienen prohibido despedir - quebradas, una deuda insostenible y un paro superior al 20%, pero Pedro Sánchez calla.

Hoy Pablo Casado le echaba en cara en el Congreso de los Diputados dos cuestiones muy importantes. En el Senado Italiano el Primer Ministro anunciaba que España iba a solicitar un rescate a la UE, noticia que fue incapaz de desmentir el presidente y Casado le desmontó otra de las mentiras preferidas de Sánchez, que intenta culpar de la crisis económica a la falta de solidaridad de la UE. El del PP detalló las cifras de la ayuda europea; por citar la principal pero no la única el Banco Central Europeo va a comprar 120.000 millones de euros de deuda española.

Pedro Sánchez pretende que sea Europa la que pague los errores y la falta de capacidad del gobierno español, argumenta que las medidas de la UE se toman contra España, pero realmente quién no tiene el menor crédito es Pedro Sánchez y su gobierno. Europa lo culpa de falsear las cifras del déficit de 2019, nada más y nada menos que 2.300 millones de euros de diferencia. 

El socialista se queja de Europa, pero allí no le vale ni el equipo de agitación y propaganda, ni el control de las redes sociales, ni  la prensa convenientemente engrasada y es por eso por lo que la UE ha puesto pie en pared y no le concede lo que pide, saben que tratan con un mentiroso que además es un incapaz.

Está meridianamente claro que estamos en manos de un gobierno que no sabe lo que hace. Los continuos bandazos, las mentiras flagrantes, la demagogia galopante, la división del Consejo de Ministros, el uso del Decreto de Alarma para tapar bocas a los críticos, el fracaso en la compra de material sanitario, definen la incapacidad de un gobierno al que el virus cogió por sorpresa, pese a las más de 40 advertencias de la OMS y  del Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades y que cuando se quiso dar cuenta, la epidemia ya se estaba expandiendo fuera de control y desde ese momento ha estado a la defensiva, siendo incapaz de tomar las medidas oportunas en los momentos adecuados tal y como han hecho otros gobiernos. No han sido capaz de llevar a cabo políticas preventivas, lo han reconocido, se han limitado a reaccionar ante hechos consumados y así nos luce el pelo.

Porque por mucho que mientan no son capaces de explicar las cifras, estamos mucho peor que el resto del mundo, tenemos más muertos que nadie y eso se debe solamente a la espantosa incapacidad que ha demostrado este gobierno.

España entera está de luto, su presidente no. La soberbia de Pedro Sánchez le impide decretar el luto oficial. Creo que esa falta de empatía ante la tragedia ajena le define perfectamente y lo inhabilita para gobernar a este país.

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