Hablemos de novela negra (Segunda Parte)


Hace un par de días les comentaba muy por encima , esto no da para mucho más, las características de lo que se ha dado en llamar novela negra y las diferencias que existen entre el relato negro y la novela policiaca clásica; un géneros que comenzó a publicarse a finales de los años veinte en los USA. Vaya por delante y me quito de en medio el problema, que en Estados Unidos cuando comenzaron a publicarse ese tipo de relatos se le adscribió al llamado género thriller y no es hasta el año 1945 cuando en Francia se le bautiza como negro ¿por qué?, simplemente porque la Editorial Gallimard traduce una serie de novelas americanas y las publica en una colección que se llamó Serie Noire y cuyas tapas estaban en negro

Ya sabemos que la novela negra,  propiamente dicha, surge de la evolución de la novela policiaca, se puede considerar a Edgar Allan Poe como el padre de la novela policiaca, género que nace en el siglo XIX concretamente en el Reino Unido. Existe una gran y extensa lista de nombres que suceden a Poe, entre los que destaca Arthur Conan Doyle, creador del mítico detective Sherlock Holmes y muchos otros que a lo largo de finales del XIX y comienzos del XX, contribuyeron a crear este género que comparte características con la novela gótica anglosajona, las de terror y los relatos de aventuras tipo folletín y que tuvo muchísimo éxito entre los lectores.

Los relatos pertenecientes al género thriller comienzan a publicarse en Estados Unidos en unas revistas baratas, dedicadas al gran público que han pasado a la historia como revistas Pulp, por el papel barato en las que estaban impresas.  "Pulp" es la denominación popular estadounidense que se daba a cierto tipo de revistas populares especializadas en el relato y la historieta. Debido a su bajo coste estas ediciones se hacían en papel rústico y amarillento que denota su origen como pulpa de celulosa.  Las Pulp se convirtieron en un producto de ventas de masas que publicaban multitud de géneros entre los que cabe destacar el de terror, la ciencia ficción, el western y naturalmente los thrillers.

Entre esas revistas o pasquines el más famoso e influyente sin duda fue Black Mask publicación que marcó la línea estructural de lo que sería el género negro. En ella publicaron lo más selecto de los pioneros del género; la publicación alcanzó sus mayores ventas a finales de los años treinta y dejó de publicarse en el año 1951.

De hecho el género se constituye como tal en 1926 cuando Joseph T.  Shaw se hace cargo de la dirección de Black Mask, pulp magazine fundado en 1920 por el crítico Henry L.  Mencken.  Shaw le dio a Black Mask una línea ideológica y una orientación que influyó notablemente en el desarrollo del relato negro, allí publicaron todos los grandes, Dashiell Hammett, Horace McCoy, William Burnett, Raoul Whitfield, James Cain, Raymond Chandler, todos ellos publicaron sus primeros relatos en la revista, creo que eso da una idea de la importancia de la publicación.

La línea impuesta desde la dirección de la revista orientó la producción literaria de sus colaboradores, todos servían a lo que deseaba Joseph T.  Shaw, quien al definir la función de Black Mask señalaba que el negocio del delito organizado tenía aliados políticos y que era su deber revelar las conexiones entre el crimen, los jueces y la policía.  En 1931 declaró: "Creemos estar prestando un servicio público al publicar las historias realistas, fieles a la verdad y aleccionadoras sobre el crimen moderno, de autores como Dashiell Hammett, Burnett y Whitfield".

Para valorar la impronta que produjo en la sociedad americana hay que señalar que Black Mask fue la revista que en 1994 inspiró a Quentin Tarantino a crear la película Pulp Fiction. Originalmente, el título de la película tenía que ser Black Mask, aunque luego la producción decidió cambiarlo.

He pretendido darles una idea de cómo fue el nacimiento del género negro en los Estados Unidos. Cuando el thriller saltó el “charco”, el éxito de la novela negra se hizo universal, ayudado en ese empeño por el cine norteamericano que utilizó los relatos thriller para crear películas “negras”, que, aunque la mayoría fueran de serie B, ayudaron a multiplicar y popularizar el éxito de la novela negra.

Creo que por hoy es suficiente, el lunes, si Dios quiere y ustedes lo desean, volveremos a encontrarnos aquí otra vez.

Hasta entonces les mando un abrazo. Cuídense mucho.

 

 

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