Ir al contenido principal

El indulto, una medida de gracia prostituida

Tiene mano...



Llevaba algún tiempo dándole vueltas al asunto de los indultos, el del conductor kamikaze, me lo estaba pidiendo a gritos, pero la actualidad se metía por banda y lo iba aparcando. Hoy la resolución del Supremo que anula parcialmente la concesión de un indulto, me inclina a tratar el tema.

El Ministerio de Justicia define al indulto como una medida de gracia, de carácter excepcional, consistente en la remisión total o parcial de las penas de los condenados por sentencia firme, que otorga el Rey, a propuesta del Ministro de Justicia, previa deliberación del Consejo de Ministros.

Por lo tanto no puedo estar de acuerdo con la aplicación de la medida porque se está manejando con una “generosidad” que invalida una de las condiciones que justifican su existencia, que no es otro que el de su excepcionalidad.

Debe ser una medida de carácter excepcional, pero la realidad, la tozuda realidad, nos dice que en España, los distintos gobiernos de uno u otro color han indultado, entre el año 1996 y el 2012, la sorprendente cifra de 10.146 individuos, lo que nos da una media de 596,82 indultos por año o si lo prefieren 1,64 condenados al día.

Datos que aparecen en un estudio llevado a cabo por una plataforma ciudadana independiente, que han tenido que recabar los datos uno a uno, repasando pacientemente los BOE,s confirmando la opacidad con la que se maneja la aplicación de esta supuesta medida de gracia de naturaleza excepcional.

Resulta indiscutible, o a mí me lo parece, que esa supuesta medida de gracia de carácter excepcional, ha sido mal utilizada a lo largo de muchísimo tiempo y aplicada con una prodigalidad que desvirtúa gravemente a la propia medida.

Nos encontramos una vez más con la utilización del favor político, con la clara finalidad de burlar el contenido de las sentencias correspondientes y por la gatera del indulto evitar el cumplimiento de las penas impuestas a los afortunados que supieron buscar el favor político.

Hay que corregir de inmediato la cuestión, la continuada aplicación del indulto resulta una mofa a la supuesta independencia del Poder Judicial, que ve como el Ejecutivo poder ajeno a la imposición de penas, evita su cumplimiento, utilizando de forma torticera la medida de gracia.

Que el favor político resulta muy importante, cuando no decisivo para conseguir el indulto correspondiente, lo demuestra la distribución geográfica de las sentencias que dan origen a los indultos. En primer lugar se encuentran las emitidas por los juzgados de Madrid, lo que parece razonable por la existencia del Supremo y la concentración de órganos judiciales y tras Madrid, van las comunidades autónomas de Valencia, Andalucía, País Vasco y Cataluña.

Esa distribución geográfica deja bien a las claras que en la concesión del indulto prima sobremanera, por encima de cuestiones humanitarias o de justicia, la influencia y el favor políticos. Dos comunidades – Andalucía y Valencia - en las que el PP y el PSOE tienen el poder hace muchísimos años y las de Cataluña (CiU) y el País Vasco (PNV) en las que los partidos nacionalistas gozan de un peso específico muy importante.

Así que lo de carácter excepcional, se sustituye por la filosofía de que el que tiene padrinos se bautiza...” y ya tenemos una nueva herramienta para ejercer el favor de manera clientelista y burlar así a la Justicia.

No puedo estar contra el indulto, aunque en el fondo piense que la figura es un residuo, poco evolucionado, de un derecho ejercido por los poderosos y que nos acompaña desde tiempos casi inmemoriales, pero no puedo oponerme frontalmente a su existencia, por su carácter de medida de gracia, que debiera aplicarse solamente para corregir situaciones paradójicas, en las que de la recta aplicación de las leyes se derivara la aplicación de una pena objetivamente desproporcionada o una situación evidentemente injusta.

Se está aplicando muy mal una medida jurídica que busca la equidad. En esto, como en casi todo, el poder político mancha lo que toca y esta es una cuestión que habría que resolver, cuanto antes mejor.


Comentarios

Entradas populares de este blog

A pesar de todo: ¡Feliz año 2025!

  Quedan muy poquitas horas para que este 2024, que ha hecho bueno el refrán que advierte que “año bisiesto año siniestro”, nos abandone. Un año que ha sido, para qué vamos a engañarnos, malo de solemnidad: Hemos sufrido desastres naturales, con unas consecuencias terribles en el plano económico, que parece hagan olvidar las pérdidas en vidas humanas y el triste destino de las víctimas que siguen necesitando la ayuda, que increíblemente les llega con cuentagotas. Si hablamos de economía parece que en términos macroeconómicos en España la cosa funciona bien, al menos eso nos dicen; pero paradójicamente a los ciudadanos nos va francamente mal. La cesta de la compra disparada, qué decir del precio de la vivienda o de los alquileres, la presión fiscal asfixiando a los asalariados, los precios de la energía eléctrica por las nubes, la pobreza infantil creciendo, el ahorro familiar y la productividad bajando y el empleo, bueno del empleo es difícil hablar porque ya se encarga el gobi...

El Día de la Madre

  Este artículo lo publiqué originalmente con otro título el día 5 del mes de marzo del año 2011, así que ya ha pasado mucha agua bajo el puente; no es un escrito que ponga de relieve las virtudes de la maternidad, pero tiene que ver con la festividad de hoy y no he podido resistirme a la tentación de publicarlo otra vez. En su día me hizo gracia publicarlo y hoy quiero añadir algo de humor a este Día de la Madre que hoy celebramos Espero que me perdonen por la ocurrencia.   Decía en marzo de 2011: "Antes de comenzar a escribir y por no hablar de memoria me he pasado por la página del CIS y he consultado los resultados del último barómetro que corresponde al de enero del presente año. Allí queda claro cuáles son los tres principales problemas que, en opinión de los ciudadanos encuestados, sufrimos en España. El primero es el paro, le siguen los problemas de índole económica y en tercer lugar los españoles perciben como problema importante a la clase política. Estoy convencido ...

¿Feliz año 2024?

  Quedan apenas unas horas para que liquidemos el 2023 y asistamos a la llegada del nuevo año. Tal y como se han encargado de contarnos insistentemente en las redes sociales finiquitamos el año en curso en domingo, por lo que hoy a las 24,00 horas terminaremos el día, la semana, el mes y naturalmente el año. No es que ese hecho cambie nada, pero ahí dejo el dato, harto de leerlo una y otra vez en las RR.SS. El 2023 que dejamos atrás, para que vamos a engañarnos, no ha sido un buen año. En nuestro país la inflación, la subida de precios de la cesta de la compra, de la energía, de los carburantes, de la vivienda y de muchísimas cosas más se han encargado de hacernos muy difícil la vida a lo largo de sus trescientos sesenta y cinco días. A eso habrá que sumar la situación política que resulta a cada día que pasa más preocupante si cabe y dejemos el asunto ahí. Y si miramos más allá de nuestras fronteras, por desgracia hemos sufrido una cantidad de desastres naturales muy preocupan...