Susana Díaz (PSOE-A) y Teresa Rodríguez (Podemos/IA) buscan socio en Andalucía


¿Futuros disidentes?

En este mundo complicado, cambiante y  falaz que es el de los pactos entre organizaciones políticas, sean de cara a las elecciones que se acercan o para ir preparando el terreno para los acuerdos postelectorales, destaca por su actividad contraria a la línea oficial de su partido, la actitud de Susana Díaz, presidenta de la junta de Andalucía y mentora de Pedro Sánchez, que hace ya tiempo se apresuró a oponerse a la postura que defendía el nuevo secretario general socialista, cuando advirtió que con Podemos no pactaba, así se acabara el mundo, que él era un tipo muy serio y con gentecilla que prometía imposibles no quería saber nada.

Ante lo dicho, hubo barones que rezongaron por aquello de que entendían que esa decisión habría que tomarla conforme a los intereses electorales de cada “baronía”, otros se apuntaron a eso tan viejo de que en política no se puede decir “nunca digas jamás” y hubo quién, como es el caso del representante del socialismo andaluz, que se apuntó descaradamente al posibilismo y en ausencia de su jefa, que ese día andaba por Marruecos, dijo que eso de pactar con Podemos “había que hablarlo”, o sea que quedó meridianamente claro que verdes las había segado el pobre Pedro Sánchez.

No hizo falta hablar mucho, bueno ni mucho ni poco, Susana Díaz que no parece muy cómoda con IU o simplemente quiere un comodín que le evite presiones de los de Valderas, lanzó al aire una posibilidad muy llamativa: Se podría pactar con Podemos siempre y cuando la organización populista se deshiciera de los de Izquierda Anticapitalista, esa escisión troskista de IU que, sorprendentemente, tantos enemigos cosecha entre los partidos de la izquierda.

Milagrosamente las cosas de la Asamblea Constituyente de Podemos parecen favorecer los deseos de la sultana socialista, porque Pablo Iglesias incluyó una cláusula en su reglamento que impide pertenecer a una organización política de carácter nacional distinta de Podemos y a la vez tener un puesto en la ejecutiva populista. Dicen que lo hacen porque así “se evita la doble militancia y la influencia de partidos ajenos”, una reflexión curiosa y sobre todo falsa. La doble militancia no se evita ni se prohíbe, lo que se evita y prohíbe es que los militantes de IA ocupen puestos en la comisión ejecutiva, que no es lo mismo. Si eres de Izquierda Anticapitalista y te conformas con ser militante de base y currar como un burro, que es lo que llevan haciendo los troskistas desde el comienzo del fenómeno Podemos, bienvenido seas compañero, pasa, paga la cuota y ponte a currar, pero si pretendes llegar a la cúpula, te lo prohíben y si te pones tonto te ponen en la calle y ahí se acabó el problema.

Fue saltar la noticia de la maniobra eclesial y el entorno de Susana Díaz entro en ebullición, se apresuraron a recordar aquello que se dijo en tiempos, que por ellos encantados de pactar con Podemos, siempre y cuando no estuvieran los de IA que tienen bastante poder en Andalucía y los largos tentáculos del socialismo andaluz, de inmediato comenzaron a moverse en ese sentido.

En Andalucía a lo que se ve se ha adelantado el celo electoral y las propuestas y contrapropuestas de pactos se están poniendo en marcha a una velocidad y frecuencia preocupante, de tal manera que si Susana busca un socio, con el que poder hacer frente a IU, hace ya días - sobre el 15 de octubre -Teresa Rodríguez eurodiputada de Podemos por Cádiz y militante de Izquierda Anticapitalista, decidió que aguardar a que la Asamblea “Sí Podemos” se llevara a cabo era una pérdida de tiempo y he de suponer que bajo el eslogan de “Pactamos si Podemos”, se adelantó a la maniobra de Iglesias, que ya se sabe que en Podemos todos son muy transversales, participativos y directos y le lanzó una oferta a IU en Andalucía, proponiéndoles un pacto contra el PSOE. 

De acuerdo a lo que manifiesta Teresa Rodríguez, que cuando habla, sin duda recoge el sentir de sus compañeros de IA, no hay lugar a dudas, dijo "Mi opinión personal es que hay dos opciones, apuntalar el bipartidismo o construir una alternativa. Creo que hay que ser valientes y dar el paso de romper con el PSOE. No se puede estar en el plato y en las tajás. Se está gobernando y recortando o construyendo una alternativa", me parece que lo que dijo no ofrece espacio alguno a la interpretación, claro, no muy conciso, pero sí muy contundente y concreto.

En Andalucía la izquierda política ha entrado  por sorpresa en celo electoral y el escándalo de los bramidos de la berrea llegan hasta Madrid. Por una parte esta Susana Díaz, encantada del leñazo que se supone [todavía no se han votado las propuestas constituyentes] se van a llevar los de Izquierda Anticapitalista, lo que le permitiría pactar con Podemos, diga lo que diga Pedro Sánchez y así evitar las presiones y desencuentros con los comunistas de IU. Están los de IU que ya no saben a quién atender, gobiernan en un pacto con el PSOE, trabajan para conseguir un acuerdo con Podemos, de tal manera que hasta retirarían a su candidato, para que Podemos colocara el suyo en ese pacto que pretenden y los de IA, "los hermanos separados" les están haciendo señas a dos manos. Teresa Rodríguez ha dicho lo que ha dicho, pero por si no estuviera lo bastante claro ha advertido que en Andalucía las listas electorales de Podemos/IA las hará la “gente” es decir los círculos, que en Andalucía es lo mismo que decir Izquierda Anticapitalista y no se acordarán en los despachos, en clara alusión a Iglesias, Monedero, Alegre, Errejón, etc.

Así están las cosas, dos mujeres enfrentadas a sus respectivos líderes, Susana a Pedro y Teresa a Pablo, en busca de un pacto que les permita actuar de manera más independiente y alrededor de ellas el barullo de la gente que busca desesperadamente su puesto al sol para cuando lleguen las elecciones y que por un chollete de cuatro años están dispuestos a vender a su madre si hiciera falta.

Habrá que seguir atentos a la pantalla, el jaleo no puede hacer otra cosa que empeorar.


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