¿Quién enseñaba ayer la patita y hoy se ha quitado la careta? Ri ve ra.





Decíamos ayer que se habían iniciado una serie de movimientos dirigidos a conseguir que Albert Rivera se haga con el liderazgo del centro derecha español, aunque para ello haga falta llevar a cabo una voladura controlada del Partido Popular lo que facilitaría su tarea.


Decía que el líder naranjito había enseñado la patita, pero le ha faltado tiempo para quitarse de una vez por todas la careta y ayer hizo unas declaraciones que dejan bien a las claras el camino por el que piensan circular Rivera y sus particulares ambiciones. 

Si el lunes decía a todo el que le quisiera escuchar que él no vetaba la presencia de Rajoy, este martes se arrancaba por derecho y afirmaba que Mariano Rajoy no era la persona idónea “para liderar una nueva etapa reformista” y para que a nadie le cupiera la menor duda, remataba afirmando que si el PP decidiera poner a otra persona al frente del partido “ya todo cambia”. De hecho admitió la posibilidad de que todo este jaleo terminara con un gobierno presidido por alguien del PP, aunque añadió que si trataban de imponer a Rajoy, esa circunstancia acabaría con cualquier posibilidad para los populares.


Hay que reconocer que hay días en los que una aparición en un programa como Espejo Público da para mucho, Albert Rivera aprovechó al máximo el tiempo que le concedieron en Antena 3 y además de darle el revolcón a los del PP y poner en su sitio a Rajoy, es decir en la calle, se acordó de la izquierda y le dio un repaso considerable a Pedro Sánchez, que se había venido arriba y farruco había largado una afirmación que no hizo ninguna gracia a la cúpula naranjita.

El candidato socialista había presumido en los medios que contaba con 131 diputados, lo que, por mucho que le duela al equipo de Sánchez, ya no es cierto. No hay que analizar demasiado para darse cuenta que el pacto era de investidura y ésta fracasó, así que D. Pedro Sánchez en estos momentos cuenta con los 90 diputados socialistas, quizás con el de CC y pare usted de contar.


No fue tan directo el reformista con Sánchez como con  Rajoy, que ya se sabe que en España es más fácil sacudirle la estera a los del PP que a los de la zurda, sea ésta progresista, comunista o bolivariana; pero el de Ciudadanos decidió enseñarle los dientes, pensará Albert que una cosa es ser buen chico y otra distinta ser tonto y ya puestos a descararse le soltó  una afirmación de un calado considerable. 

Tras despejar de la ecuación a Rajoy por la vía de la decapitación política, eso sí con muy buenas maneras y tono amable; insistió en la defensa del pacto entre PP, Ciudadanos y PSOE, pero lanzó un clarísimo aviso a navegantes, recordando “amablemente” que en el acuerdo que Ciudadanos firmó con el PSOE no se expresa el que Pedro Sánchez tenga que ser el futuro presidente de Gobierno; que lo que valía para la investidura, no vale para estos momentos.

Y en Ferraz saltaron las alarmas y tuvo que salir con prisas Óscar López el Portavoz del PSOE en el Senado que no es precisamente un prodigio explicándose y que sorteó el atolladero como pudo, afirmando (sic) que “El acuerdo incluye a Pedro Sánchez como candidato. Es cierto que ahora no hay un candidato propuesto por el Rey, pero es verdad que el acuerdo está con Sánchez como candidato. El acuerdo es el acuerdo”. 

Así que a pesar de retorcer la semántica como pudo, no estuvo muy brillante porque lo que más claro dejó o quizás lo único que quedó claro, es eso de"el acuerdo es el acuerdo", lo que resulta una obviedad impropia de un tipo que se gana la vida contando milongas varias en el Senado, que ya debiera tener práctica para hacerlo algo mejor.

No hay mucho más que contar, Albert Rivera se dio un saltito hasta Antena 3 y en menos tiempo que tarda en persignarse un cura loco, les helo la sangre a los de su derecha y a los de su izquierda, que para eso es un centrista de pro, o eso al menos dice. Los del PP ya saben la que les espera, porque lo de convencer a Rajoy que se vaya por las buenas es tarea para alguien que reúna la paciencia de Job y la energía de Hércules y los zurdos no es que escaparan mejor, ya saben que como poco “la criada les ha salido respondona” y me van a permitir la frase, porque no se me ocurre otra que mejor explique la situación y a los socialistas, como a todo el mundo, les ha quedado claro que lo de Albert Rivera era una carga de profundidad lanzada con una sonrisa pero peligrosísima. 

Bueno a todo el mundo menos a Óscar López, que ha estado torpe de solemnidad al nombrar la cuerda en casa del ahorcado, que no se le ocurre ni a Abundio lo de que “Es cierto que no hay un candidato propuesto por el Rey…”, porque esa es una cuestión menor que  resuelve Felipe VI en el peor de los casos en dos tardes y no creo que en Ferraz estén por darle un par de cuartos al pregonero para que haga pública su posición, que es mucho más incómoda de lo que muchos creen.

Dos consecuencias clarísimas de las declaraciones, Rivera ha puesto firmes a los dos grandes partidos y sin decir nada ha dejado claro que no estando propuesto ninguno como candidato a la investidura, cualquiera puede serlo. Aunque si se afina resulta que no, Pedro Sánchez ya está eliminado y el nuevo del PP no podría ni abrir la boca, por lo tanto parece más que claro, cristalino, quién es el único que puede ser escogido para formar gobierno por SM el Rey, cuya vida Dios guarde muchos años.

La segunda consecuencia, dolorosísima por cierto, es que seguramente Óscar López no vaya a ser nombrado empleado del mes en Ferraz, me temo que este mes no.

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