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Las Cajas suponen un compromiso social, no sólo un negocio.

Así titula La Provincia la noticia que ofrece en primera, sobre una conferencia que Rodrigo Rato dio ayer en Santa Cruz de Tenerife. Y lo que dice Rato es muy cierto, las Cajas de Ahorro nacieron como instituciones dedicadas al ahorro de los más humildes, cuando el sector bancario de este país no le abría una cuenta corriente a cualquiera.

Instituciones dedicadas a recoger el ahorro de los más pobres y a ofrecer los servicios de monte de piedad, esa era la oferta y el trabajo de las Cajas de Ahorro. Habrá, entre los más jóvenes, los que ignoren que es un Monte de Piedad, pues el lugar en que se empeñaban distintas prendas, joyas, colchones, abrigos, etc., para ayudar a resolver problemas de liquidez personal en los momentos de apuro.

Así que estoy de acuerdo con Rato, resulta obvio que las Cajas deben tener un carácter sustancialmente social, entre sus obligaciones societarias destaca la obra social. Y dicho esto me hubiera gustado hacerle una pregunta; aceptando por buena su afirmación de que tampoco es cierto que sólo las Cajas tengan la mayor parte de la responsabilidad en el mal momento de nuestro sector financiero, que la banca también ha echado su cuarto a espadas en este asunto.

Aceptando también que los banqueros cargan las tintas en las actuaciones de los Presidentes de las Cajas, mientras que corren un tupido velo sobre sus responsabilidades, aceptando todo lo aceptable, quiero hacer esa pregunta ¿Resulta aceptable, que el componente social de las cajas se vea perjudicado por los malos negocios llevados a cabo por sus Consejos de Administración?

Todos conocemos las derivas de las Cajas de Ahorro, que han sido dirigidas, sálvese quien pueda, no en función de su compromiso social, tampoco como una empresa dedicada a gestionar y hacer buenos negocios, por el contrario se han visto politizadas y han sido dirigidas con un criterio clientelar y partidario que las ha llevado a la mala situación en que se encuentran.

Dice el Sr. Rato que “se ha demostrado que el mercado no lo puede resolver todo”. Bien yo creo que eso no lo sostiene ni lo ha sostenido nadie en este mundo; el Mercado tiene su función y debe actuar con la mayor libertad posible y el Estado debe vigilar e intervenir –lo menos posible- pero debe hacerlo, como elemento de control y garante del juego limpio y la protección de los intereses de los ciudadanos..

Quizás si estas mismas cajas, que ahora nos cuestan tanto dinero, hubieran actuado como lo que eran y hubieran sido dirigidas con criterios técnicos y sociales, no tendríamos que estar hablando de las medidas que vamos a pagar los ciudadanos, mientras que los culpables viven tranquilos y felices tras enriquecerse y enriquecer a familias, amigos y correligionarios.

Puedo estar de acuerdo con muchas cosas de las que dice Rodrigo Rato pero debo decir que estando de acuerdo en lo fundamental con sus aseveraciones sobre la realidad financiera en España, me hubiera gustado mucho más una conferencia con una buena carga de autocrítica y un análisis profundo y extenso de los errores cometidos.

Puedo entender el peso del corporativismo, comprendo el peligro personal que corre aquel que se separa de la mayoría y se atreve a criticar a aquellos que han manejado y aun manejan muchas de las Cajas renqueantes. Pero por encima de mi comprensión, está mi convicción sobre la certeza que ofrece esta frase: “La verdad os hará libres”, aunque yo preferiría que dijera “Sólo la verdad os hará libres”.

Va siendo la hora que se nos expliquen las cosas tal y como sucedieron y que cada palo aguante su vela, lo demás sobra.







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