A Rubalcaba le dan “cera” en el Congreso

Ayer Rajoy se explicó a gusto


Lo que son las cosas, ayer,  los españoles pudieron ver en vivo y en directo como la frase hecha de “ir a por lana y salir trasquilado” se hacía realidad ante sus ojos durante la comparecencia voluntaria que protagonizó Rajoy en el Congreso de los Diputados. Se suponía que la lana iba a salir, perdonarán ustedes la manera de señalar,  del “lomo” de Rajoy y su gobierno, pero quien salió trasquilada y de qué manera fue una gran parte de la oposición, con el PSOE y su flamante Secretario General a la cabeza.

Ayer Rajoy que comparecía de manera voluntaria para explicar lo sucedido en el Consejo Europeo demostró, una vez más, que cuando quiere y le acompañan las circunstancias es un buen parlamentario y utilizando esa cualidad que le adorna, aprovechó la ocasión que le brindó Rubalcaba, para ponerle las peras al cuarto al socialista y recordarle lo que todos sabemos, salvo aquellos a los que les ciega el partidismo y el odio sectario, como es el caso de esta izquierda, encabezada por el PSOE, que se muestra incapaz de aceptar sus errores, errores por cierto descomunales y que parece acaben de llegar de cualquier planeta de la galaxia y se sorprendan ante fenómenos como el paro, la crisis, etc.

De poco les sirvió, ahí están los resultados de las elecciones que demostraron sin ningún género de dudas que la mayoría de los españoles señalaban como responsables de lo que nos sucede a los del PSOE y sus aliados de la izquierda y el nacionalismo. El más alto tribunal de la democracia, la voluntad popular, los señaló el 20 N como los padres del desastre que estamos sufriendo y que parece ahora les sorprenda.

Y Rajoy así lo subrayó, reconociendo que lo de formar gobierno no se puede hacer como con las herencias, que se pueden aceptar o no, en razón del beneficio que arroje el preceptivo inventario, señaló que se habían hecho cargo del gobierno en la peor de las situaciones posibles y le señaló al Pleno la gravedad del endeudamiento, el fracaso en la contención del déficit, el engaño en su cuantía, la debilidad de nuestro sector financiero, la falta de credibilidad de la España socialista ante los mercados y las instituciones internacionales…; nada nuevo, pero creo que hacía falta decirlo  alto y claro y hacerlo donde se hizo, en el Congreso de los Diputados.

Afirmó Rajoy que a pesar de que el panorama de inicio fue el peor de toda la historia de nuestra democracia, España ha conseguido que la percepción de Europa cambie. Volvemos a tener cierto grado de confianza y credibilidad, gracias a la rapidez con la que se están acometiendo las reformas emprendidas por el gobierno de Mariano Rajoy, que vistas las reacciones indican que está en el buen camino para conseguir iniciar un crecimiento económico que nos conduzca a la creación de empleo.

Las medidas tomadas y las que se tomarán afirmó el Presidente, corregirán el fracaso de las políticas socialistas y procurarán la obligada sostenibilidad de las finanzas públicas, incentivarán la competitividad de nuestra economía a través de la flexibilización del mercado laboral y el urgente saneamiento de nuestro sector financiero. Ese es el camino y no hay otro, una serie de medidas que de forma conjunta conseguirán sacarnos del atolladero, aunque con mucho esfuerzo, sacrificio y desde luego no a corto plazo.

Lo de la  reforma laboral es el clavo ardiente en el que quiere agarrarse a toda costa la oposición, dijeron lo que se les ocurrió, pero sobre todo abundaron en que es una medida que no va a crear empleo. Vuelvo a lo de siempre, la reforma laboral lo que pretende es crear una parte de las condiciones objetivas que permitan la creación de empleo, naturalmente que no crea empleo, como el bisturí no cura, pero salva vidas. La reforma laboral permitirá junto con el resto de medidas, la ley de Estabilidad Presupuestaria, la reforma del sector bancario y un largo etcétera de acciones que se están poniendo en marcha, crear un escenario que impulse el crecimiento de nuestra economía  y que en consecuencia cree empleo.

Porque si hay un retroceso en los derechos que como Rubalcaba explica, nos sitúa treinta años atrás, es el que ha sufrido el derecho al trabajo, más de 5.500.000 parados contemplan, demuestran y sufren esos retrocesos en derechos civiles que denuncia Rubalcaba, ese sí es un retroceso y con él vienen los demás. El Estado no recauda lo necesario a través de los impuestos y tiene que recortar servicios, la Seguridad Social entra en déficit y pone en peligro nuestro sistema de pensiones, esos sí son recortes en los derechos civiles y los padres del desastre se sientan en la bancada “progresista” del Congreso.

Tenemos un problema, bueno lo tiene Rubalcaba pero intentará que lo paguemos nosotros. Anunció que no piensa cumplir con el compromiso adquirido por PP y PSOE, para desarrollar de forma conjunta la ley de estabilidad presupuestaria, aquel pacto anti déficit de desarrollo constitucional. Pero Rubalcaba amenaza con no cumplir el compromiso y muy probablemente lo haga, no porque entienda que la norma es mala, sino porque le hace falta algo en lo que apoyar su papel de jefe de la oposición.

Con un partido dividido, y ante la imposibilidad de criticar las medidas económicas del Gobierno, porque cada vez que abre la boca le dan “cera” de manera inmisericorde a cuenta de la herencia socialista y a la espera que pase el tiempo que casi todo lo cura y si no cura, procura el olvido, debe demostrar a los “suyos”- al PSOE y a sus franquicias disidentes -  que él es capaz de dirigir una durísima oposición contra el PP y en lo de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y su desarrollo tiene su oportunidad.

Lo tiene mal, ayer le dieron cera hasta en el cielo de la boca, Rajoy, tras su primera exposición en la que hizo un diagnóstico real de la situación y por tanto fue muy duro, se mostró después tibiamente conciliador, no quiso hacer más sangre de la necesaria, no le hizo falta y les recordó a los que se oponen a la reforma laboral, que lo hacen sin conocer siquiera el contenido de la misma, que se aprobará el próximo viernes.

Rubalcaba se llevó lo suyo y lo de su prima, pero que decir del resto de los portavoces socialistas que ayer tuvieron un día muy duro, de ello se encargaron Soraya-PP y Gallardón que les sacudieron el polvo cómo se le da a una estera. Todo eso en el mismo día que el Financial Times, aquel periódico, no sé yo si inglés o británico, que ponía a parir al candidato Rajoy y que ahora lo ensalza y pone como ejemplo las medidas adoptadas por el Gobierno del PP para reformar el sector bancario y abunda en el elogio cuando afirma que España ha mostrado el camino a seguir a toda Europa.

Así que ya nos consta lo que todos suponíamos, de esta oposición no cabe esperar nada; reza un viejo dicho “cuando no hay razón, hay razones”, como no pueden esgrimir ideas, harán lo que mejor saben hacer, organizarán follón, agitarán a los ciudadanos y si pueden harán “política” en la calle, en otro lugar no pueden, le faltan argumentos.

Demagogia, medias verdades y ruido, eso es lo que nos espera. Con su pan se lo coman.

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