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¡Una leche! (Cándido Méndez)

Rueda de prensa sobre la reforma laboral


Que conste que el título de este comentario tal y como se expresa, es la cita de un ilustre conciudadano. Así  resumió su profunda y docta opinión el Secretario General de UGT, la filial sindicalista del PSOE, sobre la reforma laboral. Demuestra a las claras los esfuerzos que no hizo Méndez en el campo de lo intelectual - por no querer o no poder, que esa es otra cuestión - para profundizar en el tema y explicar a la opinión pública cual era la postura de su sindicato, si es que tiene una posición colectiva al respecto. Y esa opinión nos sitúa irremisiblemente ante las carencias de semejante ejemplar al que desde luego Dios no ha llamado al camino de la comunicación y que se muestra sin recato como un cenutrio impresentable y soez. Se me hace difícil aceptar que un  individuo con semejantes maneras y carencias ostente un puesto de tanta responsabilidad.

Por mi parte con toda la cautela del mundo comentaré la reforma laboral, y digo que lo haré con toda la cautela porque  es un tema que me resulta difícil y tampoco conozco al detalle la ley que el Gobierno aprobó y que todavía debe ser convalidada por el Congreso, una medida prudente que permitirá que la reforma sea enriquecida a través del debate parlamentario, por tanto estamos ante una norma que no está cerrada todavía.

Creo que hay que tener esperanza y prudencia; naturalmente que la reforma no va a crear empleo, tampoco el carburador de su coche lo va a llevar hoy a cenar esta noche a ese restaurante que tanto le gusta a su santa esposa y a usted bastante menos. El carburador no lo va a llevar a ninguna parte, pero pruebe usted a intentar que su vehículo se ponga en marcha sin su concurso. Lo mismo sucede con esta norma, no creará empleo por sí sola pero indiscutiblemente ayudará de manera muy importante al resto de medidas que de manera conjunta contribuirán a solucionar nuestro principal problema, el paro.

Sin conocer la ley al detalle hay que ser prudente, es muy cierto que las medidas que se perciben a primera vista parece nos digan que la reforma se centra en el abaratamiento del despido y sólo en ese aspecto. Creo que no es así o si ustedes lo prefieren, no es exactamente así. El proyecto me parece bastante más ambicioso y legisla sobre una serie de cuestiones muy importantes además del consabido abaratamiento.

En mi opinión el Gobierno ha llevado a cabo una reforma que pretende hacer frente a dos problemas fundamentales, por una parte el paro juvenil, que recibe una atención muy importante y por otra parte fija las medidas para favorecer la contratación a la realidad empresarial de nuestro país, cuidando de manera muy especial a las PYMES. Que cuando se habla de empresarios en nuestro país, parece que no tengamos muy presente que la media en España está en 7,5 empleados por empresa.

Y desde mi particular manera de ver las cosas, tiene la norma una cualidad muy importante que no está definida en su articulado pero que se derivará de su aplicación. Esta reforma quita una parte muy importante del poder tan mal habido y peor administrado de  los sindicatos tal y como han concebido su actuación CC.OO y UGT, basada en el centralismo, la rigidez y el inmovilismo y lo hace al eliminar la centralización de la negociación colectiva y la ultraactividad de los convenios, que como todos sabemos, no se renovaban pero permanecían en el tiempo de manera indefinida.

Se crea un escenario laboral más flexible y dinámico al establecer normas que impulsan la movilidad funcional de los trabajadores y permiten al empresario gestionar la jornada laboral en términos anuales y así evitarse el tener que pagar horas extras innecesarias.
En lo que se refiere al despido que parece es lo que más interesa a todos, si bien por motivos muy distintos, el Decreto establece una ampliación de los motivos que permiten el despido objetivo y los define de manera más concreta  y generaliza, para los nuevos contratos indefinidos, la indemnización por despido objetivo declarado improcedente, a 33 días por año de servicio, con el tope de 24 meses.

Bueno nos enfrentamos a una reforma laboral profunda o así me lo parece, sus enemigos esgrimen un argumento que siendo verdad en sí mismo, es falso en el contexto del conjunto “la reforma no  creará empleo”, creo que cualquiera puede admitir que forma parte de un conjunto de medidas y reformas que esperamos den el resultado apetecido. De manera indirecta disminuye considerablemente el poder omnímodo de CC.OO y UGT, y teniendo presente como se han comportado a lo largo de esta crisis, habrá que aceptar que es un resultado apetecible.

Es muy cierto que la parte más visible es la del “abaratamiento” del despido, en ese sentido echo de menos, como tantos otros, medidas destinadas a aliviar el coste social que paga el empresario por cada trabajador; no es aceptable que ese coste esté en el 33% en nuestro país, mientras que en Alemania esté solo el 9%; por tanto parece que una medida así animaría la contratación de manera muy importante. Es muy cierto, pero también lo es, el que nos movemos en un escenario que no le permite al Gobierno demasiadas alegrías.

Quiero decir que, siendo buena la medida, no nos la podemos permitir. No hay dinero para eso, el Estado no cuenta con dinero para equilibrar la rebaja en la recaudación de los fondos que aseguran el funcionamiento de la Seguridad Social. Queda esperar que con más tiempo y si la situación mejora, este objetivo pueda abordarse y ver que es lo que se puede hacer para disminuir ese coste que lastra la actividad empresarial como una auténtica losa.


A mí me parece una reforma de calado y sobre todo valiente, con todos los defectos que vemos a primera vista y los que no vemos, pero también con virtudes muy importantes. Los que ahora la critican, la izquierda y los sindicatos, tuvieron ocasión de abordarla en la pasada legislatura y no lo hicieron, a pesar de que la realidad laboral y social así lo demandaba aunque todavía no habíamos llegado a la situación desesperada que ahora sufrimos. Creo por tanto que poco margen ético tienen para la crítica, no hicieron la reforma cuando tocaba y podían hacerla; ahora, unos años más tardes, lo que tienen que hacer es recobrar su sentido de la responsabilidad y colaborar en lo que puedan.
A decir verdad, una norma que le quita poder a CC.OO. y UGT y  les obliga a volver a la senda del verdadero sindicalismo, me gusta; eso en lo que hace referencia a los efectos colaterales. En lo laboral y social, celebro que tengamos un  gobierno valiente que se atreve a hacer cosas, sé que la norma es mejorable, pero al menos esto se mueve y el movimiento demuestra que hay vida, ideas y ganas de poner en marcha este país. Habrá que darles una oportunidad, sobre todo si tenemos en cuenta, que tampoco es que tengamos otro remedio.

Comentarios

  1. José claro que estan en dudas si conbocar, la huelga, o esperar, claro que esperemos , que la Ministra no haga una bajada, de pantalones y les siga dando dinero , y lo correcto es que estos pájaros se financien , con sus afiliados, la patronal, partidoa políticos, y ONGS, que es dinero que ahora hace falta, para pagar el estado , a todos, los que se les debe el dinero, para hacer, fnalmente lo del IVA, de los autónomos que no tengan que pagar, antes de cobrarlo, ellos,

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