La dolorosa octava de San Valentín



Dicen que no hay santo que no tenga su octava y no iba a ser menos San Valentín, aquel médico romano que se hizo sacerdote, al que se decapitó por casar a los soldados pese a la prohibición del emperador Claudio y que ha sido transformado en el patrón de los enamorados, gracias sobre todo a la industria del regalo de la que es uno de sus referentes. Hoy precisamente comienza esa octava y coincide con la semana en la que Pedro Sánchez – me cuesta decir PSOE, hay mucho militante que no está de acuerdo con Pedrito – y Pablo Iglesias van a declarar el amor que los une (¿?), que permanecía oculto, al menos oficialmente, hasta ayer mismo.

Le ceremonia comenzará con el nombramiento de los equipos de negociadores, que curiosamente nada o casi nada tienen que negociar, porque  desde hace unos cuantas días, los dos capos que van a alzarse con el santo y la limosna ya están de acuerdo  en llevar a la Moncloa a Pedro Sánchez. Eso sí, por dos motivos que nada tienen que ver con el interés de España o los españoles. Los del socialista para que éste pueda satisfacer su ambición personal y los de Podemos, porque saben que la única  manera de asaltar el poder, es llevando en volandas a Pedrito, que no sé yo si sabe lo que le espera y no le importa o es tan iluso que todavía cree que va a poder meter a camino a los podemitas, en cuanto éstos se sienten en las poltronas ministeriales.

Como decía, la labor de esos equipos será buscar el lenguaje más melifluo posible para describir el contenido de esos acuerdos y hacerlos así más aptos para el consumo de los ciudadanos. Los acuerdos principales están cerrados entre los dos capos de las respectivas formaciones desde hace tiempo, de tal manera que ya se sabe que el PSOE aceptará una de las exigencias de Podemos que más daño puede hacer a Ferraz, la de un gobierno no exclusivamente socialista. Todos ustedes recordarán y si no lo recuerdan, aquí estoy yo para hacerlo, la solemne declaración que hacía apenas hace unos días, el inefable César Luena, que afirmaba "Por principios y tradición, nosotros abogamos por un Gobierno en solitario” que se ha trasmutado milagrosamente en otra que dice exactamente lo contrario, para ser preciso afirma ahora Luena, supongo yo que con los calzones por los tobillos, que “está abierto a cualquier posibilidad que garantice la estabilidad” eso sí con el estrambote de la falsa  justificación de que están buscando un  gobierno que represente lo que han votado los españoles.

Personalmente creo que está muy claro que Pablo Iglesias está llevando al huerto a Pedro Sánchez, que ha fingido rubores de primeriza a sabiendas de lo que le espera tras la coyunda social-populista, pero que está dispuesto a lo que haga falta con tal de llegar a la Moncloa. 

Aunque el socialista le diera achares con Albert Rivera, Iglesias sabía que a Pedrito le iba la marcha y se la ha dado públicamente, ante el regocijo de los seguidores del podemita. Primero fue lo de los nombramientos de los ministros circulares y lo que son las cosas aquello que parecía el principio del fin en los amores social-bolivarianos, ahora entra en el capítulo de los regalos para la petición de mano, luego fueron los vetos, las burlas personales y… lo que te rondaré morena.

Desde Ferraz dicen que no quieren darle a los de Podemos los ministerios “sociales”, como pueden ser Educación, Sanidad o Trabajo y por eso sostienen – impasible el ademán - que van a darles a los podemitas, ministerios como Defensa o Interior para que no saquen ventaja política, como si creyeran que se nos ha olvidado que precisamente esos son los ministerios que han reclamado los podemitas desde el principio. Iglesias que es más listo que Pedro Sánchez incluso durmiendo, va a mandar esta semana Ferraz una propuesta, que como las de Vito Corleone, no van a poder rechazar los socialistas. Se trata del invento de los “ministerios equivalentes”. Iglesias presentará los ministerios por parejas, para que el PSOE escoja, por poner un ejemplo “Exteriores-Defensa” o “Hacienda-Interior” y así llevará a Pedro Sánchez y a su gente cogidita del ronzal hasta donde él quiera.

No creo que haya nadie en España, que no sea de Podemos o un demente, que contemple siquiera la posibilidad de entregar a los bolivarianos los ministerios de Defensa, Interior o Justicia, pero a los de Sánchez les parece bien, explican que no tendrían inconveniente en dar ministerios a personas “independientes”. Pero si como parece les parecen independientes, el antiguo Jemad, a quién Dios confunda, o tantos otros, cuya independencia es más que dudosa al ser diputados de la organización, veremos a podemitas confesos en lugares tan sensibles como el ministerio del Interior o controlando a los servicios de información españoles. Todo sea para que gobierne el PSOE.

Que alguien le recuerde a Pedro Sánchez, aquella frase que no siendo suya, sí dijo Pablo, Pablito, Pablete Iglesias y que dice nada más y nada menos que  “El cielo no se toma por consenso, sino por asalto”, frase que utilizó en su momento Carlos Marx refiriéndose a la insurrección de la Comuna de París y que no dudo Iglesias consideraría apropiada para describir sus intenciones para con el gobierno de España.

Que en esto, como en otras cosas, aunque me duela reconocerlo, el que va de cara es el de Podemos, no el del PSOE. 

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Comentarios

  1. El PSOE tratará de llamar al Referendum catalán de otra forma para engañar a la gente con tal de hacer presidente a Pedro Sánchez. Y no habrá disculpa para el Comité Ejecutivo Federal, ni para los "Históricos" ni para la militancia, ni para nadie.

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