Los nacionalismos

Exigen que los asesinos sean puestos en libertad

Me he pasado media vida explicando a aquellos que han sufrido la experiencia de escucharme o leerme, que el nacionalismo no es una ideología política, por mucho que los nacionalistas pretendan elevarlo a esa categoría. El nacionalismo no es una ideología, en todo caso es un sentimiento, una aspiración y eso está plenamente demostrado por el hecho que el nacionalismo necesita de un apellido para ser reconocible como tal en el ámbito de lo político. Nacionalismos hay de toda laya y condición, de derechas, de izquierdas, de centro, neutros, de extrema izquierda, de ns/nc, etc., lo cierto es que están distribuidos en el abanico de las ideologías en toda su extensión.

Por lo tanto, en sí mismo, nadie que se declare nacionalista puede reclamar para sí y su nacionalismo particular, la categoría de ideología. Los nacionalismos nacieron en este país y en el mundo, de la mano de las burguesías locales, empeñadas en alcanzar el poder político para poder ejercer más cómoda y rentablemente el poder económico. Fueron los burgueses, los criollos, los que reclamaron una existencia separada de su realidad política y eso comenzó tras la derrota napoleónica con la desaparición de unos cuantos imperios. Sucedió con las colonias españolas en el continente americano, como les había sucedido a las naciones que nacieron de la desaparición del imperio austrohúngaro, el otomano o el de la Rusia de los Zares.

Así que se pongan como se pongan los nacionalistas, los nacionalismos en España los impulsaron las burguesías. Así como en América, los españoles de allá pelearon para separarse de los españoles de aquí, lo mismo se hizo en Cataluña, País Vasco o Galicia, y para ello se habilitó una ficción que seguimos utilizando en la actualidad, se hizo y se hace a través de una figura, la autonomía, utilizada no como fin, sino simplemente como medio. Los nacionalistas, catalanes, gallegos, vascos, canarios, andaluces, asturianos…, lucharon por la autonomía, cada uno en su momento, para que ésta fuera el primer escalón que les permitiera ascender hasta el paraíso de la independencia y con la única finalidad de tomar el poder político y así garantizarse el poder económico.

Para ello se ha falseado la historia y se ha buceado decididamente en todo aquello que se pudiera utilizar como herramienta o argumento para conseguir subrayar las “diferencias”. De esa filosofía, de esa tesitura delicuescente, nace el concepto del “hecho diferencial” que tanto éxito tuvo en su momento. Somos diferentes y si no lo somos, nos lo inventamos y los idiomas, herramientas de comunicación y de entendimiento entre humanos, se han  tornado en armas secesionistas, en elementos separadores y motivo de controversia y pelea.

Poco a poco las cosas se han ido enconando y animados por el éxito de la utilización de la demagogia, la falsificación histórica y el victimismo, se ha apuntado alegremente a la fiesta del nacionalismo, lo peor de la izquierda de este país y todos los oportunistas y chaqueteros que tanto abundan en esta tierra y que casualmente pasaban por allí, con las consecuencias que todos conocemos.

No deja de ser paradójico que a la nación más antigua de Europa, le hayan nacido como setas una colección infinita de nacionalismos, unos que se consideran “históricos”, más antiguos diría yo, y otros sobrevenidos al calor de la subvención y del dinero que el estado centralista ha repartido con prodigalidad a estos nacionalistas de ocasión, que se han apuntado con un entusiasmo digno de mejor causa, al saqueo y la destrucción de España como concepto y como realidad política.

Sirvan de ejemplo unas noticias que andan circulando por los medios. De una parte la negativa del alcalde pro etarra o de Bildu - como ustedes prefieran - de San Sebastián que se ha negado a recibir a los Reyes Magos porque “no desea politizar sobre una fiesta que es exclusivamente de los niños”. Yo estoy de acuerdo en lo de que no hay que politizar nada que tenga que ver con los niños, pero ¿a qué fiesta se refiere el bilduetarra? pues a la de la Epifanía del Señor, vale, para entendernos a la de los Reyes Magos de Oriente, que por lo visto el filo etarra entiende que son un signo españolista y monárquico, con lo que ya me dirán ustedes quién es el que politiza la fiesta. Lo que son las cosas  a mí personalmente lo de  Melchor, Gaspar y Baltasar siempre me ha parecido un signo de la hermandad entre razas. Probablemente quizás sea ese símbolo de unidad lo que realmente haya molestado al alcalde de Bildu.

Lo de los Reyes mueve a risa, pero resulta más preocupante lo del censo de vascoparlantes que se va a llevar a cabo en el País Vasco. El Gobierno foral de Bildu en Guipúzcua creará un censo de vascoparlantes con el objetivo de mantener una relación exclusivamente en euskera en sus relaciones administrativas con las personas que constaten esa condición. Ahora, a ver quién es el guapo que se declara castellano hablante y se arriesga a ser “clasificado” como españolista, porque esas cosas en el País Vasco se pagan. Otra medida que debemos agradecer al PSOE que permitió que los asesinos y sus amigos llegaran a las instituciones.

Por otra parte Amaiur, es decir los mismos perros con distinto collar, ha organizado una manifestación para pedir el fin de la “venganza y la represión”, y ya puestos “una situación de paz definitiva, sin presos ni exiliados”. Lo de la paz definitiva me parece bien, pero claro está, que exigida de parte de los asesinos me parece una auténtica burla. Lo tienen difícil, porque ellos quieren una sociedad sin presos ni exiliados, pero para obtener eso van a tener que resucitar a los muertos, que esos “pobrecitos” presos y exiliados asesinaron.

Así que en estas tres noticias, hemos visto como el nacionalismo es capaz de manipular lo que haga falta para que la realidad cuadre con sus apetencias, se “exilia” a los Reyes Magos de Oriente, que no de Madrid, por no politizar la fiesta para los niños, se hace un censo para saber quién se declara castellano hablante, con la excusa que así sabrán quién quiere vivir en vasco, y así ya saben quiénes son los vascos “malos” y se exige que  desaparezcan los presos y exiliados, pero de los muertos no se dice ni mu, aunque eso sí, ETA advierte a esos mismos presos que pretende liberar, para que no pidan perdón ni paguen las indemnizaciones.

Ahí está el resultado del nacionalismo llevado al extremo, se me dirá que hay nacionalismos moderados, no digo que no, pero con esa afirmación me pasa lo mismo que con lo de los musulmanes moderados o lo de las meigas gallegas, que haberlas haylas pero nadie, que se sepa, las ha visto.

Aunque de todo se puede sacar algo positivo. Yo que de idiomas para mi vergüenza, ando bastante mal, algo he aprendido. No sabía como se dice en vasco gilipollas y ya lo sé, se dice bildu y además he podido saber que, curiosidades del idioma, asesino en vasco, también se dice bildu y ahí amigos míos, se me antoja que tenemos el  problema.

Comentarios

  1. Has descrito lo que es el nacionalismo, según mi opinión, de una forma muy certera. Todo nacionalismo necesita un icono. En alemania era la raza, en otros sitios la religión. En Cataluña “el pal de la palla” (el palo que se pone en el centro del pajar, para no se lleve la paja el viento) es el catalán. Llevamos décadas de adoctrinamiento nacionalista. El nacionalismo es un potente veneno que hace que un hijo denuncie a la GESTAPO a su propio padre, como en Alemania; que se mire para otro lado ante el crimen (y se justifique), como en el Pañis Vasco; o que se odie a España y a lo español como en Cataluña. No importa que el 90% de catalanes haya nacido o lo sean sus ancestros de otras regiones (se enseña a odiar a sus primos). Mientras solo unos pocos clamamos contra este lavado de cerebro. Sin ir más lejos, ayer oí misa en la catedral de Sta. Mª del Mar en Barcelona, oficiada por un cura colombiano y al final, al decir los horarios de misa, dijo "a las 7 será en español". Al momento pidió perdón por decir español en vez de Castellano. Se ve claramente que el nacionalismo se ha apoderado hasta de la Iglesia. No hay nada más contradictorio que un Cardenal católico (que quiere decir universal), que sea nacionalista. Pero el Cardenal Siscard sigue adoctrinando sus feligreses, como buen peón del nacionalismo. ¡Qué digo peón¡ Como un alfil.

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  2. Estoy de acuerdo con Toni. Los nacidos en Cataluña de padres "españoles" son más nacionalistas que los puros catalanes. No sé que es lo que les ciega. Que se consideren catalanes porque han nacido allí me parece bien, pero que olviden sus raíces, da lástima. Ahora Cristobal Colón también es catalán, han descubierto sus raíces, al igual que el Ebro nace en país extranjero.
    Respecto a lo del censo, pues encontrarán muchos españoles, porque todos son españoles, hablen o no hablen "euskera" (hasta esta palabra pienso que es inventada) y punto.
    Efectivamente lo de los Reyes Magos da risa, es que ya resultan cómicos los Bilduetarras en sus reinvidicaciones. También dicen que son "parte del conflicto" cuando ellos son el conflicto.
    Saludos, Miguel.

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