La impunidad, semillero de canallas y asesinos
Esto de tener un blog es un
capricho que a veces te pone las cosas cuesta arriba. He de reconocer que soy
aficionado a darle la tecla, para desgracia de mis lectores, porque hacerlo
tiene en mí un efecto de desahogo casi terapéutico. Escribes lo que piensas y en
ocasiones eso te libera; pero a veces, el espectáculo que nos brinda nuestro “entorno”
es tan repugnante que cuesta mucho trabajo afrontar el tema del que uno quiera
escribir.
Por ejemplo, en estos últimos tiempos estoy hasta la coronilla de escribir sobre los volatines circenses y las contorsiones
políticas con los que nos obsequian a
diario Albert Rivera y Pedro Sánchez para justificar su negativa a apoyar la
puñetera investidura de Rajoy.
Son muy dueños de hacer lo que mejor les
parezca y si no quieren que haya gobierno, resulta lícito, pero me gustaría que
nos explicaran las cosas bien claritas y que pecharan con las consecuencias de su
decisión. Pretenden cargarse a Rajoy al precio que haga falta, pero no
aceptan la responsabilidad y el coste electoral consiguiente. Uno quiere
eliminar a Rajoy para erigirse en el líder de la centro derecha y el otro por
obtener la cabeza del líder popular, con la que justificarse ante su militancia, pues pónganse a la tarea pero cuidado con las próximas elecciones, que el meneo puede ser apoteósico.
No quiero hablar de “lo” de Niza, porque si digo lo que pienso, me van a salir quizás hoy no, porque todavía no se atrevan, pero sí pasado mañana, una manada no sé yo si de estultos bienintencionados o simplemente monstruos que en el
fondo se alegran de lo que sucedió desde los siniestros y oscuros recovecos de sus
ideologías personales, que me van a explicar las tonterías de costumbre.
Ya saben. "Usted es un racista",
como si no hubiera musulmanes de todas las tallas, razas, tamaños y colores. El ya clásico “no todos los musulmanes
son terroristas”, aunque cometan sus brutales masacres en el nombre de Alá. También es de esperar "eso que usted hace es incitar a la islamofobia", como si "lo" de Niza no fuera bastante motivo o los que me expliquen que estamos pagando lo malos que fuimos con las Cruzadas, lo
de Irak, Afganistán y Siria, que ya son ganas de engañarse, los estultos y
engañarnos, los monstruos, porque no hace falta más que escuchar a los asesinos
y ellos sí se explican con total claridad.
La idea es sencilla y la explican con una naturalidad que estremece: Van a conquistar Europa, se van a
beneficiar a las europeas por las buenas o por las malas y al que no se convierta al Islam o se ponga
tonto lo van a degollar, porque al fin y al cabo su religión no sólo lo
permite sino que lo alaba y entiende que ese sangriento ejercicio de liquidar
infieles mejora notoriamente la vida espiritual de los musulmanes.
Así que mejor no hablar de “lo”
de Niza, porque me desespera la contumacia de algunos ciudadanos, a los que
guiará la buena intención, pero que desde luego se niegan a ver la realidad de
las cosas y me tienen hasta precisamente donde piensan ustedes, de tanta
tontería, como bien decía la canción.
Y si me acuerdo de la muerte del
torero y la que han liado los “progres” más canallas en las redes sociales y les explico que esto no es más que un adelanto de lo que van a hacer esa panda
de cabrones en cuanto puedan pasar del plano de lo teórico a la satisfacción de lo fáctico, habrá gente que se escandalice y se niegue ver lo que realmente sucede.
Ustedes sabrán que los psicópatas,
que no son enfermos mentales sino sociales, son gentes que no sienten la menor empatía por el resto de los seres vivos y no tienen el mecanismo corrector del remordimiento o lo tienen atrofiado por
falta de uso.
Pues bien, todos estos
canallas que utilizan las redes sociales para “matar” a sus víctimas o herir a
sus familias, lo hacen porque hasta ahora la impunidad era la norma y son unos
sicópatas como la copa de un pino. Su arma son las redes, su elemento la
impunidad y cuando llegue el momento y tengan a mano otras armas más eficaces y el ámbito
de la impunidad se amplíe a la calle, lo del tiro en la nuca se extenderá
como una mancha de aceite.
No se escandalicen que en esta
España de nuestros pecados, hemos visto como poetas adorados por la progresía de los 80,
en el clima originado por la revolución de 1936 (El que no me
entienda que lea historia) dirigieron checas en las que se torturaba y asesinaba
impunemente a los adversarios políticos. Y si el 36 les queda lejos, miren
ustedes para el País Vasco, lugar en el que pertenecer a una banda de asesinos,
puntuaba una barbaridad en el reconocimiento de una sociedad enferma que
aplaudía los asesinatos y torturas, inferidos por los “chicos de ETA”.
Así que ya saben por qué me cabrea
muchísimo escribir sobre según qué temas. Aunque una vez más el blog ha tenido su
efecto. Insuficiente para que les voy a engañar, pero a la postre balsámico.
Rafael Alberti y María Teresa León, burgueses intelectuales con prebendas en el Madrid en guerra, lo que severamente les recriminó Miguel Hernández. Alberti, pro-chekista y colaborador de "El Mono Azul", paseaba con pistola por Madrid y se divertía en el requisado Palacio de Zabáburu (o de los condes de Heredia-Spínola).
ResponderEliminarSe dice que “sarna con gusto no pica” y quizás en esta querida España nuestra plagadita de sarna, haya muchos que no sienten escozor porque tanto aguante clama al Cielo.
ResponderEliminarEn aquel 36 que mencionas si picaba la sarna y paso lo que paso. Hoy o no pica o hay mucho masoca… cuestión de elegir.
Este 18 de julio próximo, la sarna parece que alcanza el punto optimo y Barcelona va en vanguardia.
Para contrarrestar y me tomare un copazo recordando el anterior.