Cándido Méndez cree que somos tontos

Cándido Méndez, Toxo y sus "apéndices" andaluces

"No están estos tiempos, amigo Sancho, para pesimistas y añorantes, así que mira al frente, espolea y cabalga..."


"Mantengo mi confianza a carta cabal en el secretario general de UGT en Andalucía y en su Ejecutiva. Manuel Pastrana es una persona honrada y austera". Así pretende despachar Cándido Méndez el escándalo que rodea a Manuel Pastrana, el Secretario General de la UGT-A y por lo tanto hombre de su confianza, al que los propios trabajadores de UGT acusan de manejar el dinero del sindicato en provecho propio y en el de los miembros de su ejecutiva.


Por mucho que se empeñen algunos, lo de UGT va a estallar y naturalmente lo hará en Andalucía, que lamentablemente se ha convertido en la cuna de todas las corrupciones de la izquierda. El PSOE, IU y los sindicatos CC.OO y UGT están protagonizando allí unos escándalos que en cualquier lugar civilizado habría obligado a las autoridades competentes a mandar a la cárcel a gran parte de sus dirigentes.


Cándido Méndez sabe que su gente en Andalucía lo está colocando en el disparadero, lo de Manuel Pastrana no es que huela mal, huele bastante peor que mal, de tal manera que ha sido el propio interesado que se ha apresurado a comunicar que tras una reflexión personal y tras una charla con sus compañeros de ejecutiva ha decidido no presentarse a la reelección como Secretario General de UGT-A. Lo hace con la intención de que ese anuncio  sirva de bálsamo reparador a UGT y a su persona, pero no dimite porque cree que de hacerlo estaría reconociendo su culpabilidad.


Cualquier persona con cuatro dedos de frente sabe o intuye que lo del “compañero” Pastrana y UGT-A es exactamente lo mismo que sucede en cualquier ejecutiva de UGT, por eso pone Méndez la manos en el fuego por Pastrana, no para defenderlo sino para defenderse. Existe documentación que acredita que los privilegiados miembros de la cúpula de UGT cobraban sobresueldos disfrazados de dietas o escondidos en gastos de tarjetas de crédito del sindicato para evitar el pago de los impuestos correspondientes y esa es una conducta habitual en UGT.


Hace algún tiempo estaba en el candelero el Sc. Gral. de UGT-Madrid, José Ricardo Martínez, al que en una rueda de prensa se le preguntó cuál era su sueldo y no fue capaz de precisarlo. La pregunta venía a cuento porque el sindicalista estaba en el consejo de administración de una caja en la que se llevaba cientos de miles de euros en concepto de dietas y otras minucias y él afirmaba que ese dinero se ingresaba en la cuenta de UGT. 


Ya entonces me preguntaba y ahora se lo pregunto a ustedes ¿conocen a muchos trabajadores que ignoren la cuantía de su sueldo? La respuesta decía bien a las claras que ese sueldo que percibía en su calidad de liberado, era seguramente  lo menos importante que se metía todos los meses en el bolsillo, gracias a la generosidad de UGT que con el dinero de nuestros impuestos paga en negro a sus dirigentes, lo de Pastrana lo demuestra. 

Es muy bonito presumir de sueldo corto, véase a Pastrana afirmando que ganaba 1700 euros al mes y a la vez tener acceso a la utilización ilimitada de tarjetas de crédito, cobrar generosos sobresueldos disfrazados de dietas y complementos o a que sea el propio sindicato el que te compre una vivienda. 


¿Cuánto gana Méndez? ¿Quién pagó la casa en la que vive? ¿Cuántas tarjetas de crédito utiliza y qué paga con ellas? El coche que usa para sus asuntos ¿quién lo compró? ¿Quién paga los gastos de su casa? Eso es lo que interesa saber, no se puede refugiar en la consabida campaña de la derecha contra UGT, porque el sindicato resulta incómodo al poder. Ni siquiera voy a pedir que nos explique cómo puede admitir y permitir que UGT-A mande al paro a 159 trabajadores, utilizando esa reforma laboral por la que le han montado dos huelgas generales a este gobierno, no me importa su incoherencia, lo verdaderamente importante es saber cómo gasta nuestro dinero.


Hay que acabar de una vez por todas con la impunidad con la que actúan. No fue de UGT, pero sí lo era de CC.OO, otro sindicato que tal baila, el dirigente que cuando se le preguntaba por el dinero que manejaba su organización afirmaba que el dinero era del sindicato y con el hacían lo que les daba la gana. Eso además de una impertinencia que subraya la chulería de estos tipos, resulta que es falso. Los sindicatos viven del dinero público, de los miles de millones de euros que salen de nuestros bolsillos y por tanto tenemos derecho a saber.


Pero lo de los sueldos, las mariscadas, los gastos de las tarjetas oro, las viviendas "gratis total", son minucias comparado con lo que se oculta tras el asunto del dinero recibido para la formación de los trabajadores, especialmente para los que están en el paro. Todos tenemos conocimiento de cómo se llevan a cabo esos supuestos cursos que pretenden formar mejor a los trabajadores, de hecho ya se ha demostrado que los sindicatos han desviado parte del dinero destinado a la formación de trabajadores para hacer préstamos personales a sus directivos. Miles de millones de euros, de nuestro dinero, se han gastado no se sabe bien en qué y se han justificado de aquella manera.


Es hora de que se exija que las cuentas de CC.OO y UGT que Méndez y Toxo afirman que son totalmente transparentes, sean analizadas por el gobierno que tiene la obligación de investigar ante la evidencia que el dinero de las subvenciones se ha utilizado para fines distintos a los que iba destinado y ya de paso y si no es mucho pedir, que la Agencia Tributaria se ponga en marcha y les meta una inspección a todos los que han cobrado cantidades millonarias y no las han declarado a Hacienda.


Hoy mucha gente de la zurda se manifestará en Madrid, quizás fuera mejor que en lugar de ir al Congreso a dar la lata, lo hicieran ante las sedes de UGT y CC.OO,  o por ventura los sobresueldos millonarios, acreditados documentalmente por las liquidaciones bancarias de las tarjetas de crédito de UGT, son menos preocupantes para la pijo progresía que  aquellos sobres que supuestamente se llevaban los del PP aunque nadie haya acreditado por ahora su existencia real.


Méndez debe creer que somos tontos si pretende salir de esta con lo de la campaña judeo masónica orquestada desde la derecha. El gobierno tiene la ineludible obligación de investigar estos asuntos y poner a disposición judicial a quiénes se hayan lucrado del dinero de los trabajadores, que tal y como pintan las cosas son muchos y están en el candelero o en el candelabro si así lo prefieren las víctimas de la LOGSE.


Lo de poner las manos en el fuego es una figura que queda muy bien, pero no debe ni puede quedar en el ámbito de lo retórico. Méndez afirma que pone las manos en el fuego por Pastrana, por tanto garantiza a título personal su honradez, pues si declara eso y se demuestra que el honrado Pastrana no lo es tanto, Méndez debe dimitir ipso facto.


Así que por muy sindicalistas que sean, luz y taquígrafos y quien la haya hecho que la pague, que se trata de nuestro dinero.

Comentarios

  1. Y nosotros, los funcionarios, esperando las medidas de este viernes temblándonos el cuerpo. Esos sindicalistas de lujo se hartan de pedir transparencia al PP, a la Casa Real, etc etc.Ya está bien. Exijamos los ciudadanos transparencia para las cuentas de los partidos políticos, para la financiación de campañas electorales, para las cuentas de los sindicatos.....Estoy más que harta de pagar con los recortes que me hacen el robo a mano armada de unos pocos que, encima, escurren el bulto.

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  2. Pues sí, la verdad es que a los sindicatos -CC.OO y UGT- les hace falta una inspección a fondo, están manejando miles de millones de euros, que se dice fácil, sin el más mínimo control. Basta ver como viven para intuir que se lo están llevando calentito. En fin... Te agradezco el comentario y estoy contigo que, aunque jubilado, fuí o soy funcionario como tú.
    Saludos.

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