Permíteme que insista...compañero Sánchez

Susana Díaz "La insistente"

Decía Conrad Adenauer, el político alemán que fue el primer Canciller de la RFA después de la II GM y uno de los principales impulsores de la CE, que en la vida de los políticos, los enemigos se dividían en tres categorías: Los enemigos normales, los mortales y los de su propio partido.

Una versión más carpetovetónica del concepto, lo daba Pío Cabanillas con aquello de: “Cuerpo a tierra que vienen los nuestros”. A estas dos frases y otras que expresan lo mismo o algo parecido, seguro que habrá que añadir la que suelte exasperado Pedro Sánchez a lo largo de los días que le quedan para finiquitar el plazo que se dio a sí mismo para conseguir los apoyos que le garanticen sus investidura. Porque si lo tiene mal con sus presuntos socios de Podemos y peor con sus adversarios del PP, esa relación podría describirse como una verbena con organillo y farolillos japoneses, si la comparamos con la que tiene con sus “compañeros” del PSOE encabezados por Susana Díaz.

Resulta curiosa la relación entre Susana y Pedro, porque conviene recordar que quién ahora pretende la defenestración política de Sánchez fue su mentora y la que engrasó los ejes de la carreta electoral de Pedro Sánchez - en su camino hasta la Secretaría General del PSOE - para evitar que los chirridos que emitía asustaran a los votantes de las primarias. Así que en su momento lo aupó pero ahora pretende su cabeza y parece tiene bastantes posibilidades de conseguirla y que además se la sirvan en bandeja de plata.

Hay gente, entre ellos militantes del PSOE – yo conozco uno – que le restan importancia a la figura de la sultana socialista, convendría recordar que el PSOE- A que controla  Susana,  es la organización territorial más importante del socialismo y cuenta con el 25% de los diputados y senadores que consiguiera Sánchez en las últimas elecciones. Así que cuidadín, cuidadín, que contando como cuenta con el apoyo cerrado de otras federaciones socialistas muy importantes, parece lógico suponer que igual que montó a Pedrito Sánchez en el machillo, pueda ahora descabalgarlo hasta con facilidad.

Dª Susana que es muy suya, la misma mañana que Pedro Sánchez estrenaba su condición de aspirante a la investidura se plantó en Écija a inaugurar no sé yo que cosa y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid le largó un discurso al pobre Pedro, supongo que por si se había venido arriba a cuenta del encargo de SM o por aquello de mantener la autoridad,  en el que recordaba urbi et orbi que Sánchez no era libre de hacer lo que quisiera o pudiera para conseguir un pacto, por aquello de las limitaciones impuestas por el Comité Federal, que el candidato socialista hubo de aceptar por escrito.

No sé yo si comenzó sus declaraciones con la frase que da título al post, pero pudiera haberlo hecho perfectamente. Empezó su discurso con mesura, afirmó que ella se apartaba de estas cosas tan feas de pactos y componendas afirmando “Entiendan que ahora  lo que tengo que hacer es ayudar, ser respetuosa y dejar que mis compañeros trabajen, porque la situación es difícil y complicada” y se negó a comentar su opinión sobre los pactos  afirmando, que lo que opinaba ya lo había dicho el pasado sábado en el Comité Federal del PSOE, como si ignorara que esa reunión fue retransmitida en diferido, vía filtraciones que llegaron misteriosamente a la SER y que todo el mundo tuvo ocasión de escuchar su opinión al respecto.

No quiere comentar nada, pero se reafirma en lo que dijo, que se filtró convenientemente, por lo que todos sabemos que Susana Díaz ya rechazó la posibilidad de un gobierno de coalición con Podemos y que sobre todas las cosas advirtió, no aceptaría el apoyo por la vía del voto o de las abstención, de fuerzas políticas independentistas. 

No creo que nadie dude que el objetivo que se ha fijado Susana Díaz no es otro que el de impedir que Pedro Sánchez alcance un acuerdo que le permita ser investido y cuando los periodistas le preguntaron sobre la consulta que se sacó de la manga Pedro Sánchez, ahí sí estuvo contundente y explicó que en esa consulta los militantes deberán conocer perfectamente la “letra, música y partitura” del acuerdo y advirtió que éste deberá presentarse cerrado, debiendo expresar con qué apoyos contaría Sánchez por la vía directa de los votos o la indirecta de las abstenciones.

Ya lo decía Adenauer... Seguro que Pedro Sánchez encontraría más comprensión y aliento en Mariano Rajoy que en la propia Susana  Díaz y ahí lo tienen peleando con sus presuntos socios, con sus compañeros y con la encuesta del CIS, que esa es otra puñalada y van ya no sé cuántas en las espaldas del candidato.


Desde luego hay que tener muchas ganas de mandar, para aguantar todo esto y... lo que le queda.

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