Las encuestas insisten, gana el PP y habrá sorpasso



Semana tras semana, las tendencias que ofrecen las diferentes encuestas, sondeos y rastreos, se repiten de manera invariable: Sube el PP, 30,4% (125/130), baja el PSOE, 21,1% (80/83), subió y ahora vuelve a bajar Ciudadanos, 14,5% (38/40) y los de Unidos Podemos suben, 24,9% (72/82). 

Lo suyo sería que, en la campaña oficial que se avecina, los partidos se lucieran aportando nuevos argumentos que modificaran a su favor las actuales expectativas electorales, pero parece que el ingenio no abunda, las ideas todavía menos y desgraciadamente, salvo algunas excelsas puñaladas traperas  en el PSOE, poco hay que comentar.

Pocas dudas ofrece el resultado de la consulta electoral, tanto los ciudadanos como los partidos saben que nadie va a ganar por mayoría absoluta y por lo tanto habrá que pactar. Aunque esta vez  habrá  pacto sí o sí, no creo que haya nadie que se atreva a jugar a cuanto peor mejor o al postureo, porque de fracasar nuevamente los distintos partidos en la búsqueda de una mayoría que permita formar gobierno, ardería Troya y con razón.

Despejada de la ecuación la incógnita del pacto, dos cuestiones de interés. La primera es si el PP conseguirá a través de acuerdos una mayoría que permita la investidura de Rajoy en primera vuelta. Van justitos pero los números podrían permitírselo si lograran sumar a sus escaños, los de C,s, PNV y CC; de no ser así, Rajoy sería Presidente con una mayoría simple en una segunda vuelta.

Asistiremos naturalmente a un tira y afloja entre PP y C,s, con Albert Rivera que estará en eso tan manido de con el PP sí, pero con Rajoy no, aunque no creo que haga una defensa numantina de la idea, sobre todo porque sus expectativas no le permiten otro pacto que no sea con Rajoy. Después vendrá si el pacto es de investidura, de legislatura o de gobierno, si es más o menos reformista o regeneracionista  y así nos tendrán entretenidos un ratito, hasta que los negociadores  se repartan el botín.

Sólo dos bloques pueden aspirar a formar gobierno, eso sí con refuerzos externos. Por un lado PP-C,s y por el otro Podemos-PSOE. Pedro Sánchez tiene un abundante catálogo de problemas que afectan a su candidatura, en primer lugar su imagen de perdedor, incapaz siquiera de ser apoyado por su propio partido. Él mismo ha dicho que si depende de Iglesias, él no será Presidente; dicho así, uno se pregunta con quién pretenderá pactar, pero eso en todo caso será cosa de los cerebritos de Ferraz.

Aunque me parece que está listo de papeles, le condena la frase de Susana Díaz, “sólo gobernará si gana” y teniendo presente las encuestas, está claro que no va a ganar y probablemente obtenga un resultado peor que el del 20D. De ser así, no creo que la oposición interna del PSOE le deje llegar vivo al Congreso, supongo le obligarían a dimitir y una gestora – dominada por Susana Díaz – manejaría el partido y las negociaciones post electorales.

Decía que había dos cuestiones interesantes, una ya está comentada, la otra duda es si se va a dar el “sorpasso” o no. Está claro que en número de votos la coalición Iglesias, Garzón ya gana a Sánchez y, es mi opinión, va a adelantarlo también en número de escaños, esa situación obligaría al PSOE a aceptar un gobierno del PP y apoyarlo con su abstención si ésta hiciera falta. 

Se rumorea que hay ya conversaciones para pactar una legislatura de dos o tres años, que en eso no terminan de ponerse de acuerdo, a lo largo de la cual Susana Díaz intentaría recomponer al PSOE para que volviera a ser el referente de la izquierda española.

Reza el refrán que donde no hay harina, todo es mohína. Justo cuando Pedro Sánchez predica que subirá impuestos pero  que la subida la pagarán los ricos, la zurda griega aprobaba, de la mano de Tsipras, una subida para todo el mundo de los impuestos por 1.800 millones de euros y la creación de un nuevo fondo de privatización, lo digo para que los votantes vayan tomado nota, que lo de que la subida de impuestos sólo  iba a afectar a los ricos también lo decían los de Syriza y en griego que es más difícil.

No hay ideas, no hay empuje y no hay candidato, el PSOE se verá obligado a jugar al contraataque y para eso necesitan a Rajoy en la Presidencia del Gobierno.

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