Como de costumbre Pedro Sánchez se luce

La foto a la que Pedro Sánchez llegó tarde
Supongo que ahora mismo, son las 24,00 horas del lunes hora canaria, habrá mucha gente ocupada en decidir quién ha ganado el debate, lo que resulta tarea inútil, porque lo de ganador y perdedor podría entrar en la mecánica de un debate a dos, pero en un  debate a cuatro no creo que sea de aplicación. 

De todas maneras sí quiero señalar que Pedro Sánchez estuvo francamente mal. La primera en la frente, D. Pedro decidió llegar tarde, sin cumplir con el horario acordado y demostró bien a las claras el desprecio que siente por las normas, un caballero que pretende ser presidente del gobierno de España.

Habrá quién opine que se la tengo jurada a Sánchez, no llega a tanto, pero no me cae nada bien; pero como soy viejo me revientan los maleducados y este es el caso del candidato socialista que además de llegar con retraso, se permitió el lujo de comenzar a interrumpir a quiénes estaban en el uso de la palabra sin que los moderadores estuvieran demasiado activos en mandarle cerrar la boca, lo que ocasionó de inmediato, que excepto Rajoy, los demás candidatos no respetaran los turnos de palabra. Da miedo pensar que esta gente es la que se postula para gobernarnos, cuando no son capaces de gobernarse a sí mismos y bien claro lo han dejado esta noche.

El formato perjudicaba a Rajoy, que veía como los otros tres candidatos intentaban unánimemente sacudirle la badana y al final sólo le quedaba su tiempo para contestarles.  Pero a pesar de ello y sobre todo en el primer tramo del debate, dejó bien claro que una cosa es predicar y otra distinta repartir trigo y con los datos en la mano, contestó a las generalidades, latiguillos mitineros, eslóganes de campaña, etc. etc, de sus adversarios. Quedó como claro triunfador e incluso se permitió el lujo, después de corregir alguna cifra, de advertir a dos de sus adversarios que a un debate de esta categoría hay que acudir con los deberes bien hechos.

Se habló mucho, debate hubo poco, el debate político quedo reducido a echarse a la cara una serie de circunstancias, Rajoy siguió con los datos y los otros basaron su discurso en el electoralismo. Pero supongo que hay que hablar de cómo estuvieron los distintos candidatos. En mi opinión Mariano Rajoy y Albert Rivera estuvieron muy bien, Iglesias estuvo bien a ratos, hasta que se dedicó a explicarle a Sánchez, mientras el socialista le acusaba de haber bloqueado su investidura, que se equivocaba de enemigo, que el enemigo era Rajoy y ya por finalizar Pedro Sánchez estuvo insoportable, más de treinta veces (dejé de contar al llegar a esa cifra) insistió en que Iglesias y Rajoy impidieron que llegara a gobernar, no sé qué asesores tendrá porque no se puede andar de víctima, en política eso es pecado mortal y a la vez ir de broncas, el pobre tiene una mala educación llamativa.

Pero me parece que la pregunta que se esperaba con más interés era la de con quién tenían previsto pactar los distintos candidatos. Hubo sorpresas llamativas, Albert Rivera dijo explícitamente cuando le preguntaron si vetaría a Rajoy, que no habría vetos, que él buscaría acuerdos para cambiar España. Personalmente esperaba lo de que “no puede limpiar España el que no es capaz de limpiar su casa”, pero no fue así, supongo que la realidad electoral inspira reflexión.

Mariano Rajoy insistió en que su pacto estaba con los españoles y que buscaría un acuerdo con partidos de centro y  sensatos, que a ser posible tuvieran líderes sensatos, refiriéndose sin duda a Pedro Sánchez. Iglesias estuvo brillante por lo sincero y explicó a todos lo que llevo predicando hace algún tiempo y llevándome muchos palos por ello. Sólo pueden gobernar España,  Rajoy o Iglesias y le hizo una rebaja a Sánchez explicando que si Unidos Podemos tenía más votos, él sería el presidente y si los tenía Sánchez sería presidente el socialista.

Pedro Sánchez en su papel, estuvo torpe una vez más, aseguró que ganaría las elecciones y que sería presidente, hay que tener un desprecio evidente por la realidad para afirmar hoy que está convencido que va a ganar y naturalmente, con esa sonrisa siniestra que se gasta, que no pactaría con Rajoy, así se acabara el mundo.

Me llamaron la atención un par de agarradas entre Rivera e Iglesias, que demostraron a las claras que no se tragan y la demostración palpable que el PSOE a cuenta de aguantar a Pedro Sánchez, le ha abierto la puerta a los populistas y se están jugando su porvenir político y lamentablemente poca cosa más.

Pero creo que lo más importante de todo lo que se ha dicho, ha sido la afirmación de Pablo Iglesias: Ojo con lo que se vota, porque cada voto que no vaya para Rajoy, va a favorecer el gobierno de Unidos Podemos. En España después del 26J gobernará Rajoy con el apoyo del PSOE o lo hará Iglesias con el apoyo de los socialistas, así que oído al parche.

Comentarios

  1. Si con estos bueyes, tengo que arar mi campo, doy por perdida mi cosecha.

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