Pablo Iglesias dice la verdad … Iglesias no le dice la verdad ni al médico


Los problemas que con la verdad mantiene Pablo Iglesias, darían para cuatro o cinco entregas, si pretendiera ofrecer un surtido medianamente variado de las mentiras que ha ido expresando el podemita, cuando ha cambiado el sentido de su discurso en función de sus intereses electorales. Pero francamente creo que no merece el “pollo de Bolívar” (1), más espacio que el del presente escrito.

La zurda, desde el centro izquierda hasta la izquierda radical utiliza la mentira con una naturalidad que sorprende y desagrada a algunos, pero que les resulta rentable porque hay otros que se tragan el anzuelo del cuento chino, con plomada y todo. No importa que no tengan ni un ápice de razón, si interesa se miente sobre un asunto, se repite en las tertulias y entrevistas una y otra vez, se pone en marcha la maquinaria zurda en las redes sociales y a los cuatro días lo increíble se da por cierto.

Recuerdo perfectamente afirmaciones que niega Pablo Iglesias haber realizado,  como aquella que hizo en una herriko taberna, en la que estuvo comiéndose los mocos con los batasunos y cerró su repugnante intervención diciendo “Hoy os diré que no nos dejéis solos con los españoles. Cuando os vayáis os echaremos mucho de menos como pueblo” Y ahora dice que él siempre ha estado a favor de la unidad de España.

Miente cuando dice que no ha justificado jamás a ETA, afirmó que "El terrorismo de ETA causó dolor, pero tiene explicaciones políticas” y no contento con ello abundó en el tema: “Hay otra forma de entender la política; entenderla como boxeo. Entender que la paz no es más que el resultado de una guerra. Así entendieron en ETA la política, e hicieron una guerra que apenas ha terminado”.

Amigo de ETA y violento por definición, hay que recordar que dijo “Las armas en manos del pueblo son el principal límite real contra el poder del gobierno y la garantía última de la democracia”  ese es el tipo que pretende hacerse con la presidencia de España, aunque afirmara en la Universidad de La Coruña  "Yo no puedo decir España, no puedo utilizar la bandera roja y gualda”,  si sabemos lo que piensa y escuchamos lo que ahora dice, no queda otra que afirmar que estamos tratando con un falsario que tiene el menor empacho en utilizarla a su conveniencia.

Miente, cuando se le recuerda que quiere salir del euro y afirma que "Nunca fui partidario de salir del euro" cuando lo cierto es que afirmó que el euro no servía en una entrevista en el País y en otra ocasión afirmó que "La Europa actual es la que le hubiera gustado a Hayek: el totalitarismo de mercado. ¿Qué debería hacer? Salir del euro y devaluar para fomentar las inversiones".

Ahora en campaña, como no quiere hablar de Venezuela, donde dijo “Qué envidia me dan los españoles que viven en Venezuela, es un ejemplo democrático”, ni puede hablar de Tsipras, del que decía “Ojalá en España Zapatero hubiese hecho lo mismo, Tsipras ha hecho una demostración de valor…”, apoyo que le está haciendo mucha pupa en las encuestas, afirma que: "Con los ayuntamientos del cambio ha aumentado la inversión" una argumentación patética, porque si por algo se han caracterizado los alcaldes del supuesto cambio, ha sido por poner trabas a la inversión sin justificación alguna. De tal manera que Carmena ha conseguido que el paro en Madrid alcance el  17,1% mientras que el de la CA es del 16,8%. Ítem más, la Colau se cargó el 67% de la inversión hotelera en Barcelona, mientras Carmena conseguía espantar al Grupo Wanda que se llevó 3.000 millones de euros que iba a invertir en Madrid, creando 14.000 empeleos, a Paris.

No sé yo si para burlarse de todos los españoles, hace bien poco sorprendió a propios y extraños hablando de Zapatero, el mismo que criticaba por cobarde cuando las elecciones griegas, afirmando que " Me parece generoso y sensato. Cuando tengo dudas le llamo y siempre me ha atendido y se lo agradezco. A mi juicio, el mejor presidente que ha tenido este país".

Entiendo que la idea de la declaración persiga dañar a Sánchez y a los socialistas; pero si  opina que el mejor presidente de España es el que mandó al paro a 3.000.000 de ciudadanos, quebró al país, se inventó lo del crecimiento negativo y los brotes verdes para tenernos engañados, si el mejor presidente es el tipo que nos aseguró que nuestra banca jugaba en la champions y luego vino lo que vino, su admirador no puede ser otra cosa que un perfecto imbécil o un cabrón con pintas rojas en los alerones de los cuernos, que no le dice la verdad ni al médico.

Y perdonen ustedes el exabrupto, pero me he sentido insultado infinidad de veces por Iglesias y sus acólitos y hasta la fecha había guardado la compostura.

  

  (1)  Academia Canaria de la Lengua

Pollo.
1. m. En la lucha canaria, destacado componente de un equipo al que se le conoce generalmente con el nombre de su lugar de origen. El pollo de Máguez fue un luchador legendario.




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