Cuando se despertó, Podemos los había adelantado



No recuerdo ninguna campaña en la que menos hayan interesado los programas, al menos el 20D los partidos se molestaron en explicarlos, ahora no parece que sientan demasiado interés en volver a dar la murga con sus proyectos.

Las distintas organizaciones políticas saben por sus estudios de mercado que al votante  le importa un bledo lo que ofrezcan. Las cosas están muy claras. El PP se apoya en lo hecho durante los cuatro años anteriores y ofrece la misma versión, aunque algo retocada. Recurre al crecimiento económico y la creación de empleo y promete más de lo mismo, que podrá gustar o no, pero al menos todo el mundo sabe exactamente a qué atenerse.

Los demás, tienden más a la fantasía y se han lanzado a hacerles la competencia a los hermanos Grimm. Van a aumentar el gasto público, subirán los impuestos, nos prometen que sólo se los subirán a los ricos, aunque la experiencia nos enseña, que al final los paganos seremos como siempre los de a pie. Ya digo fantasía al por mayor y si cuela, cuela; difícil por no decir imposible, cuando todo el mundo tiene bien fresco el cisco que liaron los del PSOE con ZP, que nos metieron en ésta y lo que los griegos y venezolanos nos explican en la tele, de las ventajas que supone eso de votar a los de Pablo Iglesias.

Lo que entretiene al público son las encuestas y los pactos y hasta en esto nos hacen un pie agua y nos quitan parte de la emoción. Como somos un poco raros, en España tenemos prohibido publicar encuestas en los últimos días de la campaña, que le vamos a hacer, somos así de borricos. Y a cuenta de la estúpida prohibición estamos haciendo de oro a los de la encuesta andorrana y a otros que publican algo que se supone son estudios demoscópicos serios.

Si hablamos de pactos, la cosa no es que esté clara, al menos para los que vamos a pagar la fiesta, pero entretenida lo está un rato. Los del PP, entienden que van a ser ganadores de las elecciones y ponen su afán en que se produzca el sorpasso. Lo dicen abiertamente, sus esperanzas están puestas en el revolcón de Sánchez. Entienden que si Pedro Sánchez cosecha el desastre que todas las encuestas pronostican, será baja en la dirección socialista a todo tirar en el mes de septiembre  y en ese momento intentarán el pacto con ellos. Mariano Rajoy apuesta por “un Gobierno para cuatro años con programa pactado”.

Los de C,s, están dispuestos a pactar con cualquiera, menos con Rajoy; bueno ni con Rajoy, ni con Cospedal ni con Soraya, que la lista se va alargando. Tienen una sensibilidad muy especial y especializada para ser un partido que se sentó con Iglesias y el PSOE para intentar alcanzar un acuerdo, me parece que lamentablemente su postura tiene más de hipocresía que otra cosa.

Los de Podemos lo tienen claro, quieren pactar con el PSOE de Pedro Sánchez, prometen ser generosos y aunque se mantienen en lo del “derecho a decidir” afirman estar dispuestos a hablar de ello, aunque el “PSOE deberá moverse” en ese tema. Así que ya saben su poquito de cháchara, fotografías a porrillo, la vicepresidencia para Sánchez y pare usted de contar.

Lo de Pedro Sánchez está difícil de entender, no sé si se ha pasado al terreno de la mística sufí, pero se le entiende poco tirando a nada. Dice en una entrevista  “No voy a vetar a ninguna fuerza del cambio” y subraya que el PSOE garantiza cambio y entendimiento. Sin embargo, afirma que no va a apoyar al PP; no va a formar parte de un gobierno que defienda la autodeterminación ni que ponga en duda la independencia judicial o que ponga en cuestión el Estado del bienestar. Y para terminar advierte que su modelo de crecimiento no es negociable y que entiende que Iglesias propone un aumento del gasto público inasumible. Muchos noes para un tipo que lleva un "Sí" como banderín de enganche en su campaña.

Si  como dice veta a Rajoy, elimina a Iglesias de la ecuación de manera contundente, garantizará cambio y entendimiento pero sólo con Ciudadanos, que esos firman lo que haga falta, sonríen encantados, quedan muy bien en las fotografías, pero... no aportan los votos suficientes.

Él sigue empeñado en que va a ganar las elecciones, bien está tener moral, pero negar la realidad le garantiza el fracaso. Ahora dice reconocer que Iglesias es el enemigo del PSOE, pero creo que lo dice con la boca chica, en el fondo le encantaría pactar con él.

Me parece que el 26 J tropezará dolorosamente con la realidad. Eso espero al menos.

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