Paulino y el mar…canario, naturalmente.



Paulino Rivero está molesto, más que molesto si decimos las cosas por su nombre está profunda y supinamente cabreado y además muy inquieto. Desde que visitó a Zapatero en Moncloa no es capaz de conseguir que algo le cuadre, está empezando a perder la poca confianza que le quedaba y por mucho que quiera evitarlo no puede dejar de pensar en la bien ganada fama de gafe que ostenta ZP.

Las palabras tranquilizadoras de Fernando Ríos no le convencen, una y otra vez pasan por su mente la inacabable lista de víctimas de la jettatura zapateril, la última, por no ir más lejos, Trinidad Jiménez. No falla, al que apoya Zapatero se le estropicia la vida.

Hace unos días Fernando Ríos le decía:  Presidente cómo vas a creer en estas cosas, claro que le va a decir, tiene que tranquilizarle pero Paulino sabe que el mal está hecho; mira que se lo advirtieron ¡cuidado Paulino que ese te gafa seguro, donde pone el ojo pone la desgracia! pero las presiones del poder empresarial y financiero de Tenerife le impulsaron a ir hasta la Moncloa y ahora le toca a él bailar con la más fea.

Pues ellos verán, los votos los saca él que para eso es el Presidente, como pinche en las elecciones y parece que pintan bastos, a ver que hacen entonces; claro que estos no lo tienen difícil, con pasarse con armas y bagajes al enemigo lo tienen solucionado, dinero y poder político siempre han hecho buenas migas.

Y todavía hay por ahí ingenuos que dicen que lo de la política es un momio; fue a Madrid y se vino con lo que vendieron como un Pacto Histórico y para eso hubo que trabajar de firme, dinero, si somos realistas, poco, lo que nos habían prometido en el Plan Canarias y con las rebajas correspondientes, el pacto no valía gran cosa pero se salvó la situación gracias a lo del mar canario.

Se pusieran como se pusieran los del PP y algún atravesado en las islas menores, lo de las aguas canarias coló y con eso logró dotar de contenido al famoso Pacto y ahora en las páginas de Canarias 7 tiene que leer lo que dice ese Rubalcaba del demonio, al que todo el mundo teme más que a la vara verde y que manda más que Zapatero.

“Rubalcaba impone claros límites a las aguas canarias” ¿cómo que impone? pero quién se ha creído que es éste, para dejar en agua de borrajas el único elemento vendible electoralmente de su pacto con ZP.

Y sigue leyendo y resulta que este godo, porque este sí que es un godo del quince, afirma que: El acuerdo suscrito con CC sobre la definición de las aguas interiores canarias va a cumplirse pero aclaró que su cumplimiento no conlleva “ningún tipo de cesión de competencias a la Comunidad Autónoma”. Pero cómo que no conlleva cesión alguna ¿entonces qué diablos firmamos?

Y para que no quede duda alguna continua Rubalcaba, el demoledor de tantas ilusiones, que el Ejecutivo español no tiene intención de trasladar el resultado final del acuerdo a las instituciones internacionales y remachó “Nunca vamos a comunicar cambio normativo alguno porque no lo va a haber”.

Este tío se ha vuelto loco, con lo que ha declarado ha dejado temblando al famosísimo pacto y me ha dejado in puribus ante mi electorado. Y todo ello publicado con todo lujo tipográfico en Canarias 7, no en El Mundo o El País, no en Canarias 7; que sea el medio más adepto a CC de la provincia oriental quién lo deje en esta posición le resulta intolerable.

Pues se van a enterar de lo que vale un peine decidió, pero ni eso, que el de relaciones con la prensa ya le ha dicho que de recortes de pasta nada de nada que están muy cerca las elecciones y más vale estar a bien con los medios de comunicación.

Pide que le pongan con Zapatero urgentemente, esto necesita de un buen golpe de timón piensa, pero una voz, no sabe con quién habla, se le pone al teléfono y le comunica que el Sr. Presidente ha dejado todo el poder de decisión en su Vicepresidente y está preparando un mitin en el que va a explicar a los españoles que en nuestro país las leyes las hace el Parlamento español y no el Papa y que entenderá el Sr. Rivero que ZP está reunido con cincuenta asesores, tres ministros y un gaitero gallego y no puede atenderlo, la voz afirma que comprende su urgencia pero que ante la importancia del tema que piensa tratar D. José Luis resulta imposible que éste se ponga al teléfono antes de que acabe la campaña electoral en Cataluña.

Cuando está a punto de echarlo todo por la borda decide que todavía puede encontrar algún asunto que mediáticamente pueda cerrar esa vía de agua, lo del Sáhara ni tocarlo que ya le han advertido desde Moncloa que no aceptan ni una crítica; le queda ese asunto que le comentó Bañolas, lo de la diálisis que los del PP le han dejado pendiente en Sanidad. Bueno, bien llevado este es un tema que puede permanecer en primera plana una o dos semanas y después ¡quién se va a acordar de las declaraciones de Rubalcaba!

Anda que si no estuviera yo al mando de la nave, menudo naufragio les esperaba a estos lilas, musitó mientras cogía el bolígrafo y escribía en su libreta: Imperativo: Olvidar de inmediato los términos náuticos.


































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