Mariano Rajoy y los alcaldes

¡Qué pesado es este chico nuevo del PSOE!


Llevaba tiempo dándole vueltas al proyecto, bueno lo de decir proyecto me parece mucho, quizás al globo sonda lanzado por Mariano Rajoy que se refiere a llevar a cabo una reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral,  para que la lista más votada y que cumpla una serie de requisitos - alcanzar el 40% de los votos y tener una ventaja sobre el segundo partido del 5% - tenga la mitad más uno de los concejales del pleno y consecuentemente el alcalde sea el número uno de esa lista.

Antes de continuar, quisiera hacer una aclaración, no me cuesta nada defender ese proyecto, no porque esté de acuerdo con los populares, sino porque es el PP el que lanza una propuesta que llevo defendiendo hace más de diez años, como podrán atestiguar los sufridos espectadores y oyentes de las tertulias en las que he participado. Para la gente que se pone nerviosa y habla con el carnet en el teclado, tengo que decirles que si lo hubiera propuesto Podemos, la Joven Guardia Roja, los que queden de Blas Piñar o incluso el PSOE, apoyaría igualmente la moción y además a pelo, por mí la lista más votada se llevaría la mitad más uno de los concejales del pleno y punto pelota.

Quizás me parezca bien este procedimiento, porque curiosamente, en esta España tan corta de memoria y conocimiento, en los cabildos insulares canarios sucede algo parecido. El número uno de la lista más votada, aun cuando no cuente con la mayoría suficiente, es el Presidente del Cabildo Insular correspondiente; que ya sé que no es lo mismo, pero no he oído a nadie tildar de antidemocrática y contraria a la voluntad popular expresada en las urnas la ley que así lo establece. Muy probablemente sea porque los canarios, de  nacimiento o administrativos, estamos muy lejos de la Península o porque y esta es la razón importante,  así ha convenido a los partidos dominantes en Canarias.

La campaña organizada desde la izquierda es de una falta de rigor brutal, acusan a Mariano Rajoy, aparte de la pérdida de las Filipinas y la muerte de Manolete, de cambiar la ley en provecho propio, lo que les resulta intolerable. Bueno hay cosas difíciles de explicar, a pesar de que el PSOE esté especializado en decir una cosa cuando gobierna y justamente la contraria cuando está en la oposición, porque los socialistas llevaban una propuesta que si no era la misma, sí era muy parecida, en su programa electoral del 2003 y claro uno puede inclinarse a pensar que los que hoy se oponen por salvar su provecho, son los del PSOE, conocidos en el mundo mundial por pactar con quién haga falta si así tocan poder.

Por el contrario el Partido Popular y por eso hablo de falta de rigor, ausencia grave de información y por desgracias poca, muy poca formación – el que sea cofrade que coja su vela y el resto que no se dé por aludido y vea tranquilamente la procesión– en la página 174 de su programa electoral para esta legislatura, apartado 5.1 Regeneración política e institucional, punto 9 dice lo que sigue:
Promoveremos la reforma del sistema electoral municipal para respetar la voluntad mayoritaria de los vecinos garantizando, al mismo tiempo, la estabilidad de los ayuntamientos.

Así que, le duela quien la duela, la propuesta iba en el programa electoral de los populares de esta legislatura y aunque estoy seguro que en Ferraz ocupan despachos muy importantes, gentes que ni siquiera se han leído el programa socialista, para leer y estudiar el del PP están los sufridos asesores a los que nosotros pagamos el sueldo. El PSOE no puede ir por ahí mintiendo a boca llena, cuestión a la que ya estamos acostumbrados y engañando a los pocos que todavía confían en ellos, que eso si que es grave, sobre todo para ellos.

Me dirán los que hasta este mismo momento ignoraban lo que les he contado sobre el programa pepero, que bueno, que sí, pero que no es el momento apropiado porque estamos muy cerca de las municipales. Puedo imaginarme la que habría organizado el PSOE si en el primer trimestre de la presente legislatura el PP hubiera propuesto esta modificación, entonces el llanto y crujir de dientes hubiera sido a cuenta de que Rajoy se ocupaba de asuntos de una importancia dudosa, en lugar de solucionar la crisis económica y el paro. Habrá que convenir que al PSOE todo lo que venga del PP le parece mal, da igual la estación del año, la temperatura media en Calatayud durante la primavera o la presión atmosférica en Toto, si viene del PP, está mal.

Comprendo que para aquellos que crearon el cordón sanitario que impedía que nadie pactara con el PP, mientras en Ferraz hablaban con los etarras, qué hay que ver lo que hay que ver, les convenga la situación actual, porque saben de las dificultades del PP para pactar con nacionalistas y zurdos. Pero vuelven a equivocarse en Ferraz y todos aquellos que se alinean con sus tesis, porque este es un  asunto que debe promover el interés general y la limpieza democrática,  sin que el provecho de los partidos políticos tenga nada que ver. Ya sé que suena raro, pero tendrían que recordar muchos, que los partidos políticos deberían estar al servicio de los ciudadanos y no al contrario tal y como está sucediendo.

Ahí está Pedro Sánchez llorando por las esquinas porque el PP pretende reformar la Ley Orgánica del Régimen Electoral, modificando una de las claves de bóveda del sistema político español sin contar con su aprobación. Debería recordar el secretario general del PSOE,  que está muy falto de memoria y sobrado de falacia, que eso es lo que hizo precisamente Zapatero con el asunto de la reforma del Estatuto de Cataluña y ZP  se fumó un puro, mientras él se rompía las manos aplaudiendo la desgraciada ocurrencia del orate de León y la defendía cerrada y ardorosamente en las tertulias, ya saben lo del ojo, la viga y la paja, síndrome que tiene una altísima prevalencia en Ferraz y baronías afines.

Hablan de que la medida no es democrática, porque la suma de los votos resultante de computar todos los habidos por los partidos que creen el pacto correspondiente será mayor que los de la  lista más votada. Podría hablarles de peras y manzanas, pero me van a perdonar que ese argumento lo deje en las manos de la reconocida especialista en el tema Dª Ana Botella.

Prefiero hacer una reflexión. ¿A ustedes les parecería democrático si al llegar al colegio electoral les dieran un sobre cerrado con las papeletas sin que usted supiera qué contenía, ni a quién votaba? Si la democracia debe ser transparente y el voto es un acuerdo entre el votante y el votado, usted tiene derecho a saber a quién elige conforme a los compromisos expresados y la ideología del partido al que usted vota, bueno vale, no discutamos, de los candidatos que ha elegido el partido al que usted vota. ¿Es lícito por tanto adoptar pactos post electorales que tuercen y manipulan, cuando no ignoran directamente la voluntad del votante? ¿Les parece democrático que a cuenta de esos pactos, sea alcalde el concejal de la lista menos votada, como ha sucedido tantas veces?

A mí no me lo parece, el votante debe saber cómo se va a emplear su voto, siempre pongo un ejemplo, en Alella un pueblo maravilloso del Maresme, lugar en el que mi familia ha veraneado toda la vida y en el que todavía tengo hermanos que viven en ese municipio, se dio un caso curioso y un pacto contra natura muy inusual. Los concejales del PP y de ERC pactaron y de común acuerdo echaron de la alcaldía a los de CiU, moción de censura mediante. Estoy convencido que muchos votantes del PP, se hubieran abstenido el día de las elecciones, de saber cómo se iba a utilizar su voto.

Que se haga una segunda vuelta, dirán los zurdos, que saben que el PP tiene dificultades, nacidas del sectarismo, para pactar y por tanto les conviene una segunda oportunidad para hacer el frente común que  siempre han anunciado contra los populares. Yo digo, ¿con lo que nos gastamos ya en las elecciones municipales, vamos a encarecerlas más? Resulta mucho más sencillo y sobre todo más barato y claro que los candidatos anuncien por escrito con quién están dispuestos a pactar y con quién no, así todo el mundo sabe cómo se va a gestionar su voto y puede actuar en consecuencia.


Porque lo realmente democrático es que no se manipule la voluntad del votante, ya se sabe que en estas cosas, no se engañen, los que más gritan, son precisamente los que defienden los intereses de su partido antes que el interés general y la limpieza democrática.

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