Pedro Sánchez advierte, no pactará con Podemos



Fiar de promesa de político resulta a estas alturas una aventura peligrosa y difícil, de tal manera que me está resultando más fácil dejarme convencer de la verdad de la reencarnación que tragarme las cosas que nos cuentan nuestros dirigentes. Lamento mi poca fe, pero por mucho que me esfuerce, estas declaraciones que se producen en entrevistas pactadas, como es el caso de la que hizo Pedro Sánchez en RNE, me suenan a cuento chino sin que pueda remediarlo. Créanme si les digo que hago todo lo que buenamente puedo para aceptar las cosas que cuentan, pero a pesar de mis esfuerzos no logro evitar que una sombra muy oscura cubra todas y cada una de sus declaraciones, al menos la de los nuestros, porque aunque pueda extrañar a alguno, en el mundo anglosajón al político que pillan mintiendo lo ponen de patitas en la calle sin tiempo siquiera a que intente excusarse.

Así que eso que dice D. Pedro Sánchez de que “Ni antes ni durante ni después pactaremos con el populismo” me van a permitir que lo ponga en duda. No es que le llame mentiroso al secretario general del PSOE, líbreme el Señor de tal cosa, simplemente afirmo que no dice verdad y me dirán algunos ¡es lo mismo o muy parecido!, pues no, no es así. Permítanme que me explique. Francamente y dicho con el mayor de los respetos, no creo que Sánchez sea el hombre llamado a sacar del pozo en el que se encuentra al partido socialista, lo conozco de seguirlo durante bastante tiempo en tertulias y francamente no me pareció especialmente dotado para este proceloso y cambiante mundo de la política. A su equipo no tengo el gusto de conocerlos, pero si es cierto eso de que por sus hechos los conoceréis, en el breve espacio de tiempo que llevan en activo ya han cometido unas cuantas torpezas que tampoco me permiten considerarlos como elementos brillantes de esa difícil profesión.

Claro que esa es mi opinión y habrá mucha gente que piense exactamente lo contrario de lo que yo afirmo, a mí me parece muy bien, al fin y al cabo en el mundo de la opinión, cada uno dice lo que mejor le parece y a no ser que uno sea de izquierdas que como sabemos  tienen bula, con la única  precaución de ajustarse  a las normas que rigen la libertad de expresión.

D. Pedro Sánchez y el resto de los políticos no es que mientan, lo que hacen es decir lo que toca en ese momento, desde el punto de vista de su interés partidista.  ¡Eso es mentir!, pues sí, pero no. El político hace lo mismo que hace usted, cuando su hijo trae unas notas horrorosas y le suelta el mismo sermón que le soltaron a usted, a mí y a la mayoría de los ciudadanos. Ya sabe, eso de tienes que estudiar para prepararte para cuando seas mayor y se lo dice usted a un niño que no entiende bien qué relación existe entre las ecuaciones de segundo grado o las leyes de Mendel y su porvenir. En el fondo usted piensa lo mismo que él, pero le suelta el cilindro, porque es lo que toca y aquí se acabó el problema y ya puede usted poner la tele para ver el fútbol.

Pues eso le pasa a D. Pedro Sánchez, ahora las circunstancias que vive su partido le obligan a marcar territorio, su papel de macho alfa de la manada socialista le obliga a ello, porque al fin y al cabo estas entrevistas sirven para eso, para marcar territorio, trazar líneas o lanzar mensajes a su gente y por eso con sus palabras pretende hacer  lo mismo que hace su perro, cuando levanta la pata más de cincuenta veces en el breve paseo que usted le da, empeñado en marcar su territorio, en un lugar imposible, como es la gran ciudad.

Y ante esa tesitura, D. Pedro nos larga eso que le ha quedado tan bonito y tan dudoso del ni antes, ni durante ni después pactaremos con… el populismo. Ojito que lo del populismo trae cola, es el primer aviso de que la cosa no pinta bien, me pregunto por qué no dice Podemos, que es lo que todo el mundo ha entendido cuando se ha referido al populismo. Yo se lo explico, ahora advierte que no pactará con esa gente ni muerto, pero después de las elecciones municipales, cuando el PSOE pacte a calzón quitado con todo aquel que se le ponga a tiro con tal que de tocar poder, Podemos o su marca blanca, ya no serán populistas, sino gente de la izquierda con la que hay que hacer frente común contra la derechona  y  ya verán como si se les ocurre a ustedes abrir la boca para decir que les parece poco serio lo de los pactos, saldrá un socialista que en tono muy digno y pedagógico, le contará la milonga de la casa común de la izquierda y todos tan contentos.

Llámenme desconfiado pero que un dirigente de un partido de izquierdas se atreva a afirmar en España que "El federalismo arregla porque ordena y hace que el Estado sea más eficiente y barato para el contribuyente", contando con la experiencia que tuvimos con la I República, que ya es mala suerte D. Pedro, pero resulta que era federal y fue el mayor desastre que vieron los siglos si se me permite la paráfrasis, da idea de lo poco que le preocupa la verdad a los políticos. 

Dice D. Pedro eso que he recogido entrecomillado, porque luego me dicen que me las invento, que los circulares están muy pesados con eso, porque con el problema de Cataluña el secretario general del PSOE, quiere aparecer como el salvador, ante una  situación enquistada,  con la ya vieja propuesta del federalismo, una proposición que le tiene que levantar ronchas a cualquiera que conozca la primera y gracias a Dios la última por ahora, intentona federalista en este país y por eso dice . "Entre ruptura e inmovilismo, hay un término medio: una nueva convivencia, la reforma constitucional que propone el PSOE".

Y nuevamente no dice verdad, al menos toda la verdad, porque francamente resulta difícil creer que el partido que permitió el nacimiento del actual problema de Cataluña en la dimensión que tiene hoy, con los manejos zapateriles del Estatut y aquella afirmación de que respetaría todo lo que se aprobara en el parlamento catalán, no puede ahora llamarse andana y salir a ofrecerse como conseguidor. Por otra parte señalar que se ha cuidado de faltar a la verdad aunque haya sido por omisión, al no aclarar que lo del federalismo que propone el PSOE es el asimétrico, por eso dice cuando define su modelo que éste "reconozca también la singularidad catalana" así que no lo dice porque no le conviene, pero se entiende perfectamente que unos, los catalanes, serán más “federales” que el resto y aquí de lo que se trata es que todos seamos libres e iguales.

Sobre la corrupción volvió a no decir verdad afirmando que  “A mí también me indignan los casos de corrupción, pero la diferencia entre unos y otros es que nosotros queremos cambiar el sistema y otros quieren convertir a España en la Venezuela chavista”, que le quedó como muy bonito y aparente, pero no es cierto, porque  a ese señor le faltó tiempo cuando el Tribunal Supremo imputó a Chaves y Griñán, para salir a los medios y afirmar que se les iban a conservar todos los cargos, extraña manera de indignarse.

Sobre la reforma electoral dijo una vez más lo que convenía decir y nada más. Afirmó que "Si queremos revisar la ley electoral, hagámoslo, pero a fondo y fuera del momento electoral", que le quedó muy puesto en razón, pero que realmente significa que la reforma electoral se hará cuando a él le convenga y no a Rajoy o al menos es es lo que le gustaría que sucediera, porque con la mayoría absoluta del PP, lo tiene crudo.

Así que por eso tengo tantas dudas, no diré que miente el secretario general del PSOE, pero si afirmo que no dice verdad, de eso sí que no hay duda. Luego se quejan de que la gente les pierde el interés. Si es que no le dicen la verdad ni al médico.

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