La insoportable intranscendencia de las consultas a la militancia

Echenique y Barrena los "padres" del pacto Podemos-IU
No han sido los primeros ni serán los últimos, la falta de un auténtico liderazgo en las organizaciones políticas ha llevado a algunas de ellas a intentan reforzar el carácter democrático de las mismas con un aborrecible recurso, el de las consultas a la militancia. En este caso se encuentra la IU de Alberto Garzón, que ya puede ponerse en el pecho el distintivo correspondiente, porque para decidir sobre su alianza con Podemos se ha quitado  de en medio, cargando esa responsabilidad a sus militantes.

Como somos un país de memos, el que sea cofrade que coja su vela, hay mucha gente que aplaude estas decisiones, que lo único que hacen es canibalizar las estructuras colegiadas de los partidos, elegidas democráticamente por sus afiliados. Los ilusos que abundan más que las deudas, sostendrán la bondad de la democracia directa, el valor de la opinión popular y el celestial gozo y alborozo que se siente a cuenta de la democracia participativa.

Estas modas lo único que persiguen es utilizar un método que sea fácilmente manipulable, aquí estamos todavía sufriendo la resaca de los "indignados" y su particular método de toma de decisiones. Recordarán como estaban en asamblea permanente y la gente que de esto no entienda, seguramente no sabrá que el método menos democrático existente para tomar una decisión es la de aprobar o desaprobar lo que sea, a través de una asamblea. Créanme si les digo que sé de lo que hablo, no en vano en los años 60 participé y manipulé cantidad de asambleas supuestamente democráticas en la Universidad y sé, por haberlo practicado, lo sencillo que es dirigir una asamblea por el camino que interesa.

Me dirán que eso pasó hace mucho tiempo y que ahora las cosas han cambiado, lo que es muy cierto y doloroso, porque han cambiado pero a peor. Para los que todavía circulen con el arpa, cantando loas a la democracia directa, entre las nubes del cielo asambleario y circular, les pido que fijen su atención en Venezuela, país en el que cuando no pudieron modificar la Constitución en el Parlamento, se sacaron de la manga una consulta popular que les permitió modificarla, a satisfacción del Comandante Chávez.

Si esto de las consultas es tan bueno, que bueno será para alguien, pero no para la democracia, díganme por qué el líder cuando pide opinión a su militancia lo hace con un texto entre inconcreto y abstracto que nada explica. Valga el texto de la pregunta de IU, pero podría valer el que presentó Sánchez a los socialistas o la pregunta del Gobierno de Canarias a sus ciudadanos, a cuenta de unos sondeos. Los comunistas han contestado a este texto: “¿Apruebas una coalición electoral con Podemos y otras fuerzas de cara a las elecciones del 26 de junio?”

Insisto, si D. Alberto Garzón quiere consultar a las bases transido de amor democrático, por qué no hace una pregunta  concreta a la que se pueda contestar. Dice, una coalición electoral con Podemos y otras fuerzas… A bote pronto se me ocurren infinidad de preguntas que me impedirían votar con conocimiento de causa, ¿Qué tipo de coalición electoral?, ¿Tendrá grupo propio e independencia en el Congreso IU? ¿Qué otras fuerzas? ¿Qué contempla el pacto?

Y te contestan “es que el pacto todavía no se ha cerrado” y siendo así, lo suyo sería que los militantes comunistas se preguntaran ¿Si voto que sí, que coño de pacto estoy autorizando? Eso no es democracia directa, a eso se le llama ponerse el parche antes que la herida, por si al final pintan bastos; además de tenerle un canguelo a la responsabilidad y sufrir una repugnancia patológica por la verdad, que inhabilita a cualquiera para liderar aunque sea su comunidad de vecinos.

Y si fuera cierto que lo de la consulta es un procedimiento que reclaman aguerridamente los militantes, que están que no viven esperando que caiga una, aunque sea del cielo, que me expliquen cómo es que de 70.000 militantes de IU, sólo han votado 20.067, de los cuáles han dicho sí 16.953. No parece que haya demasiado interés y cuando les digan que el 84% de la militancia de IU ha apoyado lo del pacto, sepan que les mienten a boca llena, los del sí suponen alrededor del 24,2% de la militancia de IU y para usted de contar.

Por finalizar, conste que estoy encantado con el pacto, tengo tantos años que pensé que no llegaría a ver el entierro del PC y hoy me parece que lo tengo casi al alcance de la mano;  con eso y en la confianza que Pedro Sánchez está haciendo lo imposible para que el PSOE siga el camino de UPyD, estoy, si les digo la verdad, encantado de la vida.


Comentarios

  1. Como usted bien dice, nunca hay una pregunta concreta, y si una que lleva a la imaginación a hacerse más de las mismas, ojala desaparezca el Pc, pero tenemos a los podemitas como segunda fuerza, y esta es aun peor que la de la preguntita. No hemos tenido una democracia real, y lo que hacen en las escuelas es adoctrinamiento puro y duro.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Efectivamente,de nada sirve que desaparezca el PC y también el PSOE si tenemos algo aun mucho peor, PODEMOS.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Albert Rivera y su irrelevancia política

El Día de la Madre

In memoriam. Se nos ha ido Alexis Ravelo