Caso Gürtel: "En boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso"

Francisco Correa, el apóstol de la verdad
Coloco hoy un refrán por título,  porque el otro día uno de mis lectores de esos que derrotan por el pitón izquierdo cosa mala, tuvo el detalle de recordando mi afición por el refranero español, explicarme que hay uno que reza “Hombre refranero, hombre majadero”, lo que le agradezco en el alma, aun cuando no es el primero que me lo cuenta.

Así que dedicado a mi lector, enemigo del refranero, va la frase del título “En boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso”, aplicado a las declaraciones que al cabo de los años ha decidido hacer en estos precisos momentos Francisco Correa, presunto cabecilla de la panda que se sienta con él en el banquillo de los acusados y que se ha sentido impelido a colaborar con la Justicia.

Cuál pueda haber sido el motivo que le ha empujado a esa colaboración resulta un misterio. Si estuviéramos en los USA, Correa podría explicarnos que ha encontrado a Jesús, pero como de eso no ha dicho nada, ni que se sepa, lo han llevado de viaje a Damasco con la que está cayendo en Siria y por lo tanto no  ha tenido la oportunidad de caer de su particular caballo y la Fiscalía niega jurando por las tablas del Sinaí que haya llegado a un acuerdo con este “dinamizador de negocios” como el mismo se describe, tendremos que hacer ver que creemos la negativa del Fiscal y mirar discretamente para otro lado.

Que ya se sabe que a veces más vale hacerse el tonto,  que total esto son dos días mal contados y no merece la pena arriesgarse a tener disgustos. Lo del caso Gürtel estaba cantado, a falta de un escándalo judicial contra el PP, que de tenerlo lo guardan para las terceras elecciones, la izquierda se conforma con extraer las últimas gotas que pueda dar este asunto; que nació cuando regía los destinos de España, Zapatero I “El de los brotes verdes”, así que poco zumo podrá aportar ya, pero con la ayuda de La Cuatro, La Sexta, El País y las redes sociales, algo pretenden sacar.

Del Caso Gürtel poco nuevo hay que explicar, Correa decidió que quería protagonizar el juicio oral y ha colaborado con los fiscales, eso sí evitando como el gato escaldado evita el agua fría, entrar en los detalles que pretende sacarle la fiscal. Él explica lo que le parece, hay preguntas que no le interesa contestar y calla y todo el mundo encantado. Hoy leía a un doctor en Derecho, socialista hasta las trancas, que afirmaba muy serio y trascendente: “En el fondo Correa es un patriota y le está haciendo un gran favor a España".

Pretenden poquito a poco idiotizarnos y desgraciadamente parece que no les va mal en ese empeño. En este jaleo de Bárcenas y Correa, cuando hablan estos dos aspirantes a perfeccionar un montón de trienios en el talego, parece que lo haga el Oráculo de Delfos y si haces caso a la zurda, lo del dogma de fe y la infalibilidad del Sumo Pontífice queda en una tontería dudosa, al lado de la indiscutible, aunque gratuita veracidad, que se les concede a las afirmaciones de estos dos presuntos delincuentes.

No digan que no. Cuando Bárcenas lió la que lió con lo de los discos duros de los ordenadores que había en su despacho, de los que afirmaba que contenían información de interés para el juez, que bastó que abriera esa boquita para que  imputaran hasta el propio PP, le creyó todo el mundo; pero en cuando el tipo se vino atrás y se retiró del asunto, nadie creyó en la afirmación que hacía, proclamando la inocencia del Partido Popular. 

Personalmente no le creí cuando acusó y tampoco cuando se retiró de la acusación con una excusa infantil. ¿Saben por qué? Pues muy sencillo, porque quien decía una cosa y la contraria está procesado y en el uso de su legítimo derecho de defensa, la ley le permite mentir todo lo que le dé la gana.

Correa ha dejado libre de todas esas acusaciones de corrupción a Mariano Rajoy, ha dicho bien claro que en cuanto llegó el gallego a Génova, tuvo que cerrar el chiringuito porque la gente de Rajoy no se mascaba con la suya, lo que no sucedía cuando Aznar gobernaba los destinos del Partido Popular.

Pero la zurda sigue impertérrita, de nada vale que el propio Correa afirme que fue llegar Rajoy  y que se le terminara el rollete a Correa. Ahora hay gente que lo eleva a la categoría de patriota, así están los socialistas. Me parece que lo más sencillo sería aplicar aquello de “Más vale poco pecar,  que mucho confesar”, porque Correa mucho ha pecado y por mucho que confiese al cabo de los años, eso de nada le excusa. 

Y ya volviendo a la vida real comentar un extremo que me parece curioso. El PSOE siempre ha mantenido, cuando les recuerdan sus innumerables casos de corrupción, que estas cosas, de haber responsabilidad penal,  se substancian en los tribunales y sobre su responsabilidad política, de siempre han alegado que eso lo han pagado en las urnas.

Aplicando esa teoría tendrían que aceptar que Mariano Rajoy, no tiene, ni ha tenido responsabilidad penal alguna y ha pagado sus presuntas responsabilidades políticas en tres elecciones consecutivas, que además ha ganado o es que vamos a tener que aceptar otra vez la aplicación de la vieja ley del embudo - "La ley del embudo, lo estrecho para otros, lo ancho para uno" - que tanto gusta a los hijos de Ferraz.

Se me olvidaba, dedicado a mi "amigo": "Quien habla por refranes es un saco de verdades", eso dice el refranero español.

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