Donde dije digo, digo Diego

Parece que ya no están tan de acuerdo con Pedro Sánchez
Las otrora aguerridas huestes “sanchistas” y los partidarios del “No, es no”, andan en franca retirada, por no decir en vergonzosa desbandada, que la zurda tiene la piel muy fina y se molestan; pero si digo verdad el espectáculo es tan bochornoso y  denigrante, que para el PSOE parece que va a ser peor el remedio que la enfermedad.

Los grupos parlamentarios socialistas en el Senado y en el Congreso, han abandonado aquella actitud de displicente silencio con el que soportaron la presencia de Javier Fernández, en la primera visita que giró a los diputados socialistas en el Congreso y han reflexionado sobre un paradigma político muy utilizado en el PSOE, que les ha dado una nueva visión sobre el problema de la investidura y su solución.

El paradigma reza “con las cosas de comer no se juega” o traducido a su particular negocio “más vale escaño en  mano que ciento volando” y ante el inevitable desastre que iban a sufrir en otras elecciones con el clarísimo peligro de perder el escaño, han descubierto gozosos que su interés y el del resto de los españoles podían ir de la mano y están dispuestos a votar lo que les diga su partido, así que lo de la investidura de Rajoy, por ellos no va a quedar. Que desde luego no van jugarse el momio del que ahora disfrutan en unos comicio en los que tienen las de perder. Opinan que si malo es para un diputado socialista que gobierne Rajoy, las penas con pan son menos y desde un escaño en el Congreso o en el Senado las cosas se ven desde una perspectiva mucho más consoladora.

Ahora mismo en la Gestora dan por solucionado el problema de la Investidura y los barones que gobiernan con el apoyo de Podemos se dedican a intentar dulcificar lo de la abstención, al objeto que los podemitas no los desgracien del todo. 

El principal problema que el PSOE debe solucionar de inmediato es evitar que Ximo Puig, Guillermo Fernández Vara, Emiliano García-Page, Javier Lambán y Francina Armengol se vean en la tesitura de tener que disolver sus respectivas cámaras autonómicas, por la falta de apoyo de los de UP y verse obligados a convocar elecciones.

Así que ahora mismo aquellos ardientes socialistas dispuestos a inmolarse si hiciera falta por evitar el gobierno de Rajoy, tras la reflexión sobre el aspecto más nutricio de la política patria, han decidido olvidarse de los discursos trascendentales y están por la labor de hacerse olvidar porque a nadie le gusta que le recuerden que a la hora de la verdad ha pesado en su decisión, más el interés particular que  las cuestiones puramente ideológicas. Vamos que como esto siga así, en cuatro días no habrá en el PSOE  quien se reconozca seguidor de Pedro Sánchez, antes bien crecerán como las setas en otoño, los “críticos de toda la vida” a la figura del ex secretario general.

Resulta impresentable que Iceta ahora se muestre partidario de la “abstención técnica” como primer paso para envainársela y tragar con lo que el Comité Federal decida. Y esta bajada general de pantalones (no es una expresión machista, que las señoras también los usan) se hará a cuenta de la disciplina de voto, la salvaguarda de la democracia interna, el amor por la sagrada unidad del partido,  el sacrificio en aras del interés general y del acendrado patriotismo, del que ahora harán gala todos los que hasta hoy han estado propiciando el bloqueo en España y la sedición y la desobediencia en su partido. Con estos mimbres no le arriendo la ganancia al pobre desgraciado que gane el Congreso y se haga con la secretaría general del PSOE.

Por no quedar, no les queda ni la Gürtel, les acaba de estallar a los socialistas un nuevo escándalo de corrupción, recordando a todos que no hay partido más corrupto en España que el PSOE. Rezan los titulares de la prensa: “Nuevo macrocaso de corrupción en Andalucía: delito masivo en la agencia IDEA”. 

Para los que no estén en el ajo, la agencia IDEA es La Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía y depende de la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio del gobierno andaluz. Ha estado mezclada en mayor o menor medida en todos los casos de corrupción que han tenido que ver con la Junta de Andalucía. Ahora, al dinero de los ERES, Invercaria, el de la formación o el caso de los avales, habrá que sumar los  4.315 millones de euros que es el montante de esta financiación sin control.

Muchos lo sabíamos ya pero supongo que ahora mismo, Pedro Sánchez se habrá convencido que la palabra de los socialistas vale lo mismo que un billete de tres euros marroquí, al fin y a la postre ver a César Luena entonar un cántico loando la disciplina de voto o imaginar a Antonio Hernando preparando el discurso con el que justificará la abstención del PSOE, tiene que ser muy duro, aunque también muy clarificador.

Lo que siempre digo, más allá de las grandes palabras y los conceptos trascendentes, en esto de la política… por el pan baila el can.

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