El PSOE desorientado, intenta ganar tiempo





Si alguien tenía dudas sobre la debilidad y la división del partido socialista tras la reunión del Comité Federal el pasado sábado, seguro que la visita del presidente de la gestora al Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso en un desesperado intento de templar gaitas, las habrá despejado. Esa visita, inoportuna hasta decir basta, demuestra sin ningún género de dudas que en Ferraz no las tienen todas consigo con la fidelidad de su grupo parlamentario y eso es gravísimo. La ruptura de la disciplina de voto en el seno del grupo anunciaría una fractura, sino irremediable, sí de muy difícil solución.

Todos sabemos que desde el sábado se han lanzado amenazas de romper la disciplina de voto del grupo socialista, habrá quiénes pensarían de buena fe que esas amenazas se profirieron en caliente y no tenían otra virtualidad que la del  desahogo verbal, pero la apresurada reunión de Javier Fernández con el grupo y para más INRI en el propio Congreso, demuestran a las claras que los nuevos gestores consideran que la ruptura del grupo pudiera producirse.

Pocas conclusiones pueden sacarse de la reunión, toda vez que los diputados “sanchistas” en su inmensa mayoría han guardado silencio, dejando que tres de ellos hablaran a modo de portavoces. Una táctica que demuestra que no quieren enseñar sus cartas con demasiada antelación. Así que pintan bastos,  ya saben ustedes aquello de que  si algo camina como un pato, hace "cuac, cuac" como un pato, tiene pico de pato y patas de pato, puedes llamarlo como quieras pero seguro que será pato.

Javier Fernández lo tiene  muy difícil, él es partidario de la abstención, pero sabe que muchos de los que el sábado ayudaron con su voto a la liquidación de Sánchez, son partidarios de seguir encastillados en el “No, es no”; es por ello que retrasará en la medida de lo posible la convocatoria del Comité Federal que deberá decidir sobre la postura socialista de cara a una posible investidura. Hay tanto miedo en la Gestora, que incluso se han negado a admitir que será el propio Comité Federal el que decida lo que haya que hacer, de tal manera que han dejado caer que sería posible que finalmente se decidiera que sea la militancia la encargada de resolver al respecto.

Mientras tanto las terminales mediáticas socialistas, incluido El País, han comenzado con la campaña que persigue enredar lo de la investidura. El País clama por lo que llama “ventajismo popular” y plañe escandalizado ante la actitud del PP que, según ellos, se aprovecha de la crisis del PSOE para imponer condiciones chantajeando a Ferraz. 

Me parece un argumento infecto, porque no estamos hablando de una investidura, la frase “necesitamos un gobierno” no la he acuñado yo, es un clamor general. España y los españoles necesitan urgentemente de un gobierno que sea capaz de hacer frente con eficacia a los problemas gravísimos que nos acucian.

Con la abstención del PSOE, si es que llega, porque son los propios socialistas los que dicen no tenerlo nada claro, no se propicia un gobierno. Con la abstención se inviste a Mariano Rajoy como presidente de gobierno, pero todos sabemos, la izquierda la primera que tras ser investido se iba a encontrar imposibilitado de gobernar y la oposición, es decir la izquierda radical, el PSOE y los independentistas serían los que “gobernarían” desde la oposición; es por ello que el PP no ahora,  lo advirtió hace ya casi dos meses, exige una serie de condiciones previas para aceptar ir a la investidura.

Los socialistas llaman a eso chantaje, lo que resulta curioso, tienen la epidermis ultra  sensible para todo lo que venga de Génova, pero no he oído estos días quejarse a nadie en Ferraz de las amenazas de Iglesias y Echenique advirtiendo que si el PSOE aceptaba abstenerse, los pactos con Podemos en distintas CC.AA y ayuntamientos decaerían de manera automática, que eso sí  me parece a mí un chantaje y una injerencia en la autonomía que le es propia a un partido político.

El PSOE está terriblemente debilitado, no quieren ni pueden ir a unas terceras elecciones, pero no se quieren comprometer en garantizar la gobernabilidad de España, francamente creo que están perfectamente informados de cuál es su situación, les consta no tienen cartas ni para jugar de farol, aunque insistan en esa postura.

Siguen faroleando, Ferraz por lo visto tienen un arma secreta que puede cambiar la situación, lo dice García Page que advierte al PP que, agüita al siete, que el PSOE puede ”presentar la candidatura más potente que imagine". Una afirmación que demuestra hasta dónde llega la desesperación de los socialistas que caídos en su propia trampa, ahora no quieren pagar el precio de los platos rotos. Personalmente esa fabulosa candidatura me recuerda a las “armas secretas” de las que presumía Hitler con sus generales y todos sabemos cómo acabó el rollito ese.

De todas maneras como con los socialistas nunca se sabe, por si acaso le mandé un mail a Supermán, por saber si se había afiliado al PSOE y me lo negó rotundamente; llegó a jurármelo por la permanente de Lois Lane, lo que me convenció total y absolutamente. Así que si Supermán no va a ser y como  no creo que hayan fichado al Capitán América, por lo de la fobia que tienen a los yanquis en Ferraz, no se me ocurre quién puede ser ese súper héroe que dice García-Page les va a librar de sus problemas.

En tres palabras: Fulleros, falaces y sobre todo patéticos.

Comentarios

  1. Muy buen artículo, Miguel.
    Cada día tengo más claro que el mal necesario son las terceras elecciones.

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