España y Rajoy ya tienen gobierno

El gobierno de Mariano Rajoy
“Bueno ya está, ya tiene gobierno Rajoy. Ayer por fin se supo la formación del gabinete. Rajoy cumplió con su promesa y nadie que se  sepa, supo el nombre de sus ministros hasta que, después de la protocolaria audiencia con el Rey en la que el futuro presidente presenta “su” gobierno al Jefe del Estado, hizo pública la composición de su gabinete. 

Me parece muy bien que se cumpliera con el protocolo y la debida cortesía, asuntos que a mucha gente les parecen de índole menor, pero que tienen muchísima importancia y que dicen mucho de las personas que observan estas prácticas, muchas veces ignoradas.

El que Rajoy haya sido capaz de mantener en secreto el gobierno que ha elegido, habla alto y claro de la independencia personal del Presidente, y sobre todo de la libertad con la que ha llevado a cabo su elección. Así como el secreto de la urna garantiza la libertad de voto, el desconocimiento de lo que estaba decidiendo, le ha garantizado evitar las “interesadas” maniobras de los grupos, corrientes de opinión o familias que supongo pululan en el PP, como en cualquier partido que se precie.

Y no es que me esté enrollando, que a lo peor sí, pero me parece importante subrayar el cómo, antes de ir al qué. Es decir, me parece muy  importante cómo ha procedido a la elección, dice mucho de Rajoy y de su personalidad y ahora vamos a ver qué tal es este gobierno que libre y discretamente ha elegido Rajoy.

Si la pregunta es ¿A usted que le parece el gobierno?, tendré que decirles, aquello tan canario de “si les digo, les miento”. No sé muy bien que decir, más allá de  manifestar una de esas verdades que pudiera hacer suya mi viejo amigo Pero Grullo. A mí el gobierno me parece que está bien, porque así se lo parece a Rajoy. Soy de los que creo que cada uno come con la cuchara que escoge y que la naturaleza humana nos condena a ser incapaces de escarmentar en cabeza ajena, por tanto soy un rendido admirador de ese viejo dicho que reza: “No me dé consejos, me sé equivocar solo”.

Por tanto si al Presidente le parece bien, a mí me parece superior.
— Venga hombre, eso no se lo cree nadie; acaso pretende convencerme de que no tiene opinión.
Pues no, esa no es mi intención, claro que tengo opinión formada al respecto y como a la inmensa mayoría de ciudadanos interesados en este asunto me faltan algunos nombres y me sobran otros. Pero insisto en que, cuando alguien debe acometer un trabajo, resulta conveniente dejarle elegir con libertad absoluta, la herramienta que piensa utilizar…”

Esto es lo que publicaba en este mismo blog el 22 de diciembre de 2011, cuando Mariano Rajoy formaba su primer gobierno. Me sorprende que el texto mantenga su validez, cuando se anunciaba por fin el nombre de los ministros. En una sociedad tan cambiante, me llama la atención que tanto el procedimiento de Mariano Rajoy, como el propio texto hayan aguantado estos casi cinco años y estén totalmente vigentes, así que me van a perdonar ustedes que lo haya utilizado. Que ya se sabe que carrera que no da el galgo, en el cuerpo se la lleva.

¡Tampoco es para tanto! dirá alguno, la verdad que en un entorno social en el que hemos visto, unos con escándalo, otros con tibia sorpresa y bastantes con absoluta normalidad como los podemitas de Iglesias, pasaban allá por mayo o abril del presente año de leninistas y/o bolivarianos a social demócratas de toda la vida y también nos hemos gozado, como dirían en Canarias, ver cómo D. Pedro Sánchez, secretario general del PSOE,  parafraseando a Adolfo Suárez,  sin anestesia alguna nos anunciaba a todos que él era centrista, se agradece que haya gente que defienda sus principios y procedimientos y no esté en el deleznable deporte del cambio de chaqueta o lo que es peor, el de careta.

Del anterior gobierno han caído, Morenés, al que la necesidad de dar una cartera a Cospedal alejada de la influencia de Soraya - que mantiene la Vice Presidencia, pero pierde la portavocía del gobierno- le ha costado el puesto. Le han acompañado Margallo, amigo del presidente, pero con un carácter poco dúctil y con cierta afición a meterse en charcos que no eran de su incumbencia y Jorge Fernández Díaz, un ministro que debía haber sido cesado hace mucho tiempo o lo que hubiera sido mucho mejor, no haber sido nombrado jamás.

Los nuevos son Zoido (Interior), Dascis (Asuntos Exteriores), Cospedal (Defensa), De la Serna (Fomento), Nadal (Energía, Turismo y Agenda Digital) y Montserrat (Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad). Los demás continúan, incluido Montoro, al que los medios y muchos analistas habían dado por liquidado, aunque no contaran con que Rajoy ha pagado siempre la lealtad personal. 

Parece, que en las cosas de Mariano nunca hay que dar nada por sentado, que el líder popular más allá de bajar la media de edad de su gobierno, no ha buscado una remodelación importante del mismo, tal y como muchos pensábamos que iba a hacer.

Parece que ha construido un gobierno continuista, convenientemente remozado con las "novedades" hasta ver cómo van las cosas durante los primeros meses de legislatura. Si la cosa marcha, es de suponer – para ser preciso, supongo yo - que Rajoy haga una crisis de gobierno a la vuelta de las vacaciones de 2017. 

Si no fuera así, si la oposición bloqueara la acción del Ejecutivo, si no fueran capaces los del gobierno y la oposición constitucionalista de llegar a los acuerdos necesarios para que  esto siga funcionando, a primeros del mes de mayo de 2017, Mariano Rajoy disolvería Cortes y convocaría elecciones.

Ahora tras anunciar la alineación, sólo queda que de una vez empiece el partido. ¡Que Dios reparta suerte!, les va a hacer mucha falta

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